Críticas de las ONG al G8

9 de julio de 2009

 Mientras los líderes del G8 (una mujer entre sietehombres) que se reúnendurante tres días en L’Aquila (Italia) posan sonrientes, relajados yelegantes e intentan transmitir confianza, más de 75.000 niños y niñas morirána causa de enfermedades prevenibles, según denuncia la ONG Save the children.
(JPG)
 Pero si a estos niños no les llegan lassonrisas de los líderes, tampoco su dinero. “Recortar las ayudas al desarrollodebido a la crisis mientras se conceden billones al sistema financieropara evitar la bancarrota, es como robar a los pobres para alimentar alos ricos”, asegura la Secretaria General de Cáritas Internationalis,Lesley Anne Knight.

 En ese sentido, la ONG Save the Childrenasegura que losrepresentantes del G8 “no están haciendo lo suficiente para salvar lasvidas de los 9,2 millones de niños que pierden la vida cada año porenfermedades fácilmente remediables”. “Es vergonzoso”,añade.

 El problema, según denuncia Tom Kucharz,de Ecologistasen Acción, radica en que este grupo de personas poderosas «no puede erradicar el hambre enel mundo, porque lo ha creado, por lo tanto lo más coherente que puedenhacer los gobiernos reunidos en L’Aquila es declarar la disolución delG8”. “Seguir con el dogma del libre mercado y profundizarla liberalización comercial, como pretende el G-8, sentenciaría amuerte a millones de personas y supone un crimen contra la humanidad»,añade.

Promesas, sólo promesas

 “Siel G8 falla otra vez habrá demostrado ser irrelevante”,asegura Lesley Anne Knight. Y es que los líderes del G8 no sólo hanincumplido la promesa que hicieron en Gleneagles «de dar 50 milmillones de dólares extra en ayuda al desarrollo para 2010», denunciaSave the Children, sino que algunos de ellos, «especialmente Francia eItalia, han suspendido sus ayudas poniendo la crisis como excusa»,explica la ONG católica Cáritas.

 Por ese motivo, según Julio Alonso,director de comunicación de Save the Children, los jefes de Estadoreunidos en el G8, «este año tendrán que demostrar que estáncomprometidos». Y lo harán, a su juicio, si doblan la cantidad queestán destinando a parar la muerte entre niños. “El G8 y otros países ricos tansólo están destinando 3,5 mil millones de dólares al año a parar lamortalidad infantil”, explica Alonso. Justo “la mitad de lo que se necesitapara reducirla sustancialmente”, indica.

El clima que no cuida laCumbre

 El Secretario general de CIDSE (una coaliciónde 16 agencias católicas de Europa y Norteamérica, a la que pertenece Manos Unidas,la única española), Bernd Nilles, asegura que los países del G8 han fracasado,también, en su compromiso de recortar las emisiones de gasescontaminantes para evitar los peligros del cambio climático,que repercuten, en primer lugar, en los países más empobrecidos.

 Al mismo tiempo, acusa a estas nacionesde no proporcionar “a los países en desarrollo la ayuda necesaria paraadaptarse a los impactos que el cambio climático puede tener sobreellos”. “Parecen estarjugando, mientras Roma se quema”, señala.

 Por su parte, Mónica Vargas, del Observatorio de la Deuda en laGlobalización, aprovechando que Zapatero ha hablado enL’Aquila de “cooperación al desarrollo”, ha mostrado su desacuerdo conlas políticas españolas en materia de solidaridad: “generan hambre, pobreza,destrucción medio ambiental en los países del Sur, a raízde sus emisiones de gases de efecto invernadero, sus políticasfinancieras y comerciales, y la creciente importación de combustiblesfósiles y otras materias primas. Todas estas políticas tienen unimpacto mucho mayor que toda la cooperación española junta”, enfatizó.

 La OMS, por último, ha mostradorepetidamente que lasmedidas adoptadas por miembros del G8, “tienen efectos catastróficos enla agricultura”.