Toques» de la Palabra
«Entonces se encendió
el celo de Dios por su tierra
y perdonó a su pueblo» (Joel 2, 18)
Cuaresma. Dios ha encendido ya el fuego del perdón. Sí, hay esperanza. Él enciende el
fuego que caldea los corazones ateridos por el dolor, la injusticia, el horror de la
guerra, la hambruna, la desolación…
Cuaresma. Hay esperanza. Él enciende también, para ti y para mí, el fuego que purifica
las adherencias del egoísmo, del espíritu posesivo, de la codicia, de la avaricia, del
placer efímero del bienestar…
Cuaresma. Hay esperanza. Dios ha encendido el fuego de su amor, para todos.
Plegaria
Señor y Buen Dios:
Que has abierto, en este
tiempo de gracia,
la puerta de tu amor
misericordioso y entrañable,
no permitas que nuestros
corazones
se cierren sobre sí mismos.
Ayúdanos a contemplarnos
desde ti
con la vida abierta a las
necesidades de toda la
humanidad.
