Cuaresma 2022: Miércoles 16 de marzo semana II de Cuaresma

Mateo (20,17-28):

EN aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino:
«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.Reflexión

Confundir el seguimiento de Jesús con la obtención de algún privilegio está presente en la comunidad de discípulos y discípulas desde el comienzo de la historia. Hoy tenemos la versión de Mateo donde esta madre de los hijos de Zebedeo quien hace la petición a Jesús: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda». Y hasta nos podemos escandalizar por el atrevimiento y la falta de autenticidad. Sin embargo, si nos miramos con un poco de atención, ¿no estará más presente de lo que pensamos esta tentación en nuestras comunidades? ¿no es una dificultad constante de nuestra propia vida? El descubrimiento de Jesús el Señor desde la fe provoca en el corazón del ser humano la satisfacción plena de su realización. La alegría es el seguimiento, la proximidad y la experiencia de un corazón se enancha porque lee la vida y las relaciones desde el Reino. Cuando nos peleamos por una silla, un puesto, un cargo o responsabilidad; cuando no aceptamos a quienes viven con nosotros la experiencia de fe… No nos justifiquemos diciendo que ha crecido el espíritu crítico, sencillamente se ha debilitado la fe y hemos transformado la comunión en negocio.

Oración

Para librarte de ti mismo,
lanza un puente más allá del abismo de la soledad
que tu egoísmo ha creado.
Intenta ver más allá de ti mismo.
Intenta escuchar a algún otro
y sobre todo prueba en esforzarte por amar
en vez de amarte a ti solo…
si quieres ser libre,
tienes que librarte ante todo del exceso de poseer
que tanto te llena, de pies a cabeza.

(Helder Cámara).

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.