Mateo (7,7-12):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!
Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas».
Reflexión
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá…» nos dice hoy el evangelio de Mateo. Y se trata de la actitud más sincera de un cristiano que busca la fraternidad. No está garantizanda seguridad alguna conforme a nuestros propósitos o planteamientos iniciales, sino absoluta confianza en la sorpresa de Dios. Pedir, buscar y llamar son tres verbos imprescindibles para la vida. Nos sitúa en el lugar correcto del diálogo con Dios. Quien pide, busca y llama se hace consciente de su debilidad y suplica la fuerza de aquel que la tiene: Dios. No condiciona, ni compra la respuesta de Dios porque entiende que esta se inscribe en la absoluta libertad de quien crea y quiera a la humanidad. Justamente la confianza en ese amor incondicional va haciendo posible que nuestras vidas, cada vez más, se acerquen a la aceptación de la voluntad y libertad de Dios-Padre.
Oración
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
Tengo días y días,
y ocurre que hoy me veo capaz de comerme el mundo,
pero mañana es el mundo el que me come…
Y entonces me vienen a la cabeza tus discípulos en la barca,
como cuando estalló aquella tormenta,
y Tú seguías durmiendo.
Y ellos estaban seguros, aunque no lo sabían.
O pienso en aquel centurión
que necesitaba sólo de tus palabras para que su criado quedara sano.
Me fío de ti, y miro de otra manera mis problemas,
y es que confiar en ti, en tu proyecto, en tu presencia,
me abre las puertas a otra forma de afrontar cada jornada
(PastoralSJ)