«Toques» de la Palabra
«Dijo Jesús esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás…». (Lc. 18, 9)
Cuaresma.
No es fácil detectar y arrancar algunas malas hierbas en determinados
terrenos. Tiene su dificultad detectar y reconocer, tomar conciencia y arrancar del
corazón visiones, valoraciones y etiquetas sobre determinados perfiles de personas, de pueblos, de culturas… La mala hierba del «desprecio», de la no-consideración, necesita cirugía fina. Y no es infrecuente que arraigue en personas que son religiosas y se tienen por justas.
Cuaresma.
Hay esperanza. La Palabra y los contactos y encuentros con los «preferidos del Señor» nos educan y forman. Permiten que arraigue la convicción y se instale en las entrañas: despreciar a un hermano, ningunear a una hermana es despreciar a Dios, ningunear al Señor.
Plegaria
Señor y Buen Dios:
sé comprensivo con nuestras torpezas
y paciente con nuestro afán de superioridad.
Sigue enseñándonos que nuestras prácticas
religiosas,
no tienen ningún valor si las usamos para
doblegarte
a nuestros proyectos egoístas.
Que nos acerquemos
con humildad y arrepentimiento,
listos y dispuestos a encontrarnos con tu amor
y volver a tu camino,
dejando nuestros atajos mentirosos.