«Toques» de la Palabra
«…cambia nuestro luto en gozo y nuestros sufrimientos en salvación». (Est. 14, 14)
Cuaresma.
No es ajeno nuestro Dios a todos los lutos de la humanidad doliente, a todo el clamor de la tierra maltratada, a todos los sufrimientos de sus «pequeños». Lutos, dolores, sufrimientos tocan su corazón, golpean las puertas de su amor…
Cuaresma.
Hay esperanza. Haz tuyo -propio, personal- el luto del hermano, el sufrimiento del prójimo, la desgracia del lejano… Que toque a la puerta de tu corazón, que golpee tu conciencia, que horade tu alma… La salvación no ha de tardar si no te cierras, si no te escondes, si no pasas de largo…
Plegaria
Señor y Buen Dios:
a tu corazón siempre atento y dispuesto
llegan los gemidos de tus hijos e hijas
en cualquier necesidad.
Permite que los nuestros puedan latir,
cada día más, al ritmo del tuyo.
Alimenta nuestra confianza
en la certeza de tu empeño
en nuestro gozo y salvación.