La ciencia acaba de dar uno de esos saltos que marcan historia. Dos equipos científicos diferentes, con procedimientos distintos, han logrado reprogramar células de la piel humana en células madre capaces de diferenciarse en cualquier tejido del cuerpo humano.
Han conseguido darle la vuelta al reloj del desarrollo biológico y convertir una célula somática ya diferenciada, en este caso una simple célula de la piel, en una célula que se comporta y actúa como si fuera embrionaria, es decir, capaz de convertirse de nuevo en célula cardiaca, ósea, neurona o de cualquier otro tipo. Con este paso, calificado de revolucionario por la comunidad científica, la medicina regenerativa se acerca más a su objetivo final: la posibilidad de crear tejidos humanos para reparar órganos dañados a partir del material genético del propio paciente, lo que evitará cualquier tipo de rechazo.
Han conseguido darle la vuelta al reloj del desarrollo biológico y convertir una célula somática ya diferenciada, en este caso una simple célula de la piel, en una célula que se comporta y actúa como si fuera embrionaria, es decir, capaz de convertirse de nuevo en célula cardiaca, ósea, neurona o de cualquier otro tipo. Con este paso, calificado de revolucionario por la comunidad científica, la medicina regenerativa se acerca más a su objetivo final: la posibilidad de crear tejidos humanos para reparar órganos dañados a partir del material genético del propio paciente, lo que evitará cualquier tipo de rechazo.