Joan Chittister
La cuaresma no es un acontecimiento. No es algo que nos sucede. Como mucho es un microcosmos de lo que es el viaje vital al centro del propio yo.
El propósito de la Cuaresma es confrontarnos con nosotros mismos de un modo consciente y decidido que nos permite abordar bien el resto de la vida. No es un “tiempo penitencial”. Es un tiempo para crecer. Nos exige determinar aquellas cosas por las que se puede entregar la vida y aquello que necesitamos llegar a ser si queremos vivir de verdad. (National Catholic Reporter, Feb. 23, 2001)
- Chittister es benedictina de la comunidad de Eire, autora, y lecturer.