«Toques» de la Palabra
«Esta es la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios, y no quiso escarmentar. Ha desaparecido la sinceridad, se la han arrancado de la boca». (Jen. 7, 28)
Cuaresma.
La fe tiene visión penetrante; en ningún caso es ingenua. El mal existe.
El misterio de la iniquidad trabaja a la contra en el mundo y en la historia. El Mal miente, por naturaleza; engaña como estrategia; tergiversa y falsea como estilo. Hoy se expresa a través de la manipulación de las fuentes de información, anida en la posverdad.
Cuaresma.
Hay esperanza. La fe es amiga de la luz; buscadora incansable de la verdad (venga de donde venga), enemiga declarada de la falsedad, de la inautenticidad, de la mentira, de la ofuscación, de la ideologización… La Verdad (hecha carne e historia en Jesucristo) nos hace libres frente a toda idolatría del interés, de la codicia, del rendimiento.
Plegaria
Señor y Buen Dios:
no nos pides tanto el cumplimiento
o la observancia de ciertas prácticas,
cuanto que nuestros corazones
estén abiertos al bien, a la verdad, a la belleza
y entregados al servicio de nuestros semejantes.
Conságranos en la verdad
y aleja de nuestra mente y nuestra voluntad
cualquier pacto con la doblez, la insinceridad,
la mentira y el engaño.
Que nuestra conducta sea fruto sabroso
de un interior revestido de tu sabiduría.