Cuaresma 2022: Viernes 25 de marzo Anunciación del Señor

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.Lecturas del día

Reflexón

Celebramos hoy la Anunciación del Señor o la fe de María, que bien pudiera ser el título de esta solemnidad. Como sabemos, de María se nos dice bien poco en los evangelios. Pero de lo que se nos dice no sobra una coma. Nos refleja la actitud de una mujer capaz de dejarse mirar por Dios. No conoce ni el desenlace ni las  consecuencias, solo sabe que se fía, que cree lo que se le dice y que pone su seguridad y esperanza en manos de quien es la Palabra verdadera. Es muy significativo como en el texto bíblico se nos indica que María «se turbó grandemente» porque no sabía qué saludo era aquel. Paradójicamente ese no saber de María es para nuestro hoy la mejor garantía. Estamos llamados a dejarnos hacer por una Palabra sorpresiva e inesperada, por eso el ejemplo de María nos hace posible para todos un camino desconocido y nuevo más allá de toda previsión. Inaugura María un nuevo estilo de relación y pertenencia para la humanidad; con su aceptación posibilita y hace real una fraternidad que supera todo cálculo humano. Pero como en su momento, también la fraternidad hoy es una experiencia abierta, sin calculo. No sabemos dónde nos va a llevar ni qué consecuencias puede tener. Solo sabemos que quien nos convoca a ella es la garantía y presencia. A cada uno de nosotros nos resta responder: aquí estoy.

Oración

Decir tu nombre, María,
es decir que la Pobreza
compra los ojos de Dios.
Decir tu nombre, María,
es decir que la Promesa
sabe a leche de mujer.
Decir tu nombre, María,
es decir que nuestra carne
viste el silencio del Verbo.
Decir tu nombre, María,
es decir que el Reino viene
caminando con la Historia.
Decir tu nombre, María,
es decir, junto a la Cruz
y en las llamas del Espíritu.
Decir tu nombre, María,
es decir que todo nombre
puede estar lleno de Gracia.
Decir tu nombre, María,
es decir que toda suerte
puede ser también Su Pascua.
Decir tu nombre, María,
es decirte toda Suya,
Causa de Nuestra Alegría.
(Pedro Casaldáliga, cmf)

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