“De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra”. Is. 2,1-5
Comentario
Isaías nos abre la esperanza. Nos recuerda que el plan que Dios tiene para su humanidad es el de la paz. Convertir las armas en instrumentos de cultivo, hacer que la creación dé frutos para todos en lugar de arrasar, quemar, asesinar… Las guerras no son inevitables, la violencia no es imprescindible, las concertinas no son protectoras sino depredadoras de las esperanzas de los más pobres.
La paz se trabaja, se busca, se construye. Empezando por nosotros mismos y por los más cercanos y no dejando que nada de los que sucede en nuestro mundo, ninguna violencia, nos sea ajena.
Oración
Que no nos cansemos de buscar la paz,
que sigamos creyendo en que no todo está perdido,
que la violencia es la única salida,
Que las falsas búsquedas de seguridad
no nos hagan insensibles al sufrimiento de tantos.
Que sigamos creyendo y apostando con nuestras vidas pequeñas
en la búsqueda de comunión pacífica y de defensa de los últimos.
Foto: Miguel Angel Velasco, CMF