Este es el lema elegido para la celebración el próximo 22 de marzo del Día Mundial, del Agua. Y con él se quiere incidir en el cambio social que existente a nivel global, ya que es la primera vez en la historia de la humanidad que la mayoría de la población mundial vive en ciudades… y el paisaje urbano sigue creciendo.
El objetivo del Día Mundial del Agua 2011 (DMA 2011) es centrar la atención internacional sobre el impacto del rápido crecimiento de la población urbana, la industrialización y la incertidumbre causada por el cambio climático, los conflictos y los desastres naturales sobre los sistemas urbanos de abastecimiento de agua.
El tema de este año, Agua para las ciudades: respondiendo al desafío urbano, tiene por objeto poner de relieve y alentar a los gobiernos, las organizaciones, comunidades y personas a participar activamente para responder al desafío de la gestión del agua urbana.
El cambio climático y los desastres relacionados con el agua situarán la creciente demanda de los sistemas urbanos y darán lugar a una mayor migración hacia las zonas urbanas, incluyendo un mayor riesgo de inundaciones, una reducción en el suministro de agua y el desplazamiento masivo de los habitantes de las ciudades costeras. Se prevé que unas temperaturas más elevadas y los cambios en las condiciones climáticas extremas afecten a la disponibilidad y distribución de las precipitaciones, el deshielo, las corrientes de los ríos y las aguas subterráneas deterioraran la calidad del agua. Y como siempre los más vulnerables son los pobres de las ciudades, ya que a menudo viven en lugares peligrosos, tales como las llanuras de inundación y en viviendas de mala calidad. En la actualidad, Una quinta parte de la población mundial, 1,2 millones de personas, vive en zonas que sufren escasez de agua.
Según la Organización Mundial de la Salud el número de grifos por cada mil personas es un indicador más fiable de la salud, que el número de camas de cada hospital.
El acceso al agua potable es el factor que influye decisivamente en la calidad de vida de las personas. Teniendo en cuenta que de toda el agua que hay en nuestro planeta, tan solo el 2% es agua dulce, y que la mayor parte de ella no está disponible para el consumo humano, bien porque forma parte de los casquetes polares, o bien porque está en las capas subterráneas de la tierra, lo que nos queda es un 0,01%, que aunque nos parezca poco, debería ser más que suficiente para satisfacer las necesidades de todos los seres humanos.
Gran parte de la solución a éste problema pasa por no "gastar" agua a más velocidad de la que se recarga nuestro "depósito" natural. Hoy en día la mala calidad del agua provoca la muerte de 28 millones de personas cada año.
Por esto, deberíamos aprovechar el próximo 22 de marzo para reflexionar sobre la problemática de la escasez de aguar y alentar a los gobiernos, las organizaciones, comunidades y personas a participar activamente para responder al desafío de la gestión del agua urbana.
Extraído de Fundacion Proclade