Derechos humanos en la frontera sur 2006

18 de enero de 2007
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Desde 1997 la APDHA viene realizando un seguimiento sobre lainmigración clandestina desde África haciaEspaña. Fruto de este seguimiento han sido los InformesAnuales que la APDHAviene publicando sobre Derechos Humanos en la Frontera Sur.

(JPG)En lo que se refiere al año 2006 el Informe aborda cuestiones como el análisis de los flujos migratoriosactuales, sus causas y su evolución, laspolíticas hiper-restrictivas frente a los mismos y susgraves consecuencias respecto a los derechos humanos. Desde este punto de vista señala las importantes preocupaciones de la APDHA por la falta de respetoa los derechos humanos por parte del Gobierno Español,entre ellas, de forma detallada, la situación en losdiferentes Centros de Internamiento sean “oficiales” o más bien “irregulares”.

De forma detallada el Informe se hace un seguimiento de las muertesvictimas de la inmigración clandestina. Como se puedecomprobar en el mismo, la APDHA ha documentado que 1.167 personas han perdido la vida intentando simplemente buscar otro futuro, salir de la situación sin presente que perciben en suspaíses. Pero ni mucho menos son todos: nunca sabremosrealmente cuantas han muerto. Sólo en este añoposiblemente estemos hablando de la escalofriante cifra de seis o siete mil personas.

Se trata sin duda de una catástrofe humanitaria de similarenvergadura a tantas catástrofes naturales que asolan elplaneta. Sorprende la indiferencia de una buena parte de nuestrasociedad. Sorprende aún más el empecinamiento encontinuar con las mismas políticas que vienen demostrando sufracaso durante años, ineficaces incluso para el objetivoque dicen pretender y causantes de tanta muerte, dolor y sufrimiento.

Durante el año 2006, ante el incremento de lamigración africana a Europa a través de las islasCanarias, el Gobierno español ha puesto en marcha undespliegue sin precedentes, desconocido hasta ahora en su magnitud,para el control de fronteras. En el informe damos cuenta de estedespliegue, hasta donde hemos podido averiguar teniendo en cuenta elgrado de secretismo que oculta buena parte de las políticasgubernamentales en este tema. Sólo podemos decir de nuevoque con toda seguridad será inútil. De formainexorable se han ido trasladando los escenarios del drama, conforme se iban multiplicando las dificultades para poder sortear los controles fronterizos. De Cádiz a Granada y Almería, luego a Ceuta, Melilla y Marruecos. Posteriormente el Sahara, Mauritania y ahora Senegal, Gambia o Cabo Verde.

¿Hasta donde se va a llegar? Como se analiza en el informe,nuevas generaciones de jóvenes africanos tienen firmementeinteriorizada la necesidad de salir de sus países, defugarse de donde no ven ningún futuro para ellos y susfamilias. Jóvenes que han dicho basta, que sean cuales seanlas dificultades y las penurias, sea cual sea el riesgo de perder lavida, van a seguir intentando llegar a Europa, que se presenta paraellos como la única alternativa de una vida digna.

Frente a esta realidad ampliamente extendida en el continente, elincremento de los controles, de las políticas restrictivas,de la represión o de la implicación de losgobiernos africanos… está condenadoirremediablemente al fracaso.

Como denunciamos en este Informe, lo que es inevitable y consustancial a este tipo de políticas es la gravísimaviolación de derechos humanos que provoca. Miles de muertos,miles de heridos, militarización, cooperacióncondicionada, desprecio a los pueblos africanos, trato degradante einhumano a las personas, deportaciones, denegación delderecho de asilo y refugio, aumento del racismo…Lamentablemente el Gobierno de España y la UniónEuropea cierran los ojos ante esta vulneración de ConveniosInternacionales de protección de los derechos humanos, degraves incumplimientos de nuestra propia legislación y de laConstitución, considerando que se trata de un simple eindeseado “efecto colateral” en la lucha por lo queconsideran un bien mayor: el control de nuestras fronteras y elcumplimiento de políticas de lucha contra lainmigración ilegal.

Pero ningún control de fronteras justifica laviolación de los derechos humanos. El respeto escrupuloso delos derechos humanos de aquellos que intentar entrar debe estar porencima del propio control de fronteras (en primer lugar el derecho a la vida, pero también a una acogida digna, derecho a laasistencia jurídica y a intérprete,…).Como asimismo lo están derechos humanos esenciales como elderecho al asilo y al refugio o el derecho a vivir en familia o elderecho de los menores a recibir protección….

El Informe concluye reclamando de nuevo un giro de 180 grados en eltrato hacia el continente africano y, muy particularmente, en laspolíticas migratorias que se han venido implementando en losúltimos quince años. Y planteando la necesidad deotra gestión, mas abierta, mas racional de los flujos que,paradójicamente puede ayudar a reducir la irregularidadfavorecida precisamente por las políticas de cierre defronteras actuales.

Informe completo:
http://www.apdha.org/documentos/informeinmigra2006.doc