DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA

2 de marzo de 2005
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1
Introducción
2
En este documento vamos a describir de forma sencilla y resumida los rasgos mas significativos
que caracterizan a la sociedad española así como un análisis de qué se puede hacer y cómo se
puede actuar desde una postura de cristianos comprometidos.
La información que nos ha servido para elaborar este documento ha sido recogida a
través de un cuestionario, que sirve de base de la investigación, acerca de cómo perciben una
serie de valores las personas que han participado en unas encuestas realizadas en los años
1981, 1990 y 1999.
HIPÓTESIS DE PARTIDA

  • Vivimos en una sociedad en la que se están produciendo muchos cambios y de una gran
    intensidad.
  • Nuestra fe nos impide encerrarnos en una urna y aislarnos de la realidad que nos rodea.
  • Nuestra fe nos empuja a integrarnos en la sociedad a la que pertenecemos, para hacer
    realidad el mandato de ser “sal de la tierra”.
  • Estar en la sociedad, influirla y actuar en ella desde nuestra fe y con nuestra fe nos
    obliga a conocer dicha SOCIEDAD. Y eso es lo que queremos hacer a traves de este
    documento.
  • Nuestra actuación no debe estar impulsada por la frustración respecto a la situación actual
    o la añoranza de otros tiempos pasados sino siendo conscientes de donde estamos y
    desde el convencimiento de que nuestra fe nos capacita para tener muchas cosas que decir
    y que aportar para ayudar a trasformar dicha sociedad.
    3
    I JERARQUÍA DE PRIORIDADES
    Un elemento esencial para llegar a conocer la importancia que las personas dan a los
    valores es el analizar cual es la jerarquía de prioridades que rige sus vidas, es decir, qué
    aspectos de la vida social consideran más importantes.
    Los resultados obtenidos muestran que el primer lugar sigue estando ocupado por la
    familia, seguido del trabajo, los amigos y el tiempo libre. Con menos interés está la religión. Y la
    política aparece como un aspecto que interesa en mucha menor medida que el resto.
    Importancia para la propia vida
    Aspectos
    Sociales
    % que lo consideran Muy
    Importante + Bastante Importante
    Familia 99
    Trabajo 94
    Amigos y
    conocidos
    86
    Tiempo libre
    y ocio
    80
    Religión 42
    Política 19
    Hombres y mujeres mantienen el mismo orden de preferencias pero no así el peso atribuido a
    cada una de las dimensiones. La mayor diferencia se produce en relación con la religión dado que
    mientras en los hombres el porcentaje de los que la consideran bastante o muy importante es del
    32% en las mujeres ese tanto por ciento asciende hasta el 52%.
    El orden de prioridades también se mantiene en los distintos grupos de edad, aunque con algunas
    diferencias dignas de destacar:
  • Conforme aumenta la edad disminuye la importancia dada al trabajo y
    paradójicamente lo mismo ocurre con la valoración dada al tiempo libre.
  • Los jóvenes dan más importancia a los amigos y al tiempo libre que la gente de
    mayor edad, y son los que menos valoran la política.
  • La importancia que se da a la religión aumenta con la edad, en la medida que apenas
    un 19% de los jóvenes la consideran bastante o muy importante, en tanto que entre la
    población de mayor edad ese porcentaje es del 69%.
  • La variable nivel de estudios tampoco llega a alterar el orden de importancia de los
    aspectos sociales considerados, aunque sí introduce ciertas diferencias en el grado de
    importancia de alguno de dichos factores. Así resulta que la religión encuentra más
    apoyo entre la población de menor nivel de estudios, mientras que aquellas personas
    con un mayor nivel educativo valoran más positivamente la amistad y el tiempo de
    4
    ocio.
    Si consideramos la dimensión ideológica izquierda-derecha la jerarquía de valores
    mayoritariamente asumida por la sociedad española se altera en dos ocasiones. Aquellas personas
    que se sitúan ideológicamente más a la izquierda valoran la política por encima de la importancia
    que le dan a la religión. Por el contrario entre las personas ideológicamente más de derechas la
    religión es considerada bastante o muy importante por el 74% de la misma, situándose muy por
    encima del 42% que se da en el total de la población.
    5
    II LA FAMILIA
    Los resultados obtenidos ponen de manifiesto que la familia sigue siendo el eje fundamental en
    torno al cual gira la vida de la población. Para saber cómo actuar necesitamos por tanto ahondar
    en el estudio de los rasgos mas característicos de la misma y en los cambios que se están
    produciendo en torno a ella, para que así nuestra actuación pueda ser mas efectiva e influyente.
    Los autores de la encuesta comentan que los cambios que se vienen produciendo en la familia en
    los 40 últimos años han sido posiblemente los más profundos del conjunto de los cambios que se
    habían dado a lo largo de la historia, lo que a su juicio constituye una verdadera revolución
    familiar.
  1. Vivimos en una sociedad plural y una manifestación de esa pluralidad
    se produce en los distintos modelos de familia existentes:
  • La familia troncal tradicional está en franca recesión y ha dado paso a la familia nuclear
    reducida, con una media de 3,3 miembros y un promedio de hijos de 1,6. Ello supone 1,07
    hijos por mujer en edad fértil, que es un valor muy por debajo del nivel de reemplazo
    demográfico y es la tasa de natalidad más baja de Europa.
  • Aparece la familia monoparental, no sólo como consecuencia de la viudedad o de
    separaciones, sino como forma elegida por mujeres que desean prescindir de la relación
    estable con un hombre en pro de una mayor libertad y al margen de la tradicional mala
    imagen de la madre soltera.
    El número de familias monoparentales ha aumentado en algunos países de forma
    considerable. El aumento del porcentaje de niños que viven con un progenitor soltero en
    Estados Unidos entre 1980 y 1990 pasó del 5 % al 30 %. En Europa occidental, el
    porcentaje de niños nacidos de madre soltera se situaba en 1995 en el 7 % en Alemania,
    rozaba el 15 % en Gran Bretaña y Francia, y sobrepasaba el 30 % en Dinamarca.
  • Hoy salen también a la luz, sin complejos: las familias polinucleares, padre de familia que
    debe atender económicamente, además de su actual hogar, algún hogar monoparental dejado
    tras divorcio o separación, o a hijos tenidos fuera del matrimonio.
  • Las parejas de hecho, formando sus própios hogares y al margen de las formalidades
    institucionales son una realidad cada vez mas extendida.
  • Aumentan los colectivos de homosexuales que reivindican su derecho a formar su propia
    familia, incluyendo la posibilidad de poder adoptar niños.
  • La liberación de las relaciones sexuales, entendidas por algunos jóvenes como práctica
    compatible con la fidelidad en el matrimonio, en la medida en que se den en un contexto de
    mutuo acuerdo es otro indicador mas de la la pluralidad existente y de los distintos modelos
    de familia que prevalecen en nuestra sociedad.
  1. Cambio con relación a los roles de la mujer y el hombre
    Hoy se va entendiendo de diferente manera, no sólo el papel de la mujer en casa y en el trabajo,
    6
    sino que también se ha sometido a revisión el constructo de mujer y madre.
    En gran medida se va rompiendo con los principios defendidos por la Psiquiatría que, aun bien
    entrada la segunda mitad del siglo XX, responsabilizaba a la madre del equilibrio afectivo del
    niño, atribuyéndole, en solitario, esta responsabilidad educativa .
    Esta visión diferente de la mujer y consecuentemente también del hombre, ha traído como
    consecuencia la ruptura con la convicción de que la mujer para realizarse debía ser madre,
    aumentando el número de los que piensan que la mejor forma de ser mujer independiente es la de
    tener un empleo.
    En cuanto al hombre, surge la necesidad de que éste asuma su dimensión emotiva, faceta que la
    educación tradicional había relegado a un segundo lugar, por considerarla más propia de la mujer.
    El hombre entra también dentro de la familia en la rueda del cambio, por la necesidad de tenerse
    que adaptar a su nuevo papel
    El hombre pasa a desempeñar un mayor protagonismo en relación a la paternidad y a unas
    relaciones conyugales distintas, caracterizadas por el desempeño entre el hombre y la mujer de
    roles mucho menos diferenciados. Se trata de una creciente igualdad que se traduce, por un lado,
    en compartir la función de mantener y administrar económicamente el hogar (tradicionalmente
    atribuida al hombre) y , por otro lado, en una mayor implicación del hombre compartiendo tareas
    domésticas, el cuidado de los niños etc.
    Vamos a analizar la situación de la familia en 1999 a través de cómo la ven los españoles en
    relación a diferentes puntos:
    2.1. El matrimonio. Qué piensan sobre él con relación a:
    2.1.1 Actualidad de la institución del matrimonio y de la pareja.
    2.1.2 Las condiciones que facilitan el éxito matrimonial
    2.2 Los padres y los hijos. Cómo se viven sus necesidades y res ponsabilidades
    en el seno de la familia.
  • La necesidad del niño de tener un hogar con un padre y una
    madre.
  • La necesidad del hombre y la mujer de tener hijos.
  • Amor a los padres y responsabilidad de los padres.
    2.3 El papel del hombre y de la mujer en el hogar. Qué fun ción
    están jugando estos cambios en la vida de la familia
    2.4 La socialización de los hijos. Qué cualidades se consideran
    importantes para transmitir a los hijos.
    2.1) El matrimonio
    Los que levantan su voz proclamando la desaparición del matrimonio no tienen razón, aunque sí
    es cierto que son muchos los cambios que se estan produciendo en torno al mismo.
    2.1.1) Actualidad de la institución del matrimonio y de la pareja
    No cabe duda de que en la sociedad española la familia ha cambiado y sigue cambiando. Pero
    7
    aunque esos cambios a muchos les asustan y les parecen fruto de una eclosión catastrofista,
    producida por una pérdida generalizada de los valores tradicionales, en realidad no es así.
    Para un 75% de los españoles el matrimonio sigue siendo una institución de plena actualidad, el
    16% considera que es una institución pasada de moda y el 9% NS/NC. La evolución temporal es
    además hacia un reforzamiento del apoyo.
    1981 1990 1999
    Acuerdo 23 13 16
    Desacuerdo 71 82 75
    Acuerdo con la
    frase: “El
    matrimonio es una
    institución pasada
    de moda”.
    Aunque en todas las edades es mayoritario el número de los que rechazan que sea una institución
    pasada de moda ese rechazo aumenta con la edad.
    18-24 años 25-34 35-44 45-54 55-6465 y más
    Acuerdo 28 19 18 15 8 7
    Desacuerdo 58 66 73 79 88 89
    Acuerdo con
    la frase: “El
    matrimonio
    es una
    institución
    pasada de
    moda”.
    En Relación con el matrimonio otra cuestión de interés analizada en la encuesta es
    ¿Se considera necesario el matrimonio o la relación estable de larga duración para ser feliz?
    Los resultados obtenidos son:
    56% están muy de acuerdo o de acuerdo
    22% dudosos
    22% en desacuerdo o muy en desacuerdo
    El acuerdo con la opción de matrimonio-relación estable aumenta con la edad.
    El Acuerdo va disminuyendo en la medida que aumenta el nivel de estudios y con el aumento de
    cualificación profesional: Parece así que las posibilidades económicas de tiempo libre y la
    libertad que puede proporcionar un trabajo más profesional supone una alternativa al matrimonio,
    reconocida sobre todo entre los más jóvenes y de mayor nivel de estudios.
    Es de destacar que en relación con esta cuestión no hay diferencias entre hombres y mujeres,
    rompiéndose pues la idea tradicional de que entre las mujeres la soltería era percibida más
    negativamente. La autonomía económica, el valor de la independencia, la mayor facilidad para
    encontrar en la vida oportunidades de ocio, las mayores posibilidades para las relaciones sociales
    y la mayor permisividad sexual parecen estar en la base del cambio.
    8
    Se puede concluir que la institución del matrimonio es apoyada mayoritariamente por casi todos
    los grupos de españoles y que no es una condición anclada en la tradición. Pero queda claro
    también, que actualmente no se percibe como la condición única y mucho menos necesaria para
    ser feliz.
    El matrimonio y la relación estable siguen siendo muy valorados y se perciben como una forma
    de vida que puede acarrear la felicidad pero se aceptan, también, y se buscan otras vías para
    lograrla
    2.1.1) Condiciones que facilitan el éxito matrimonial.
    Los porcentajes de personas que consideran que las cualidades señaladas son muy
    importantes para el éxito matrimonial son los siguientes:
    Tipos de factor
    Ideológicoconvencional
    Compartir las mismas creencias
    religiosas
    20
    Mismo medio social 17
    Mismos orígenes étnicos 15
    Acuerdo en cuestiones políticas. 10
    Emocional-afectivo La fidelidad 79
    Mutuo aprecio / respeto 78
    Comprensión/Tolerancia 75
    Los hijos 65
    Relacional
    Externo
    Compartir quehaceres hogar 36
    Hablar mucho sobre intereses comunes 49
    Pasar juntos todo el tiempo posible 46
    Discutir los problemas que surgen 62
    De calidad de Vida Externa Unos ingresos adecuados 33
    Relación sexual feliz 58
    Vivir
    independientemente de
    familia politica.
    31
    Buenas Condiciones
    vivienda
    30
    9
    Los resultados obtenidos prueban que el factor Emocional-afectivo es el más importante. Tiene
    que ver con la fidelidad, aprecio y respeto, compresión y tolerancia e hijos. Se trata de un factor
    que expresa la dinámica interna de las relaciones personales así como la cohesión emocional y
    afectiva.
    Le sigue en orden de importancia el factor relacional externo, que expresa una relación de apoyo
    mutuo pero desde una dimensión más superficial. Tiene que ver con comportamientos más
    externos. De acompañamiento, de facilitar que las cosas funcionen sintiéndose a la vez a gusto.
    Las cualidades que se consideran son las que menos influyen en el éxito matrimonial son las
    agrupadas como factor ideológico convencional. Además de ser las que menos importancia tienen
    su valoración ha descendido desde 1980, probablemente porque la sociedad concede menos
    importancia a ciertos convencionalismos que tienen que ver con esas cualidades.
    2.1) Análisis de la familia a través de las necesidades de padres e hijos
    La población española reconoce mayoritariamente la importancia que tiene para la felicidad del
    niño el tener un hogar con un padre y una madre. Esa opinión es expresada por un 84% de los
    encuestados en tanto que solo un 11% la rechaza.
    Las opiniones, en cambio, están muy divididas al preguntar acerca de la importancia que tiene
    para un hombre o una mujer el tener hijos.
    Acuerdo Desacuerdo
    Un hombre necesita tener hijos
    para realizarse
    34 54
    Una mujer necesita tener hijos
    para realizarse
    44 47
    Las valoraciones del cuadro anterior no están condicionadas por el miedo a no poder atenderle si
    se trabaja, puesto que el 74% piensa que el trabajo es compatible con la relación cálida con el
    hijo, sino más bien es la consecuencia de que la mujer está experimentando unas formas de vida
    diferentes a la que se le atribuía históricamente: la maternidad. Hoy para el 75% de las mujeres
    tener un empleo es la mejor forma de ser una persona independiente. Esto explica a su vez que
    entre los universitarios sólo el 29% piense que la mujer necesita tener hijos y el 27% atribuya esta
    necesidad a los hombres, y que los colectivos que defienden más esta necesidad sean los mayores
    de sesenta y cinco años – en los que la proporción de mujeres que trabaja era muy pequeña -, los
    trabajadores de menor nivel de estudios y las amas de casa.
    Así pues podemos concluir que para un niño es muy importante tener un hogar con un padre y
    una madre pero para los adultos no es tan importante el tener hijos
    Tener un hijo como madre soltera
    Si una mujer desea tener un
    hijo como madre soltera
    1981 1990 1993
    Lo aprueba 36 60 63
    Lo desaprueba 36 23 17
    La figura de la madre soltera se ve en la actualidad con mucha mayor normalidad de lo que se
    veía en 1981.
    10
    A la vista de los resultados obtenidos parece contradictorio que mientras un 84% de la población
    reconoce la necesidad de que el niño crezca en un hogar con un padre y una madre haya también
    un 63% que aprueben que la mujer pueda tener un hijo como madre soltera y mas contradictorio
    aún si se tiene en cuenta que sólo el 44% afirma que la mujer necesita tener hijos para realizarse.
    En relación con la familia entra en conflicto el reconocimiento de lo que se entiende como
    derechos individuales (manifestado a través de la libertad que se reconoce a la mujer de tener
    hijos como madre soltera) con los derechos que se le reconocen al niño a tener un hogar con
    padre y madre.
    Esta contradicción se da incluso entre las personas que se consideran religiosas. En este grupo el
    90% creen que el niño tiene derecho a tener un hogar con un padre y una madre, pero a su vez el
    54% reconoce el derecho a ser madre soltera.
    Religiosidad Derecho del niño a
    tener hogar con un
    padre y madre
    Tener un
    hijo como
    madre
    soltera
    Aprueba Depende Desaprueba
    Religiosa 90 54 17 25
    No religiosa 80 73 14 8
    Ateo
    convencido
    58 83 8 7
    2.3) El papel del hombre y de la mujer en casa
    Posiblemente los temas más debatidos durante estas últimas décadas en relación con la familia
    son los relacionados con el trabajo de la mujer dentro y fuera de casa. Mas en concreto las
    ventajas que presenta el disfrutar de un trabajo remunerado fuera del hogar y las consecuencias
    negativas que acarrea el hecho de que la mujer tenga que ausentarse durante muchas horas del
    mismo sin la disponibilidad directa para la casa y los hijos.
    La aceptación o no de este trabajo lleva implícito, no sólo abrir la puerta del hogar para que la
    mujer salga o aceptar a la mujer en el trabajo en condiciones similares al hombre, sino un
    verdadero cambio en la concepción del género o una verdadera revolución que va dando paso a
    una mujer distinta, con los mismos deberes y derechos que el hombre, dentro y fuera del hogar.
    Ello fuerza a su vez al hombre a mover sus posiciones para asumir su responsabilidad en la
    incorporación plena al funcionamiento de la familia, en la participación en las tareas del hogar y
    en relación con la educación de los hijos. Y supone aceptarlo como responsabilidad compartida y
    no como una mera concesión para permitir que la mujer pueda ejercer este derecho al trabajo.
    Según la encuesta es mayoritario el número de personas que apoyan el trabajo de la mujer fuera
    de casa en relación con los que están a favor del trabajo de la mujer en el hogar como ama de
    casa. Pero los datos obtenidos tambien ponen de manifiesto una fuerte división de opiniones
    11
    acerca de si el hijo puede salir algo perjudicado así como de las dudas acerca de si se puede
    realmente compatibilizar el trabajo de la mujer fuera y dentro de casa.
    2.4) La familia como elemento de socialización
    Una de las funciones fundamentales de la familia con relación al hijo es la socialización, en la
    medida que actúa como mediadora entre el niño y la sociedad.
    En la familia el niño va aceptando unas determinadas actitudes y rechazando otras. Va
    configurando sus pautas de comportamiento y es así que la familia contribuye, como ninguna otra
    institución, a su preparación como persona.
    Los cambios que se vienen produciendo en la sociedad van condicionando la percepción que
    tienen los padres acerca de las cualidades que deben transmitirles para facilitar su socialización.
    La sociedad se configuraba, hasta los años sesenta, sobre la base de unos valores tradicionales:
    personales, sociales y religiosos, apoyados en modelos educativos, propios de la sociedad de ese
    momento. Estos valores eran transmitidos al niño de forma clara e indiscutible, desde una familia
    jerarquizada y en una sociedad sobria.
    La familia educa, pero las influencias que el niño recibe desde fuera son también muchas: los
    amigos, la calle, los reclamos publicitarios, los estilos de vida de otros grupos, los valores de otras
    sociedades, entran también a través de la televisión y se asientan en el cuarto de estar como
    reclamos.
    Todo un mundo de valores contrapuestos entran inconexamente a formar parte de la vida
    cotidiana del niño.
    Los valores de muchos de los padres entran en conflicto con los valores que el niño recibe
    también desde fuera. Por otro lado, los padres también van cambiando sus valoraciones y otras
    veces se sienten presionados a adaptarse a las exigencias que la sociedad va imponiendo o a las
    que el hijo les va empujando : necesidades de consumo, ocupaciones y tiempo libre, formas y
    modos de trabajar.
    El cambio , muchas veces vertiginoso, es facilitado además por el mayor poder adquisitivo de las
    familias de hoy, en relación con las familias de los sesenta o setenta.
    Se ha convertido en un tema recurrente mencionar las dificultades que plantea ser padres; pero no
    se plantean tanto como se debería las dificultades de ser hijo, madurar en un mundo lleno de
    estímulos inconexos, en el que puede confundirse la imagen real con la digital, en el que la
    apertura puede no tener fronteras y en el que sin moverse se puede acceder a toda la información
    y conseguir fácilmente lo que se quiera.
    En relación a las cualidades que se pueden hacer desarrollar a los niños en casa hay una altísima
    coincidencia en destacar los buenos modales, el sentido de responsabilidad y la tolerancia y
    respeto por los demás. En el resto de cualidades las opiniones aparecen mucho mas dispersas.
    12
    0
    10
    20
    30
    40
    50
    60
    70
    80
    90
    Buenos modales
    Sentido de responsabilidad
    Tolerancia y respeto por los demás
    Obediencia
    Independencia
    Imaginación
    Sentido de economía y espíritu de ahorro
    Determinación y perseverancia
    Trabajar duro
    Fe religiosa
    Abnegación
    Cualidades que se pueden hacerdesarrollara los niños en casa (1999)
    13
    A la vista de estos datos resulta difícil de encajar que se de una gran importancia al sentido de
    responsabilidad pero que no se valore la necesidad del trabajo duro y la abnegación porque sin
    estos es difícil conseguir lo anterior.
    Sin ninguna duda en torno a la educación de los hijos se encuentran los signos más alarmantes.
    No se tiene suficientemente en cuenta la importancia del autocontrol, del esfuerzo, o de las
    virtudes duras. Y ocurre que una educación que no se sustente sobre la base de un autocontrol,
    esfuerzo, sentido de sacrificio, abnegación o renuncia, ofrece pocas garantías en los momentos
    menos fáciles o en aquellos en los que haya que afrontar retos difíciles y exigentes. Este es un
    aspecto mas sobre el que debemos actuar y desde el que tenemos que madurar las ideas y
    mensajes a trasmitir.
    14
    III VALORACION DEL TRABAJO
    Para el 94% de los españoles el trabajo es un valor Muy Importante o Bastante Importante.
    Los aspectos más dignos de destacar en el análisis de este valor son los siguientes:
  • Mayoritariamente, el trabajo es considerado como una fuente de desarrollo personal y
    de integración social.
  • El hecho de estar empleado, el tipo de empleo y el tipo de contrato son aspectos que
    aparecen relacionados con el sentido que se otorga al trabajo.
  • Se considera un buen trabajo a aquel que se perfila con un alto grado de seguridad
    económica y que, a la vez que ofrece espacios de tiempo libre y ocio, garantiza el
    desarrollo de la persona.
  • Se observa una altísima correlación entre libertad de decisión en el trabajo y la
    satisfacción en el mismo.
  • El grado de discriminación en el empleo puede considerarse elevado, si bien en
    descenso con el paso del tiempo. Esa discriminación se hace especialmente patente
    con los inmigrantes y es menor con las mujeres.
  • Las opiniones de las mujeres y de los hombres ante los diferentes aspectos del trabajo
    son bastante similares.
  • Los jóvenes se decantan por conceder una mayor importancia al trabajo, por
    considerarlo necesario para el desarrollo de las capacidades personales, por una
    mayor elección de características de carácter lúdico y de desarrollo profesional y por
    una menor posición discriminadora.
  • Las personas con estudios superiores presentan una elección de características de
    trabajo más diversa y más orientada hacia el desarrollo personal, una mayor
    preocupación por la satisfacción con el trabajo desempeñado y una menor orientación
    hacia la discriminación en el empleo.
  • La clase baja da menos importancia al trabajo, es mas sensible a características
    relacionadas con la seguridad económica, una mejor tolerancia a la falta de autonomía
    en el trabajo, una menor satisfacción con el trabajo y una posición más
    discriminadora ante el empleo.
    3.1) Características deseables en el trabajo
    ¿Cuáles son para la población española las características más deseables en el trabajo?
    La pregunta anterior se formuló en las encuestas de los años 1990 y 1999 obteniéndose
    los resultados que se recogen en la siguiente tabla:
    15
    Características Deseables en el Trabajo % 1990 % 1999
    Valores de desarrollo personal
    Iniciativa, Responsabilidad, Logro, Promoción, Ser
    interesante
    40%
    45%
    Valores Sociales
    Utilidad, Bien considerado, Tratar con la gente,
    Compañerismo
    46%
    45%
    Valores relacionados con la Seguridad Económica
    Ingresos, Seguridad en el empleo, Condiciones de trabajo 71% 70%
    Valores Lúdicos
    Jornada, Vacaciones, Fines de semana, Stress 40% 47%
    En una primera lectura global se deduce, de los datos obtenidos, que para la población
    española
    Un Buen Trabajo se ha considerado siempre como aquel que se perfila con un alto grado de
    seguridad económica (ingresos y empleo).
    Cada vez se da una mayor importancia al hecho de que el trabajo ofrezca espacios de tiempo
    libre y ocio y que garantice el desarrollo de la persona.
    16
    IV SOLIDARIDAD
    El nivel de Confianza Social existente entre los españoles es bastante limitado
    Apenas un 36% de la población piensa que se pueda confiar en la mayoría de la gente. Frente a
    ellos hay un 58% que creen que nunca se es lo bastante prudente a la hora de tener en cuenta a los
    demás predominando pues las actitudes defensivas y de desconfianza sobre las abiertas y
    confiadas
    ¿Cuándo el nivel de desconfianza se traduce en rechazo?
    Al preguntar a los encuestados por los colectivos a los que no le gustaría tener como
    vecinos los resultados obtenidos son los siguientes:
    Drogadictos 52%
    Gente dada a la bebida 35%
    Gente con antecedentes penales 32%
    Extremistas de derecha 29%
    Gitanos 28%
    Extremistas de izquierda 25%
    Personas con SIDA 21%
    Personas emocionalmente inestables 20%
    Homosexuales 16%
    Musulmanes 11%
    Gente de otra raza 10%
    Inmigrantes 9%
    Judios 9%
    Familias numerosas 6%
    Se ve pues que es más habitual la aceptación que el rechazo pero un primer grado de
    mayor rechazo aparece frente a los desviados y a los extremistas. Los datos obtenidos parecen
    indicar que
    La tolerancia es amplia hacia culturas y modos de vida distintos, hacia apariencias físicas
    diferentes, hacia prácticas y conductas no habituales entre los españoles. El rechazo se encamina
    en mayor medida hacia aquello que puede poner en peligro la seguridad y la salud y que es
    susceptible de derivar en conductas delictivas o que provocan inseguridad ciudadana.
    La aceptación/rechazo al diferente no depende del hecho de ser hombre o mujer, aunque
    las mujeres aparecen con porcentajes de rechazo ligeramente más altos, pero estas diferencias no
    son estadísticamente significativas. Lo que sí influye en la discriminación vecinal del diferente es
    la edad. Hasta los treinta y cinco años es raro mencionar a estos grupos, aunque a partir de dicha
    edad comienzan a aumentar los porcentajes de personas que los mencionan, pero siempre dentro
    de los niveles bajos que hemos reseñado como tendencia general.
    También existen otras variables importantes para explicar los distintos niveles de
    aceptación-rechazo de los “diferentes”. Entre ellas cabe mencionar el nivel de estudios. Un bajo
    nivel educativo contribuye a la discriminación; los que tienen educación secundaria o
    17
    universitaria mencionan en menor medida a los diferentes. Los solteros también toleran mejor en
    el vecindario a los de otras culturas y razas que los casados o los que antes lo estuvieron.
    Las clases medias se muestran menos reticentes a compartir el vecindario con extranjeros
    y personas de otras razas y culturas que la clase alta y media-alta, pero también que la clase baja.
    Además cuanto más urbano es el ambiente de vida la tolerancia hacia estas personas
    aumenta. A medida que el municipio de residencia es más reducido de tamaño sus habitantes van
    mostrando más rechazo hacia los diferentes, hacia los otros, los que no son del propio grupo. En
    los ambientes urbanos más grandes las relaciones son más impersonales, las gentes no se conocen
    ni se ven todos los días y, por tanto, se admite con mayor facilidad la presencia de los
    desconocidos con otros modos de vida.
    4.1) Actitud ante la inmigración
    Entre la población española se ve
    una tendencia mayoritaria a aceptar a los inmigrantes de los países pobres, pero con la condición
    de que haya trabajo disponible.
    Pregunta: “En relación con la gente de países menos desarrollados que viene a trabajar aquí,
    cosas que debería hacer el Gobierno (porcentajes):
    52%
    21%
    18%
    2%
    7% Admitirles si hay
    trabajo
    Limitar su número
    Admitir a todos
    Prohibirles la
    entrada
    Ns/Nc
    18
    Vemos pues que no llegan a 2 de cada 10 los que consideran que había de llevarse a cabo una
    política de puertas abiertas total, admitiendo a todo el que venga. La gran limitación percibida por
    la población está ligada a la existencia de trabajo, siendo más de la mitad de la población (52%)
    la que acepta su llegada si hay trabajo para ellos.
    El trabajo es pues determinante para la mayoría de la población a la hora de aceptar o no a los
    emigrantes. De hecho una notable mayoría (63%) es partidaria de que cuando el trabajo escasea
    se debe contratar antes a un español que a un emigrante. En relación con este aspecto también hay
    que destacar una evolución temporal hacia la reducción de esa discriminación en el trabajo, ya
    que en 1990 los partidarios de la misma eran el 76%.
    La opinión acerca de la forma en que debería producirse la integración de los inmigrantes
    está dividida entre dos posiciones muy diferentes:
    ∗ Integración por asimilación, es decir, adaptando y adoptando la cultura de la sociedad de
    acogida. Esta posición la defienden el 38% de los encuestados, siendo mayoritaria entre la
    población mayor.
    ∗ Integración pluricultural, manteniendo los inmigrantes sus costumbres y tradiciones,
    defendida por el 41% de los encuestados. Esta postura es mayoritaria entre la población
    joven.
    4.2) El compromiso social
    El compromiso se refiere al hecho de si las personas estarían dispuestas a hacer alguna
    acción concreta para mejorar las condiciones de vida de algunos colectivos:
    ∗ El 66% estarían totalmente dispuestos a hacer algo real por mejorar las condiciones de vida
    de la familia y un 29% estarían dispuestos.
    ∗ El 11% estarían totalmente dispuestos a hacer algo real por mejorar las condiciones de vida
    de los mayores y otro 44% estarían dispuestos.
    ∗ Respecto a los enfermos esos porcentajes son del 12 y del 41%.
    ∗ Respecto a la gente de su barrio de un 8 y un 43%.
    ∗ Respecto a los inmigrantes de un 5 y un 29%.
    Así pues nuestra sociedad es más solidaria con lo que tiene cerca (como la familia, o los
    mayores) que con los que no conoce (como los inmigrantes) .Con los grupos más cercanos se
    implican afectivamente más las mujeres, los mayores y las personas con escaso nivel de estudios.
    Con los grupos más abstractos se identifican más lo jóvenes y los titulados universitarios..
    Un análisis mas en profundidad de los resultados de la encuesta pone de manifiesto que
    los compromisos hacia los demás provienen del deber moral de ayudar. La ética de lo que es justo
    e igualitario es la dominante de las actuaciones solidarias. Pero estas actuaciones son muy
    minoritarias. La mayoría se siente implicado sentimentalmente, pero luego no actúa en
    consecuencia. Dice el refrán que “del dicho al hecho va un trecho”, y eso sucede con el
    sentimiento de compromiso y la acción participativa. Muchos se sienten comprometidos, pero
    pocos son los que se afilian en el movimiento asociativo y los que participan con su trabajo
    voluntario. España es un país con un movimiento asociativo bastante escaso. Un tercio de las
    personas pertenece a alguna asociación u organización, sobre todo deportiva, cultural o religiosa.
    Pero aún es menos frecuente la participación gratuita, el ejercicio del voluntariado: sólo
    dos de cada diez hacen alguna tarea de este tipo. Lo que existe entre los asociados y voluntarios
    es una multi-participación. El 69% de los que pertenecen a asociaciones pertenecen a más de una.
    También existe un voluntariado múltiple, que ejerce su actividad en más de una organización. En
    19
    los últimos años, entre la juventud se está incrementando el movimiento en pro del voluntariado.
    Estos jóvenes trabajan más en organizaciones ecológicas, juveniles, culturales o en los
    movimientos por la paz. La participación voluntaria también es más frecuente entre las personas
    con nivel de estudios universitarios.
    Son muchos más los que se sienten implicados sentimentalmente con el compromiso
    social que los que lo llevan a la práctica. Son pocos los que trabajan en movimientos de
    voluntariado. Entre los que lo hacen predomina la multi-participación.
    La población española opina que la responsabilidad sobre el hecho de que haya gente que
    vive en situación de necesidad es de la sociedad. Así opina el 45% de la población, en tanto que
    un 19% lo atribuye a la mala suerte, un 18% a la pereza y falta de voluntad y un 10% a una
    consecuencia derivada del progreso.
    Se deduce pues que
    Predomina la idea de que el problema de la pobreza es responsabilidad de todos y que se debe
    afrontar entre todos.
    20
    V LA RELIGION
    PERTENENCIA RELIGIOSA DE LOS ESPAÑOLES
    El 82% de la población española se declara perteneciente a una religión.
    Veamos al respecto alguna información más detallada.
    1) El sentimiento de pertenencia religiosa es mayor entre las mujeres (87%) que entre los hombres (77%). 2) Hay una diferencia importante en función de la edad. Entre los menores de 35 años se
    declaran pertenecientes a una religión en torno al 70% del colectivo, en tanto que entre los
    mayores de 35 años ese porcentaje es del 88%.
    3) Está muy relacionado con la debilidad del sentimiento de pertenencia religiosa el estatus marital. Así resulta que tienden a declararse no pertenecientes a ninguna religión los que viven en pareja sin boda legal, como si esta decisión hubiera sido favorecida por la ausencia de sentido religioso y, a su vez, hubiera contribuido al debilitamiento de dicho sentido. 4) Hay también unas diferencias notables entre unas Comunidades Autónomas y otras.
    En Madrid y Cataluña el 30% se declaran no perteneciente a ninguna confesión religiosa, en tanto
    que en Galicia el porcentaje es del 4%, en las dos Castillas del 12% y en Andalucía del 13%.
    5) El estudio comparado de la encuesta de 1.999 con la que se realizó en 1981 pone de manifiesto que ha habido un cambio muy significativo en lo que respecta al abandono de la religión. En 1.981 el porcentaje de españoles que decían no pertenecer a ninguna religión era del 9%, aumentando en 1.999 hasta el 18%. Lo que apenas ha variado es la configuración del mapa confesional español que sigue siendo mayoritariamente católico, pues de ese 82% que dicen pertenecer a una religión el 98% mencionan la católica, y apenas el 1,1% la protestante y el 0,3% la musulmana. En los 20 últimos años ha habido un abandono importante de la religión, no siendo apenas perceptible la conversión a otras religiones. 6) Respecto al 18% de españoles que dicen no pertenecer a ninguna religión se puede
    hacer, a su vez, una diferenciación entre irreligiosos y defectores.
    Los denominados “defectores” son aquellos que tienen experiencia personal de
    pertenencia a una religión pero la han abandonado. Suponen el 9,3% de la población .
    Los denominados “irreligiosos” son personas que no tienen experiencia personal de pertenencia
    religiosa o, al menos, no la han incorporado a su biografía propia. Suponen el 8,6% del total de la
    población y abundan sobre todo en el grupo de edad entre 18 y 34 años, donde se concentran la
    mitad de los “irreligiosos”. Javier Elzo y González Anleo dicen al respecto:
    “No hay espacio temporal para hablar todavía de transmisión de la irreligión en España, por la
    sencilla razón de que España ha sido muy mayoritariamente religiosa y católica. Pero hay
    indicios de que se ha producido un cierto agotamiento o al menos declive en la socialización
    religiosa de los jóvenes, tanto la que tiene como agente a los padres como la que se origina en la
    escuela”.
    21
  1. 1) Identificación religiosa.
    La identificación religiosa no es un estado civil o eclesial sino una realidad sico-social y
    es considerado un indicador fiable y válido para predecir actitudes y comportamiento religiosos.
    Los resultados obtenidos respecto a la religiosidad declarada son los siguientes:
    agnóstico
    2%
    ateo
    6%
    muy buen
    católico
    9%
    católico no muy
    practicante
    29% católico no
    practicante
    24%
    indiferente
    10%
    católico
    practicante
    20%
    La autoidentificación esta fuertemente marcada por el género:
  • Las mujeres superan a los hombres en 20 puntos en el porcentaje de practicantes de misa
    dominical.
  • Por cada tres hombres que se declaran ateos hay sólo una mujer.
  • La mayor religiosidad de las mujeres es tradicionalmente atribuida a su diferente situación
    estructural en la sociedad, reflejada en la división del trabajo, sus respectivos roles sociales,
    y las cualidades típicas de cada género. De ser así, es presumible que en el futuro próximo
    tenderá a igualarse la religiosidad masculina y femenina en la sociedad española.
    Influye fuertemente la edad, hasta el punto de que los grupos etáneos extremos, de 18 a
    24 y 65 y más años, parecen habitar en planetas distintos. En el grupo más joven sólo un 18% se
    confiesan católicos de misa dominical, frente al 80% en el grupo de más edad.
    Los estudios realizados afectan a la religiosidad de forma dispar, no lineal. Está fuera de
    duda que a mayor nivel educativo corresponde una religiosidad declarada menor, pero en el grupo
    con estudios universitarios se constata la presencia de una notable minoría de católicos
    practicantes, superior a la que puede hallarse entre aquellos con estudios secundarios y de
    bachillerato.
    22
    La clase media ha dejado de ser el tradicional reducto de la religiosidad, que ahora se
    distribuye de forma sorprendentemente similar en las diferentes clases sociales.
    El factor posición política opera en una dirección inequívoca: a mayor religiosidad
    corresponde netamente una inclinación más fuerte a la derecha política, hasta el punto de que en
    este grupo el 89% se confiesan “católicos” practicantes, y sólo un 10% se adscriben a la categoría
    de “católicos no practicantes”. En el extremo opuesto de izquierda el porcentaje de no
    practicantes es del 28% y el de no creyentes, el 36%.
    Los católicos practicantes destacan sobre los tipos restantes de religiosidad por una
    mayor integración social que se manifiesta en su mayor confianza en las instituciones sociales.
    Muestran un rigor ético superior al resto, conceden gran importancia a la familia y a la fidelidad
    en el matrimonio y sólo una escasa minoría aprueba el aborto. Su interés por la política es más
    bien bajo. Confían en la gente menos que los pocos o nada religiosos. Se declaran en su mayoría
    satisfechos con su vida, y con su trabajo, algo por encima del resto de los grupos.
    Los católicos no muy practicantes parecen una copia del grupo anterior algo desvaída.
    Como rasgos distintivos se podría señalar quizá su menor altruismo y cierta debilidad de sus
    actitudes religiosas: la creencia en un Dios personal y el sentido religioso.
    Los católicos no practicantes se diferencian poco de los “no muy practicantes”, aunque se
    van marcando más acusadamente ciertos rasgos ya observados en éstos: menor integración social,
    mayor laxismo ético, debilidad de las actitudes religiosas… Confían más en la gente que la media
    y es alta su satisfacción con la vida y su trabajo. Quizá debido a su posición más izquierdista, se
    muestran menos satisfechos con la democracia que la media.
    Los indiferentes y agnósticos presentan un perfil netamente diferenciado del grupo plural
    de los católicos. La creencia en un Dios personal se hace poco perceptible, así como su sentido
    religioso personal. Crece visiblemente su laxismo moral a la par que disminuye la importancia
    atribuida a la familia y a la fidelidad matrimonial. Su satisfacción con su vida y su trabajo es
    menor que la media. Crece en ellos el interés por la política.
    Los ateos valoran más que ninguno el tiempo libre y la política, no así la familia. Son
    más altruistas en trabajos voluntarios y gratis y casi la mitad creen que se puede confiar en la
    gente.
    5.2 ) Asistencia a la Iglesia: ritos y ceremonias.
    En 1999 el 42% de los españoles iban a la iglesia menos de una vez al año.
    El análisis de los resultados obtenidos en las encuestas sobre valores realizadas en 1981, 1990 y
    1999 pone de manifiesto que se ha producido un descenso significativo en la frecuencia de
    asistencia a la iglesia. Esa caída en la participación sigue una cadencia característica: cada diez
    años aproximadamente disminuye en 10 puntos la proporción de católicos que asisten
    regularmente a la iglesia: 53% en 1981, 43% en 1990 y 35% en 1999.
    23
    Frecuencia con que va a la iglesia en 1981, 1990 y 1999

1981 1990 1999
Más de una vez a la semana 11 10 7
Una vez a la semana 30 23 18
Una vez al mes 2 10 10
53 43 35
Por Navidad/Semana Santa 4 5 4
En festividades concretas 6 10 12
Una vez al año 5 4 5
Con menos frecuencia 6 10 11
Nunca, casi nunca 25 29 31
5.3 La imagen de la Iglesia Católica.
El marco de la religiosidad en la sociedad española es la Iglesia católica, dado que el
porcentaje de los que se declaran de otras confesiones es estadísticamente no significativo. Como
institución y como grupo ( tanto de pertenencia como de referencia) la Iglesia católica no goza
de una confianza comparable a la que disfrutan otras instituciones que enmarcan la vida
individual y colectiva y responden a las necesidades sociales. Así, en la lista de 15 instituciones
analizadas la Iglesia católica figura solamente en el octavo lugar.
¿A qué puede deberse este déficit de confianza de los españoles en la Iglesia? Al margen
de otros factores enraizados en nuestra historia reciente y de un anticlericalismo nunca del todo
enterrado, hay que recordar su imagen pública, poco agradecida, y el hecho de que la estrategia
eclesial de comunicación apenas ha conseguido mejorar.
A un nivel más profundo que el de la imagen se sitúa otro problema más grave:
Sólo una tercera parte de españoles creen que la Iglesia está dando respuestas adecuadas al
hombre y a la sociedad.
La inadecuación de las respuestas es especialmente aguda en relación con los problemas sociales,
donde sólo 1 de cada 5 españoles reconocen esas respuestas como adecuadas. Y llama la atención
el carácter polémico y conflictivo de este asunto dándose diferencias muy grandes entre unos
sectores de población y otros:

  • Sólo el 20% de los hombres creen que la Iglesia está dando una respuesta adecuada a
    los problemas sociales del país, frente a un 60% de las mujeres.
  • El 12% de los menores de 35 años reconocen esa respuesta, siendo el porcentaje del
    36% en los mayores de 55 años.
  • Entre la población de izquierdas el porcentaje es del 11%, y en la derecha el 50%.
  • Incluso entre los que se consideran católicos practicantes o muy buenos católicos
    solo la mitad valoran positivamente esa respuesta social de la Iglesia.
    En conjunto se observa como orientación general una mejor Valoración de la respuesta que da la
    Iglesia a las necesidades morales y espirituales del individuo y una peor Valoración de las
    respuestas a los problemas familiares y sociales.
    24
    Porcentaje que cree que la
    iglesia está dando respuestas
    adecuadas a…
    Problemas morales y
    necesidades del individuo
    Problemas
    de la vida
    familiar
    Necesidades
    Espirituales
    Problemas
    sociales
    33 29 48 23
    5.4) Creencias de los españoles.
    La religión a la carta es una realidad.
    La evolución de las creencias de los españoles ha sido la siguiente
    Creencia en… 1981 1990 1999
    Dios 87 81 81
    Vida después de la muerte 55 42 40
    Cielo 50 47 42
    Infierno 34 27 27
    Pecado 58 57 44
    Esos datos ponen de manifiesto una tendencia a la baja en la tasa de creyentes a la vez que una
    complaciente flexibilidad dogmática y la reivindicación del derecho de elaborar el propio
    esquema de creencias y la forma propia de religiosidad. Es lo que se llama religiosidad “ a la
    carta” o “light”.
    Las diferencias existentes ante este hecho entre unos segmentos de población y otros son muy
    manifiestas:
    A. La edad influye de una manera perfectamente lineal, de forma que conforme aumenta la
    edad las creencias aparecen con una fuerza mayor. Las mayores diferencias se dan en el
    ámbito de la culpa y su sanción. Así mientras que entre los más jóvenes apenas un 15% cree
    en el infierno, entre los mayores ese porcentaje es del 46%. La creencia en el cielo es del 29%
    ente los jóvenes y del 62% entre los mayores. Y los valores de la creencia en el pecado son en
    uno y otro grupo del 27% y del 70% respectivamente.
    B. Las diferencias en función del sexo también son muy significativas con valores de entre 15
    y 20 puntos de diferencia (siempre mayores en el caso de las mujeres). Destaca especialmente
    la creencia en el infierno que apenas afecta al 20% de los hombres y llega al 64% de las
    mujeres.
    C. Llama la atención, al tener en cuenta el nivel de religiosidad, que incluso entre los que se
    consideran católicos practicantes y muy buenos católicos el porcentaje de creyentes en las
    creencias básicas analizadas dista de ser unánime. Sólo el 53% de este grupo cree en el
    infierno; el 66% en la vida después de la muerte, el 72% en el cielo y el 79% en el pecado. Y
    los porcentajes bajan enormemente entre los católicos no muy practicantes.
    25
    Creencia en…
    Dios Vida
    después de
    la muerte
    Infierno Cielo Pecado
    Hombre 74 33 20 32 35
    Mujer 88 48 64 51 52
    Menores 35 69 34 16 31 28
    Mayores 35años 88 43 33 47 50
    muy buen católico/
    católico practicante
    99 66 53 72 79
    católico no muy
    practicante
    93 37 26 46 46
    católico no practicante 85 28 14 27 26
    indiferente/ agnostico 33 20 4 26 9
    ateo/ no creyente 14 8 3 3 4
    5.5 Religiosidad interior.
    Mientras que el 82% de la población declara pertenecer a una religión, únicamente el 56% de la
    población se considera religiosa.
    ¿Qué pasa con esos 26 puntos porcentuales que separan la pertenencia a una religión de la
    autoconciencia religiosa? Los autores de la encuesta la interpretan en términos similares a la
    diferencia que hay entre una religiosidad real, interiorizada y vivida con esa otra religiosidad más
    externa, sociológica o cultural y de alguna manera auto impuesta por razones sociales,
    tradicionales o personales pero sin vivencia profunda de la misma.
    Al margen de ir o no a la iglesia se considera persona religiosa, no religiosa o ateo
    Al margen de ir o no a la iglesia se considera persona religiosa, no religiosa o ateo
    26
    Persona
    religiosa
    Persona no
    religiosa
    Ateo
    convencido
    TOTAL 59 35 6
    Género
    Hombre 48 43 9
    Mujer 69 27 4
    Edad
    Menos de 35 44 46 10
    35 y más 67 29 4
    Estudios
    Primarios 67 29 4
    Secundarios 55 40 5
    Universitarios 50 38 12
    Política
    Izquierda 34 44 16
    Centro 66 31 3
    Derecha 87 11 2
    Desde 1981, y en congruencia con el declive general de la religiosidad, ha descendido
    también el porcentaje de los que se declaran confortados por la religión
    . 1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49%
    . 1990 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53%
    − 1981 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57%
    La religión es fuente de consuelo y fortaleza para la mitad de los españoles: para casi la
    totalidad de los que se declaran muy buenos católicos, para algo más de la mitad de los
    católicos no muy practicantes, para algo menos de la cuarta parte de los no practicantes y,
    lógicamente, para ninguno de los indiferentes, agnósticos y ateos.
    27
    Las diferencias por las variables usuales pueden verse en el cuadro siguiente:
    . Las mujeres 61% . Los hombres 37%
    . Los de 65 y más años 75% . De 18-24 años 26%
    . Estudios primarios incompletos 64% . Los bachilleres 34%
    . Las amas de casa 70% . Los estudiantes 26%
    . Las personas religiosas 75% . No rel y Ateos 16%
    . MB Católicos + Cat practicates 92% . Cat no practic 22%
    . Derecha 77% . Izquierda 26%
    Por último al preguntar acerca de la práctica de la oración los resultados son los siguientes:
    Entre a diario
    y una vez a la
    semana
    Entre una vez a la
    semana y varias
    veces al año
    Menos
    frecuencia o
    nunca
    total 39 17 44
    hombre 25 17 58
    mujer 55 18 27
    Menos de 35 años 24 20 56
    35-54 años 36 20 44
    Más de 55 años 59 18 23
    Muy buen católico / Católico
    practicante
    82 12 6
    Católico no muy practicante 39 33 28
    Católico no practicante 17 19 64
    28
    VI Sentimiento de felicidad
    .La población española en su conjunto se considera feliz y esa sensación de felicidad ha ido
    aumentando con el tiempo.
    Los datos obtenidos muestran que el tanto por ciento de población que se considera
    bastante o muy feliz ha pasado del 78% en 1981 al 86% en 1999.
    Teniendo todas las cosas en cuenta ¿diría usted que
    es …..?
    Porcentaje
    Muy feliz
    19
    Bastante feliz
    67
    No muy feliz
    10
    Nada feliz
    1
    NS / NC
    3
    Veamos a continuación el perfil que presenta el sentimiento de felicidad:
    ∗ En relación con el sentimiento de felicidad no hay diferencias entre hombres y mujeres.
    ∗ A medida que aumenta la edad va disminuyendo el % de personas que se consideran
    felices.
    ∗ Según el estado civil los viudos son bastantes más infelices que el resto de la población
    pues mientras que en el colectivo total los que se sienten no muy felices o nada felices son
    el 12%, en el colectivo de los viudos ese tanto por ciento se eleva hasta el 30%.
    ∗ Según el tipo de ocupación el 20% de los desempleados son infelices, superando por tanto
    en 8 puntos a la media de la población.
    ∗ También hay diferencia en cuanto al sentimiento de felicidad en función de la clase social
    ya que mientras en las clases Alta o Media-Alta sólo el 3% se consideran infelices, ese
    tanto por ciento llega al 22% en la clase Baja.
    Podemos pues destacar como conclusión que:
    El colectivo de población que se considera feliz es muy alto aunque hay unas ciertas diferencias
    que se explican en función de determinados factores sociales.
    Se sienten más felices las personas jóvenes y adultas, con estudios universitarios, con trabajo, de
    clase media-alta y cuyo lugar de residencia es grande.
    Hay un 15-20% de población que no son especialmente felices, ni se encuentran demasiado
    29
    satisfechas, y que tampoco consideran que gozan de una gran libertad para elegir y para controlar
    su propia vida. En este grupo se encuadran algunas personas adultas, amas de casa, de clase
    media-baja y que residen en poblaciones de tamaño mediano. Podríamos llamarles los individuos
    con “satisfacción atenuada”. Finalmente, también en nuestro país existen “los infelices”.
    Representan aproximadamente un 10-15%.
    Son personas que no se sienten felices ni satisfechas con su vida. Además su libertad para elegir y
    controlar su vida se encuentra mermada, probablemente por diversas razones de falta o escasez
    de: salud, renta, conocimientos, relaciones … Los típicos representantes de este grupo son
    personas que acumulan varias características definitorias, como son: ser viejo, ser una persona sin
    estudios o con estudios primarios, estar desempleado, formar parte de un estrato social bajo y
    residir en una ciudad o pueblo pequeño. Casi todas estas características son las que en nuestra
    sociedad se conciben como no deseables, mientras que las que reúne el individuo satisfecho
    forman parte de lo que se considera lo bueno, lo deseable.
    30
    Conclusiones
    31
    EL RETO DE LA SOCIALIZACION RELIGIOSA
    Como conclusiones a destacar del estudio realizado debemos destacar las siguientes:
  • En la sociedad española un 82 % de la población se declaran pertenecientes a la religión
    católica pero el porcentaje de los que se consideran “personas religiosas” se reduce al 56%.
  • La diferencia entre esos dos datos pone de manifiesto que hay muchas personas para las
    cuales la pertenencia a la religión católica es puramente simbólica, aunque no carece de valor.
    Dicha pertenencia permanece en la persona como un capital religioso potencial que no se debe
    menospreciar.
  • Hay un escaso interés por la religión y el sentido religioso, que además se añade a otras
    deficiencias como son el hecho de que lo que dice la Iglesia se considera poco relevante, que
    genera poca confianza (no esta entre las Instituciones mas apreciadas), su imagen no es bien
    valorada y se considera que responde débilmente a los problemas sociales.
  • Estamos ya de lleno ante una generación que no ha sido socializada religiosamente, que
    apenas ha tenido ninguna experiencia personal de practica religiosa y que esta empezando a dar
    lugar a la trasmisión de la irreligiosidad.
  • En ese contexto ¿cual debe ser la estrategia a seguir para que la Iglesia haga oir su voz?
    El camino para una evangelización de futuro pasa por actuar e influir en aquellos agentes de
    socialización que según el estudio analizado son realmente importantes. Especialmente la
    familia, y el colegio.
    Dicho camino pasa por:
  • En primer lugar tomar conciencia del cambio de escenario que se esta produciendo y que la
    encuesta comentada pone de manifiesto.
  • Asumir que nuestra presencia va a ser menos importante cuantitativamente que en el pasado
    pero que debemos lograr sea mayor en intensidad.
  • Presentar en el ambito de los católicos mas practicantes y comprometidos el proyecto de
    Misión Compartida y lograr que lo entiendan lo acepten , lo hagan suyo y se sientan
    comprometidos con el mismo.
  • Crear cauces de participación reales ( y no meras comparsas) que faciliten la atracción,
    integración, retención y fidelización de los católicos mas practicantes.
  • Saber que aun en un mundo secularizado y tecnificado como el que nos rodea sigue sin
    encontrarse respuesta para determinados interrogantes que en determinados momentos interpelan
    al corazón humano.
  • Apostar fuertemente por el buen funcionamiento del binomio familia-colegio. Porque ambos
    son no solamente importantes sino imprescindibles en la socialización de los jóvenes.
  • Coordinar el colegio con la parroquia de referencia de los alumnos poniendo en marcha
    proyectos comunes.
  • Hay que dar VIDA a la comunidad religiosa:
    a. Lograr que los que la conozcan, se acerquen a ella o tengan alguna relación con ella
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    perciban experiencias positivas.
    b. Romper el silencio cultural que se da ante el hecho religioso, como si nos diera
    vergüenza hablar de ello.
    c. Tomar conciencia de la importancia de pertenecer a una comunidad religiosa, porque si
    no la llama religiosa se apaga.
    d. Despertar el interés por lo que se les dice sabiendo comunicar. En el fondo y en la forma.
    Por supuesto que con convicción y credibilidad (el fondo). Pero también aprendiendo a
    hacerlo atractivo ( la forma) para que el mensaje llegue con efectividad a otros y les
    impacte positivamente.
    e. Mas allá de las palabras dar auténticos testimonios de vida. Trasmitiendo experiencias de
    fe que dejen poso. Que los valores de las Bienaventuranzas nos convenzan hasta el punto
    de que nos hacen felices y tan felices que hasta se nos nota.
    f. Sentir, vivir y trasmitir la experiencia de Dios. Una experiencia en positivo que no pasa
    desapercibida; que levanta interrogantes del tipo ¿de donde le vendrá el auxilio y la
    fuerza vital que trasmite?
    g. Vencer el temor de aislarnos y encerrarnos en los cuarteles de invierno.
    h. Superar el riesgo de desarrollar una mentalidad de guetto o de desviados sociales y hacer
    que nuestra fe se vea, se note y se valore su aportación.
    i. Practicar, especialmente con los jóvenes , la Pedagogía del contagio en la medida que se
    trasmite lo que se es mucho mas que lo que se dice.
    Los datos estadísticos de este estudio proceden de:
    ESPAÑA 2000, ENTRE EL LOCALISMO Y LA GLOBALIDAD.
    La Encuesta Europea de Valores en su tercera aplicación 1981-1999.
    Directores: Francisco Fernández Orizo
    Javier Elzo
    Universidad de Deusto-Fundación Santam María. Bilbao 2000