Día 19. – 23 de marzo, tercer domingo de cuaresma

«Toques» de la Palabra

«Por lo tanto, el que se cree seguro, ¡cuidado!, no caiga». (1 Cor. 10, 12)

Cuaresma.

Presunción. Orgullo. Vanagloria. Acostumbramiento. Para quienes estamos bautizados y nos llamamos cristianos; para quienes formamos parte habitual de la comunidad eclesial, y andamos en las cosas del Evangelio, los «toques» de atención de la realidad, de la Palabra, de la vida de los «otros» (de ‘fuera’, diversos y diferentes, con otros credos y principios…) son preciosos regalos.…

Cuaresma.

Hay esperanza. La «seguridad» me la dan los demás al reflejarme la coherencia, la generosidad, la entrega (¡o no!) de mi vida. La «seguridad» me viene regalada (como sus promesas) por Aquel que suscita con su gracia mi querer y activa en mí el obrar y la posibilidad de los frutos. La «seguridad» viene cuando arriesgas la vida por los últimos y sus causas, sin más.

Plegaria

Señor y Buen Dios:
cuya paciencia nunca mengua
y cuya bondad nos supera,
hazte cargo de nuestra lentitud
para hacer el cambio de corazón que necesitamos.
Concédenos tiempo
para comprender y asimilar
la amplitud de tu misericorDía y tu amor.
Acógenos contando con nuestra pobreza.
Aúpanos, transfórmanos, para que podamos ser
el eco de tu persistente amor.