Día 29: MARIA, LA COOPERADORA DE JESUS

Maria ha llegado a ser no sólo la madre-nodriza del Hijo del hombre, sino también la «compañera singularmente generosa» del Mesías y Redentor. .. A través de la colaboración en la obra desu hijo redentor, la maternidad de Maná conoció una transformación singular, colmándose cada vez más de «ardiente caridad» hacia todos aquellos a quienes estaba dirigida la misión de Cristo. Por medio de esta ardiente caridad… Maná entraba de manera muy personal en la única mediación de Cristo (RM, 39)

Jesús, que quiso incorporar a su persona y asociar a su obra a sus discípulos, también incorporó a sí y a su obra «de una manera especial y excepcional» a María, su madre. Ya desde la infancia de Jesús, la madre y el hijo forman una unidad indisoluble. María, que genera a Jesús dándole un cuerpo y entregándose a él en actitud de total servicio, va siendo incorporada progresivamente al Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia Jesús es para María su único formador; el acontecimiento de su hijo Jesús es para María toda una revelación: en sus gestos y palabras ella descubría la voluntad del Padre, el proyecto del Reino. Acogía y entendía la revelación con esa intuición que es tan peculiar de las madres, especialmente de aquellas que tienen una gran interioridad. María «siguió» constantemente a su Hijo único, aunque a veces no lo siguiera materialmente. Y le siguió de forma activa. Poniéndose de su parte. ¡Qué bien lo manifiestan aquellas palabras: «Haced lo que él os diga»!Que estaba de parte de Jesús, que colaboraba con él, se descubre en el momento culminante de la cruz. Su presencia allí va mucho más allá de lo que pudiera sugerir una interpretación puramente sentimentalista. En ese momento, María recibió de Jesús la misión de cuidar de sus discípulos amados, de «cuidar con amor materno de los hermanos de su hijo» (LG, 62). Simón Pedro, después de manifestar a Jesús su amor por tres veces, por tres veces recibió la encomienda de «cuidar de sus ovejas». María, tras manifestarle a Jesús un amor total nunca negado, amor hasta la cruz, recibe de Jesús exaltado, no ya la misión pastoral, sino la misión maternal. María es la creyente por antonomasia, el modelo perfecto de acogida de la fe, predicada por Pedro y los apóstoles. ¡ He aquí la cooperación de Maria!

ORACIÓN

Padre, tú quisiste que tu hijo Jesús se hiciera uno de nosotros; y deseaste, asimismo, que cada uno de nosotros formáramos con él un Cuerpo y participáramos de su misión; hoy admiramos la íntima unión que se estableció entre María – madre y Jesús, a quien ella siguió con todo radicalismo; haz que la acción materna de María nos estimule para vivir una comunión más estrecha con Jesús y para seguirle más de cerca Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.