El Cardenal Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927, un Sábado Santo en Marktl am Inn, diócesis de Passau, Alemania; y fue bautizado ese mismo día. En sus memorias, reflexionando sobre el hecho, dice: “ser la primera persona a ser bautizada en el Agua Nueva de la Pascua era visto como un acto muy significativo por parte de la Providencia. Siempre me he llenado de sentimientos de gratitud por haber sido inmerso en el Misterio Pascual de esta manera;…cuanto más lo reflexiono, tanto más me parece apropiado a la naturaleza de nuestra vida humana: aún esperamos la Pascua definitiva, aún no estamos en la plenitud de la luz, pero hacia ella caminamos llenos de confianza.”
A Ratzinger se le hace difícil decir cuál es propiamente su pueblo natal. Al ser su padre miembro de la policía rural, era frecuentemente trasladado, y toda la familia con él, así, muchas veces tuvieron que ponerse en camino.
En 1929 la familia Ratzinger se muda a Tittmoning, pequeño pueblo a orillas del río Salzach, en la frontera con Austria.
En diciembre de 1932, debido a la abierta crítica de su padre hacia el nacional-socialismo, la familia Ratzinger se ve obligada a mudarse a Auschau am Inn, al pie de los Alpes.
En 1937 el padre del Cardenal Ratzinger pasa al retiro y se muda con toda la familia a Hufschlag, en las afueras de la ciudad de Traunstein, donde Josef pasaría la mayor parte de sus años de adolescente. Es aquí que inicia sus estudios en el Gymnasium de lenguas clásicas, donde aprende latín y griego.
En 1939 entra al seminario menor en Traunstein, dando el primer paso en su carrera eclesiástica.
En 1943, él y todos sus compañeros de clase son reclutados al Flak (escuadrón antiaéreo), sin embargo, les es permitido asistir a clases tres veces por semana.
En septiembre de 1944, habiendo alcanzado la edad militar, Ratzinger es relevado del Flak y regresa a casa. En noviembre pasa por el entrenamiento básico en la infantería alemana, mas debido a su pobre estado de salud, es exceptuado de buena parte de los rigores propios de la vida militar.
En la primavera de 1945, mientras se acercan las fuerzas aliadas, Ratzinger deja el ejército y regresa a su casa en Traunstein. Cuando finalmente llega el ejército americano hasta su ciudad, establecen su centro de operaciones en casa de los Ratzinger, identifican a Josef como soldado alemán y lo envían a un campo de prisioneros de guerra.
El 19 de junio de ese mismo año es liberado y regresa al hogar en Traunstein, lo sigue su hermano Georg en julio.
En noviembre, tanto él como su hermano mayor Georg, reingresan al seminario.
En 1947 Ratzinger ingresa al Herzogliches Georgianum, un instituto teológico ligado a la Universidad de Munich.
En 1951, el 29 de junio, Joseph y su hermano Georg son ordenados sacerdotes por el Cardenal Faulhaber en la catedral de Freising, en la Fiesta de los Santos Pedro y Pablo.
Desde 1952 hasta 1959, es miembro de la Facultad de la Escuela Superior de Filosofía y Teología, en Freising.
En 1953 recibe su doctorado en teología por la Universidad de Munich. Relacionado con el doctorado, publica su primer trabajo importante:”Volk und Haus Gottes in Augustins Lehre von der Kirche” (El Pueblo y la Casa de Dios en la doctrina de Agustín sobre la Iglesia). Ratzinger dedica su “Habilitationsschrift” -trabajo original de contribución a la investigación, con la finalidad de habilitarse para la docencia universitaria- a la revelación y a la teología de la historia de San Buenaventura.
En abril de 1959 Ratzinger se inicia como Profesor Principal del teología fundamental en la Universidad de Bonn. En agosto de ese año, su padre es convocado a la Casa del Padre. Desde 1962 hasta 1965 asiste a las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II en calidad de perito, como consejero teológico principal del Cardenal Frings de Colonia.
En 1963 se traslada a la Universidad de Münster, y en diciembre de ese año, fallece su madre.
En 1966 es nombrado profesor de teología dogmática en la universidad de Tübingen. Su nombramiento es fuertemente apoyado por el profesor Hans Küng . Ratzinger había conocido inicialmente a Küng en 1957 en un congreso de teología dogmática en Innsbruck. Luego de revisar el trabajo doctoral de Küng sobre Karl Barth, dice Ratzinger: “Tenía muchas preguntas que hacerle al respecto de este libro, pues, a pesar de que su estilo teológico no era el mío, lo había leído con placer y el autor me había suscitado respeto, pues su apertura y su rectitud me gustaron bastante. Así se estableció una buena relación de amistad, aún cuando poco después…una seria discusión comenzó entre nosotros acerca de la teología conciliar.”
En 1968 un ola de levantamientos estudiantiles barrió Europa, y el marxismo rápidamente se convirtió en el sistema intelectual dominante en Tübingen, adoctrinando no sólo a buena parte de sus estudiantes sino inclusive al cuerpo docente. Siendo testigo de esta subordinación de la religión a la ideología política marxista, Ratzinger anota: Existía una instrumentalización por parte de las ideologías que eran tiránicas, brutales y crueles. Esa experiencia me dejó claro que el abuso de fe debía ser precisamente resistido si se quería mantener el querer del Concilio.
En 1969, desencantado por su encuentro con la ideología radical de Tübingen, se traslada de regreso a Baviera, donde asume un puesto de profesor en la Universidad de Ratisbona. Luego es nombrado Decano, Vicepresidente. Ese año también es nombrado Consejero Teológico de los Obispos alemanes.
En 1972, Ratzinger, von Balthasar, De Lubac y otros lanzan la publicación teológica Communio, une revista periódica de teología católica y cultura.
En marzo de 1977, es nombrado Arzobispo de Münich y Freising, convirtiéndose en el primer sacerdote diocesano que luego de 80 años, asumía el encargo de tan vasta e importante arquidiócesis. Es urgido por su confesor a aceptar el cargo y escoge como su lema episcopal la frase de la carta de Juan, “Cooperador de la verdad”, y razona: “Por un lado, me parecía ser la relación entre mi tarea previa como profesor y mi nueva misión. A pesar de todas las diferencias de modo, lo que estaba en juego y seguía estándolo era seguir la verdad, estar a su servicio. Y por otro lado, porque en el mundo de hoy, el tema de la verdad ha desaparecido casi totalmente, pues aparece como algo demasiado grande para el hombre, y sin embargo, todo se desmorona si falta la verdad”. Es consagrado el 28 de mayo por el Obispo de Würzburg, Josef Stange. En junio de ese mismo año, es creado cardenal presbítero por el Papa Pablo VI, y recibe el título de S. Maria Consolatrice al Tiburtino. Ese año también, asistió a la IV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en el Vaticano.
En 1978 participó en el cónclave del 25 al 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo I, quien lo nombra enviado especial del Papa al III Congreso Mariológico Internacional, en Guayaquil, Ecuador, del 16 al 24 de septiembre. En octubre de ese año, participa en el Cónclave que elige a Juan Pablo II.
En 1980 Ratzinger es nombrado por Juan Pablo II a presidir el Sínodo especial para los laicos. Poco después, el Papa lo invita a encargarse de la Congregación para la Educación Católica. Ratzinger declina, pues considera que no debe dejar tan pronto su misión en Münich.
En 1981, en noviembre, acepta la invitación del Papa para asumir como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y Presidente de la Comisión Teológica Internacional.
El 15 de febrero de 1982 renunció al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Münich-Freising.
En 1983 asistió a la VI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano. fue uno de los tres presidentes delegados; miembro del secretariado general, de 1983 a 1986.
En 1985 asistió a la II Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano.
Desde 1986 presidió la Comisión para la preparación del Catecismo de la Iglesia Católica, que luego de 6 años de trabajo (1986-92) presentó el Nuevo Catecismo al Santo Padre.
En 1987 asistió a la VII Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano.
En 1990 asistió a la VIII Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano.
En 1991 asistió a la I Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano.
En 1993 fue elevado a Cardenal Obispo del título de la sede suburbicaria de Velletri-Segni. En 1994 asistió a la Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano, y a la IX Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, también en la Ciudad Vaticana.
En 1997 asistió a la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano.
En 1998 asistió a la Asamblea Especial para Asia del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano.
Elegido vice-decano del Colegio Cardenalicio, el 9 de noviembre de 1998.
Ese mismo año, asistió a la Asamblea Especial para Oceanía de Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano, del 22 de noviembre al 12 de diciembre.
En 1999 fue enviado especial del Papa a las celebraciones por el XII centenario de la creación de la diócesis de Paderborn, Alemania, el 3 de enero.
En octubre de ese mismo año asistió a la II Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano.
En noviembre de 2002, el Santo Padre aprueba su elección como Decano del Colegio Cardenalicio.
Hasta la muerte de Juan Pablo II era miembro de la Secretaría de Estado; de las Congregaciones Iglesias Orientales, Culto Divino y Sacramentos, Obispos, Evangelización de los pueblos, Educación católica; así como de los Pontificios Consejos para la Unidad de los cristianos y del de Cultura; de las Comisiones para América Latina y Ecclesia Dei.
Recibió por encargo del Santo Padre, la reflexión del Via Crucis durante la Semana Santa de 2005.