Hacemos los que podemos, y el inmenso campo de las “obras de misericordia” está siempre abierto para nosotros. Se suele decir “haz lo que está haciendo”, si eres estudiante, estudia, prepárate para dar a otros, y mantén viva en ti mismo el sueño de un nuevo orden social. Todo trabajo, ya construya, o aumente la producción de alimentos, o cree cooperativas de crédito, o trabajando en industrias que producen para la verdaderas necesidades humanas, o trabajando en pequeñas industrias, o en artesanías-todas estas cosas pueden encuadrarse bajo el encabezamiento de “obras de misericordia”, que son opuestas a las “obras de guerra”.
La verdadera penitencia es trabajar, darse a los otros, o soportar los pinchazos de la vida de comunidad… Uno podría decir en muchas ocasiones: Dame lo bueno, lo cabal, lo franco, que supere las diferencias, los ataques, las puñaladas por la espalda, los altercados, los menosprecios, las difamaciones, los codazos para alcanzar mejores puestos, ese otro miserable tipo de guerra en el que estamos envueltos. San Pablo decía que él moría diariamente. Esta es una penitencia demasiado fuerte para tomársela alegremente… Alegrémonos en nuestros propios sufrimientos y demos gracias a Dios porque tenemos pequeñas penitencias que ofrecer en esta santa cuaresma. (por Little and By Little: The Selected Writings of Dorothy Day, Knopf)
- Day (1897-1980) confundadora del Catholic Worker movement.
