1.AMBIENTACIÓN
Hemos tenido 365 días para construir nuestra vida y nuestra familia con amor. Hemos tenido 365 días para la búsqueda del Dios de Jesús. Hoy comienza de nuevo. En el horizonte tres figuras: una mujer, su esposo y un niño pequeño. Tres puntos que se funden en uno: el corazón de Dios al lado del nuestro, guiando y sintiendo a la Humanidad en el pálpito incesante de su amor para siempre.
2.PETICIONES DE PERDÓN
(Dirigidas a la Sagrada Familia)
Padre, te pido perdón por el principio de nuestra historia: orgullos, egoísmos, infidelidades…Tú fuiste siempre anuncio y palabra, amor y encarnación.
Te pido perdón por nuestro olvido, por silenciar tu nombre, por no dar cabida a tu misterio en nuestro pobre corazón.
María, tú fuiste reina y madre de Dios y del silencio. Tu oración fue siempre nuestra brisa, nuestra humilde y tierna canción.
María, te pido perdón por nuestro ruido, por no escuchar tu canto y tu gratitud. Por no valorar tu pureza y tu candor.
José, tú fuiste padre y trabajo en un mundo sencillo envuelto en virutas y arena.
Te pido perdón porque tú representas al hombre anónimo, al hombre que construye el mundo con su esfuerzo. Perdón por no ser fuerte y callado como tú.
Niño Jesús, te pido perdón. No supe ver tu ingenuidad, tu pobreza, tu desvalimiento, tu divinidad. Te pido perdón por mi seriedad, por querer ser hombre sin ser niño. Por olvidar tu paz y tu mensaje para el mundo.
Y a vosotros, hombres, mujeres y tierra, también os pido perdón por haber despreciado esta hermosa casa que Tú, Señor, nos dejaste en herencia. Por contaminar el mundo con guerras. Por no respetar al hombre y su jardín.
3. MONICIÓN A LAS LECTURAS
(Si 3,2-6.12-14 sal 127 Col 3,12-21 Mt 2,13-15.19-23
Es significativo que el penúltimo día del año lo podamos dedicar a contemplar la familia de Nazaret y revisar nuestra vida familiar hoy. La Palabra de Dios nos regala:
- Una invitación a los hijos a honrar, amar y respetar a los padres (Eclesiastés)
- Unas bendiciones: comer del propio trabajo, esposa que se encargará de la casa, largas vida y abundantes hijos en la mesa (Salmo)
- Un compromiso a cultivar valores como la misericordia, la bondad, la dulzura, la comprensión, pero sobre todo el amor que sella y garantiza la unidad. (Col)
- Buena Noticia: tener como referencia a los profetas de la Navidad Simeón y Ana
- Un desafío para nosotros y nuestra familias, recuperar la unidad, aprender a ser personas cristianas, con valores cristianos, a ser iglesia, a amar a los de casa.
HOMILIA. FIESTA DE LA SAGRADA FAMILA:
Escuela para el Amor (Ciclo A) : Sueño de esperanza
- Damos poca importancia a los sueños. Los sufrimos, los toleramos, pero raramente les prestamos la debida atención. A lo largo de la historia los sueños han servido para interpretar la vida. Se ha visto en ellos una luz, una señal, un mal presagio, una advertencia…Si recurrimos a los relatos de Daniel, de Jacob o de S. José, de quien nos habla el evangelio hoy, aprenderemos a dar importancia a la interpretación creyente de los sueños.
- ¿Cuál es el sueño sobre la familia de los niños que sufren por la separación de sus padres? ¿Qué sueños familiares tiene el marido acusado de malos tratos, o su mujer maltratada? ¿Qué sueño de familia es el del anciano amenazado con la residencia? ¿Cuál son los sueños del adolescente que soporta los gritos y malos modales de sus padres? ¿Qué sueños tiene la madre con su hijo parado, deprimido y a punto de caer en las redes del alcohol y de la droga?
- No sabemos si la situación de la familia hoy da para muchos sueños positivos, pero sí es motivo de ensueño y de preocupación para la Iglesia: “Levántate …, ya han muerto los que atentaban contra la vida del niño”, le dice el ángel en sueños a José. Y José se pone en camino.
- Las familias creyentes experimentan el atentado diario que supone para su fe y su ser el hecho de vivir en esta sociedad. Los sueños negativos sobre el futuro de la familia nos agobian. Hemos de poner nuestra atención en sueños positivos, de esperanza: los que sirven para afinar la percepción de la voluntad de Dios y la seguridad en el presente. Esos que pretenden lanzarnos sin miedos, por caminos creativos, con el fin de hacer posibles alternativas válidas a la realidad desequilibrada en la que viven nuestras familias. O se trata d que la Iglesia, de modo oficial, nos dé recetas prácticas, sino de que los cristianos casados y sus familias, ante la nueva cultura, recreen estilos diferentes de vivir la fe y la familia.
- La Palabra de Dios, como un sueño de esperanza, en medio de las celebraciones de la Navidad del Señor de estos días, nos ofrece hoy el uniforme que han de ponerse las familias que recorren el camino del Señor: “la misericordia entrañable, la bondad, la humildad…” Colosenses ofrece un rayo de luz, quizá un sueño, en medio del barullo en el que vivimos. Sed como el Señor, haced como el Señor, nos viene a recordar. No hay soluciones desde fuera. “Celebrad…enseñaos…exhortaos…dadle gracias…que todo sea en nombre de Jesús”.
La sabiduría del Eclesiástico nos recuerda lo básico y natural en el comportamiento de una persona: el respeto profundo por los que son parte de la familia. - Pero hay más. Los cristianos sabemos que existe una familia más grande que la propia, que la de la sangre, la nueva familia de la iglesia, nacida en Cristo. La familia-Iglesia ha de ser, por su fe y testimonio, fermento de una nueva vida cristiana.
- Es navidad. María, José y Jesús, en quien hemos comprendido la fragilidad en la que se desvela el Misterio de Dios, son la escuela para aprender y vivir el amor . La familia es escuela para la vida, y hemos de optar por hacer que esa escuela siga viva. Quienes han bebido en su fuente las primeras aguas de la fe y los valores del evangelio, saben que el calor del hogar es insustituible para orientar unas personalidades sanas, que asuman el evangelio. Optar por el cuidado de la familia es optar por la vida, y hacerlo con naturalidad es optar por la posibilidad de que el evangelio siga vivo.
PLEGARIAS DE SÚPLICA
Pedimos a Dios Padre, de quien procede toda familia, fuente de todo amor:
Escucha a tus hijos, Padre
- Para que las instituciones del Estado defiendan y ayuden a las familias.
- Para que los padres no desfallezcan en la difícil misión de educar a sus hijos
- Para que los esposos sean fieles a sus promesas y conserven el amor primero.
- Para que todos los hombres se respeten y se sientan hermanos.
- Para que todos nosotros sepamos agradecer lo que hemos recibido de nuestras familias
- Para que la Iglesia, consagrada por el Espíritu Santo, crezca en la unidad y sirva de reconciliación de los pueblos, en camino hacia la familia universal.
OFERTORIO: LENGUAJE DE LOS SIGNOS
- Lista de los casados y de los bautizados en el año, y se coloca en el altar.
- Imagen de la Sagrada Familia.
- Cartel del Día de la Sagrada Familia.
- Arena y Paloma de la Paz. Nos hacen mucha falta un desierto para el silencio y ángel para anunciar la convivencia de la paz. Un ángel que pinte de azul nuestra casa y las estancias interiores de nuestro corazón.
PADRE NUESTRO (alrededor del presbiterio podían salir varias familias (niños, padres, abuelos, parientes…cogidos de la mano rezamos)
ABRAZO DE PAZ ( Cuchilleo para dialogar: destaca dos aspectos positivos y uno negativo de la familia actual y qué valor habría que cuidar con preferencia. Después nos damos el abrazo de paz con la persona con la que hemos dialogado)
ORACIÓN FINAL ( Se puede rezar la que se ofrezca para dicho día por la Comisión de Familia de la Conferencia Episcopal)