Detrás de tu locura

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.Muchos pseudos-aspirantes únicamente parecen felices, no cuando están bien, sino cuando no advierten lo mal que están. Comentando al escritor Katka, un crítico literario afirmaba que Katka hablaba con la locura. Tal vez. Katka, el escritor checo, estaba loco o sólo abrumado por la su conciencia; volcado obsesivamente sobre algunos de los problemas internos que atribulan corrientemente al ser humano (como la culpa y el castigo), Kafka fue, y sigue siendo, uno de los mejores exponentes de la corriente existencia lista que dominó las letras y las artes occidentales durante buena parte del siglo XX.

Mientras la persona, el aspirante espiritual, carece, por una parte, de limpieza suficiente y de comprensión: de un corazón puro, en definitiva (1 Tt 1,5), y, por otra, de la pasividad necesaria para dejar hacer y saber recibir, no podrá llegar lejos, aunque sueñe con lejanías. Soñando con manantiales de agua, se levantará con la boca seca. Pocos quieren aprender la pedagogía del dejar hacer y sólo recibir. Es tan sencilla como, por ejemplo, saber inspirar y espirar. Ese ejercicio va más allá de lo aparente: se inspira y ebpira, se aprende y se desaprende, se loma y se deja. Esa actitud de acogida y de desprendimiento va calando en capas más y más profundas de la mente y llega hasta ese punto en que nuestras pulsiones prementales, como alguien llamaba -como nuestro pensamiento previo, lo llamo yo-, es afectado, removido, extinguido y, de alguna manera, resuelto en silencio.

Nace un silencio más hondo, -nuestra cordura de nacimiento-, más allá de nuestra locum adquirida: En el más allá de la mente, la cordura es serenidad, misterio, interioridad; y desde la fe, es contacto con Dios; es oración quieta o sosegada. Alguien decía: 'Detrás de tu locura, hay una 'indefinida cordura; detrás de tus condicionamientos, uml libertad indefinida; detrás de tus ruidos de superficie, un profundo y educador silencio'. ¡Atrévete a ser niño, y respira! ¡Parece tan infantil … ! Pero ayuda a estar menos loco … y a enterarse mejor de sí mismo … , de la cordura que nos vertebra.