Día 4. – 8 de marzo, sábado después de ceniza

Cuaresma-2025-0307Toques de la Palabra

«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos.» (Lc. 5, 31)

Cuaresma.

Para los que están sufriendo y padeciendo la vida, Dios tiene medicinas y servicios urgentes ya, gratis, a punto, siempre disponibles… Para los que nos «sentimos sanos» trae la infinita paciencia y la palabra suave que pone a la luz las enfermedades in-nombrables, in-visibles; las que no queremos reconocer, en las que estamos ya envueltos (como capa de contaminación -de muchas de nuestras ciudades-).

Cuaresma.

Hay esperanza. Dios trae también medicina para ti y para mí que nos creemos «sanos», «buenos», «seguros», y quiere hacerte medicina para otros, desde tu fragilidad, para los más pequeños, para los más vulnerables.

Plegaria

Señor y Buen Dios:
danos tu luz para auscultarnos,
tu gracia para reconocer nuestros males,
tu valor para cambiar.
Que nos acompañe la firme confianza
de sabernos, en tus manos sanadoras,
medicina para nuestros hermanos y hermanas.