Día 38. – 11 de abril, viernes de la quinta semana

«Toques» de la Palabra

«Cantad al Señor, alabad al Señor, que libera la vida del pobre de las manos de gente perversa». (Jer. 20, 13)

Cuaresma.

La opción preferencial por los pobres no es -en ningún caso- ni una moda, ni una estrategia, ni un acento ideológico, ni una corriente teológica -contingente y pasajera- entre otras. Está en el protocolo básico del Evangelio: Mateo 25. Se funda y fundamenta en las entrañas del mismo Dios. Es una cuestión de fondo. Es una realidad teológica. Dios es así, y punto.

Cuaresma.

Hay esperanza. Aunque no estuviera en ninguna agenda social. Aunque no hubiera pensadores que insistieran. El amor preferencial por los pequeños y los pobres, por los excluidos y últimos, por los más débiles e indefensos es imperativo ineludible e inaplazable del ser cristiano, del seguidora y seguidora del Señor Jesús. Todo esfuerzo, toda atención, todo proyecto que esté orientado, articulado, pensado y deseado para liberar y dignificar la vida de los pobres es una auténtica alabanza, una encarnada liturgia para nuestro Dios. No lo dudes nunca, aunque a tu alrededor te quieran arrullar con otras músicas.

Plegaria

Señor y Buen Dios:
la gracia de tu Espíritu nos va identificando
y configura las fibras de nuestro corazón
con tus preferencias.
Llévanos siempre de la mano
a todas las periferias
donde viven y sufren tus predilectos.
Danos a experimentar
el gozo del amor a los pobres,
para sentir bienaventurado nuestro corazón,
cuando se acompasa con el tuyo.