Catequesis del día del seminario para jóvenes y adolescentes

16 de marzo de 2010

Intención

    Las preguntas que nos hacemos emergen siempre de los temas más candentes y de ultimísima actualidad. En estos tiempos que corren vivimos varios frentes sociales, políticos, económicos… y también eclesiales. Se escucha, de forma persistente, en cada momento de la vida, la urgencia de hallar respuestas con las que poder vivir en paz, armonía y tranquilidad en todos los órdenes que configuran la vida del hombre.

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.     Nadie puede desentenderse de este tipo de preguntas; a lo sumo, hemos accedido a que otros respondan en nuestro lugar dependiendo de qué situación se trate, pero vemos y constatamos que ante la realidad que nos inquieta tampoco se puede dar una respuesta cualquiera, como para salir del paso, ya que se pone en juego el sentido mismo de la vida.
Haciéndonos eco del programa televisivo «Tengo una pregunta para usted», en el que ciudadanos de a pie de nuestro país formulaban sus inquietudes a dirigentes políticos y sociales de nuestra nación, vamos nosotros también a realizar una dinámica parecida en donde los jóvenes y adolescentes de nuestras comunidades o grupos cristianos puedan formular esa serie de interrogantes que aún hoy la vocación del sacerdote despierta. Cada uno del grupo tiene que saber formular una pregunta convencida y seria.

    Por medio de estas preguntas buscamos conocer de verdad al sacerdote que la Iglesia ha dispuesto y enviado a nuestro grupo, el que vive y trabaja en nuestra parroquia, en nuestro colegio, en nuestra comunidad… Es más por medio de lo que él nos pueda decir queremos conocer de verdad a ese Cristo que está dentro de nuestro sacerdote y que por medio de su ministerio se nos revela.

Dinámica
 
1. El grupo, junto con su tutor, preparará la dinámica «Tengo una pregunta para usted». Es el momento de elaborar las cuestiones acerca de la vocación y misión de un sacerdote, aquellos aspectos de su vida que más les llaman la atención, aquello que aún hoy sigue siendo un interrogante para nuestra sociedad… Sugerimos que las preguntas vayan en orden a estas dimensiones:

  1. Acerca de su formación y capacitación (cuándo sintió la vocación, años de estudio, vida en el seminario, primeras experiencias, la formación permanente, lecturas…).
  2. Acerca de su vida de oración y espiritualidad (cómo es la oración de un sacerdote, su vivencia y experiencia de Dios…).
  3. Acerca de su ministerio (experiencias en las parroquias, su historia sacerdotal por los diferentes pueblos o comunidades que haya pasado, su relación con los niños, adolescentes, jóvenes, matrimonios, enfermos, pobres y necesitados…).

2. Repartir los roles que esta dinámica exige:

  • Quiénes van a formular las preguntas y en qué orden.
  • Quién va a hacer de moderador.

3. Se puede terminar la actividad rezando juntos por las vocaciones al sacerdocio con la oración propia de la Jornada del Día del Seminario:

Señor Jesús, que has querido guiar a tu pueblo
mediante el ministerio de tus sacerdotes:
¡Gracias por tan preciado regalo a toda la humanidad!
Cuida a cuantos has llamado a ser tus pastores y cólmalos con tu Gracia.
Fortalece el corazón de aquellos jóvenes que están dispuestos
a arriesgarlo todo por Ti para ser testigos de tu misericordia entrañable,
para partir, repartir y compartir el pan de la Palabra y de la Eucaristía.
Amén.