6. CON ESPÍRITU EN MEDIO DEL MUNDO

Exodo

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos. Dice Dios:
ponte en camino, yo te mostraré otra tierra; no te quedes.
No te quedes.
Aquí unas personas han puesto cadenas a otras personas.
No te acomodes a esta situación. Ven y sígueme!.
Vamos a hacer otra tierra.
Un pueblo verdadero
donde nadie engañará a nadie con carteles mentirosos.
Un pueblo libre donde nadie atará a nadie
con cadenas, leyes, y cárceles. Un pueblo humano donde nadie exprimirá a nadie.
Nos han enseñado a ganar.
Nos han educado para triunfar. Nos han dicho: tienes que vencer.
Preparados…
¡tenemos que salir de aquí! Nosotros nos vamos,
no estamos conformes.
No lo estaremos nunca… ";Ven y sígueme!".

   La tentación anda por la calle: coche, rebajas, bebidas… "vaya a lo suyo". También anda el ángel bueno. Dios no ha retirado el aliento de su Espíritu; hay nuevos diseños, signos de los tiempos. Dios ni está muerto, ni distraído. Ahí va un detalle: hoy son frecuentes los encuentros laicos-monjes. La paz silenciosa de los claustros, el canto gregoriano, la liturgia y oración de los contemplativos, los monasterios son cada día menos coto privilegiado de consagrados y acogen cada vez a más grupos de creyentes.

Un monje maduro decía a un Laico joven, paseando por el claustro:

– "El Espíritu me llama a santificarme en este lugar, aunque cada día rezo por el mundo; la plenitud del bautismo la vivo sometiendo mi libre albedrío a discernimiento comunitario, libre de las riquezas y de la concupiscencia de la vida".

Y el laico dijo:

– Yo estoy pringao en el mundo y el bautismo está en mi libertad, en la gestiôn de la cosa pública, no sea que la economía esclavice a la persona, y en los mimos dei amor".

    Antes del giro a otro lado del claustro los dos estaban de acuerdo: "El mismo Espíritu obra todo en todos" (1Cor 12,6). No era proselitismo, ni pesca vocacional, ni guerra de carismas porque "a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común" (1Cor 12,7). Los dos estaban contentos en su vocación.

    Pretendemos con estas líneas–favorecer la reflexión y el diálogo sobre la existencia cristiana desde la unidad más profunda del laico creyente: la experiencia del -Espíritu. El laico se vive y se comprende a sí mismo corno ser humano desde su ser cristiano en el mundo. Analizamos las características -generales de su espiritualidad en estas cuatro claves: Globalizante, Humanizadora, Integradora y Dinámica.

PARA PENSAR Y DIALOGAR

¿Descubres en la introducción elementos que te permitan afirmar que la espiritualidad laical es Éxodo? ¿Cuáles? ¿Por qué? (Básate en tu vida personal)