Vas de camino

 

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.Es hora de Pentecostés, hora de Espíritu.
Sé que los apóstoles te circundan, aunque no los vea.
¿No llevas a Jesús? Está en la esperanza: Pronto nos enviará su Espíritu.
Qué espontánea figura y celestial belleza, a la vez.
Yo te saludo, María. Dios te salve, Madre.
Me basta con el cielo de tu gracia.
Cuelgo mis ojos en ti, Mujer de tanta fe.

Contemplo el oleaje azul de tu vestido,
-azul azul, azul-como el mar de tus bondades,
como el cielo donde habitas.
Vas de camino, peregrina, misionera, ligera de equipaje,
Camino del cielo y de la tierra, con tu mano derecha,
en vuelo, marcando el paso.
Con los pies descalzos, tocando la tierra,
sabiendo de aguas, de arena, de aire.
Ven con nosotros a caminar
Y, con la mano izquierda, aupando el corazón.
¡¡Eres toda corazón!

Tanto amor ha desbordado tus entrañas puras,
y sale el corazón a toda vela.
Danos un corazón grande para amar,
sé la madre de los que tienen un corazón de oro.

la luz del Espíritu da vueltas a tu corazón,
¡Oh llama, siempre viva!
Como el sol llena la aurora, tu corazón llena la Iglesia.

Miro tus ojos, claros, serenos, misericordiosos,
Con la mirada abierta, abierta a todo.
Eres Madre del Verbo, de la Palabra,
Aun en tus labios cerrados, hechos al silencio…

diciéndolo todo. No llevas corona.
¿Para qué? Virgen María, Madre con corazón,
¿Verdad que tú también nos miras?