Todo puede bendecirnos, pero tenemos que estar allí para que la bendición se produzca. Estar presente atentamente es una decisión a la que se nos invita cada día. Es otro modo de llegar a ser como Dios.
La decisión por estar presente realmente no es fácil, debido a la realidad de nuestra existencia terriblemente ruidosa, confusa y distraída. Si podemos tomar esta decisión y vivirla, se convertirá en una especie de salvación para nosotros. Puede salvarnos de muchas clases de muerte: la muerte de la apatía y la mediocridad, la muerte del descuido, la muerte del aburrimiento, la muerte de la autosuficiencia, la muerte del sinsentido. En el mundo no hay nada tan curativo como la presencia real. Nuestra presencia real puede alimentar en otros el dolor por Dios. (A Tree Full of Angels: Seeking the Holy in the Ordinary, HarperCollins)
- Wiederkehr es hermana benedictina en el monasterio de St. Scholastica en Fort Smith, Arkansas.