“Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación”. Lc. 21,25-28.34-36
Comentario
La invitación a levantar la cabeza nos viene muy bien en cualquier momento, pero más en este comienzo del tiempo de Adviento.
Si nos fijamos un día cualquiera en las personas que vamos por cualquier calle, o en un medio de transporte o en una cafetería, descubrimos que una buena parte estamos con la vista fija en las pantallas de nuestros móviles.
Levantar la cabeza significa mirar más allá de los propios intereses, de nuestro entorno privado, para ver más allá y más acá. Para poder descubrir que estamos rodeados de otros seres humanos, aquí y ahora.
El Adviento nos llama a prepararnos porque nuestra liberación, nuestro Libertador siempre llega, pero puede que nos pase desapercibido porque tengamos la cabeza baja, mirando una pantalla.
Oración
Tantas veces estamos encorvados,
tantas veces ensimismados con monólogos.
Danos la capacidad, Señor Jesús,
de levantar la cabeza,
de alzar la vista más allá
de nuestros pequeños intereses
para llegar a ser parte de tu Reino
de comunión en lo distinto
y de cuidado en lo frágil.
Foto: Miguel Angel Velasco, CMF