Los precios mundiales de los alimentos, impulsados en parte por la subida del precio de los combustibles, son un 36% más altos que hace un año y siguen inestables, empujando a las personas a una mayor pobreza, según indican las cifras que el Grupo del Banco Mundial dio a conocer hoy.
“Son más las personas pobres que sufren y más las que podrían caer en la pobreza debido al alza y la volatilidad de los precios de los alimentos”, dijo el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, en la conferencia de prensa que ofreció antes del inicio de las Reuniones de Primavera. “Debemos dar prioridad a los alimentos y proteger a los pobres y vulnerables, que gastan la mayor parte de su dinero en alimentos”.
Según la última edición de Alerta sobre precios de los alimentos, del Banco Mundial, un incremento adicional de 10% en los precios internacionales podría hacer que otros 10 millones de personas cayeran por debajo de la línea de pobreza extrema, ubicada en US$1,25 al día. Un alza de 30% en esos precios podría generar 34 millones de pobres más. Esto se suma a los 44 millones de personas que están sumidas en la pobreza desde junio pasado como consecuencia de las alzas de precios. El Banco Mundial estima que la cantidad de personas que vive por debajo de la línea de pobreza de US$1,25 al día alcanza aproximadamente los 1200 millones.
El índice de precios de los alimentos del Banco Mundial, que mide los precios mundiales, se ubica un 36% por encima del nivel que tenía un año atrás y sigue cercano al pico registrado en 2008. Entre los principales incrementos en relación con los valores de hace un año se encuentran el del maíz (74%), el trigo (69%), la soja (36%) y el azúcar (21%), mientras que los precios del arroz se han mantenido estables. En muchos países, las verduras, la carne, las frutas y el aceite comestible continuaron aumentando, lo que podría dar lugar a consecuencias adversas en la nutrición de los sectores pobres.
Los precios han aumentado abruptamente debido a los graves fenómenos meteorológicos ocurridos en países que son grandes exportadores de cereales, las restricciones a la exportación, el uso creciente de cultivos para la producción de biocombustibles, y la escasez de reservas en el ámbito mundial. El alza de los precios de los alimentos también se vincula con el marcado aumento de los precios de los combustibles (el petróleo crudo subió 21% en el primer trimestre de 2011 a causa de la agitación que se observa en Oriente Medio y Norte de África).
Según Alerta sobre precios de los alimentos, en los países más pobres la inflación de los precios de los alimentos ha sido mayor que en las economías de ingreso más alto. En la República Kirguisa, por ejemplo, donde el 10% más pobre de la población gasta el 73% de su presupuesto en alimentos, la inflación de dichos precios llegó al 27% en 2010. Como consecuencia, la cantidad de personas que vive por debajo de la línea de la pobreza podría incrementarse en 11 puntos porcentuales.
Contenido extraído del Comunicado de prensa Nº:2011/430/PREM del Banco Mundial. CIUDAD DE WASHINGTON, 14 de abril de 2011
¿Y QUÉ PUEDO HACER YO?
- Reducir el consumo de biocombustibles y apoyar las campañas y proyectos que promueven la soberanía alimentaria en las comunidades.
- Informarte sobre los acuerdos comerciales y económicos que desde la Unión Europea y España se están firmando con países en desarrollo y exigir unas condiciones comerciales justas que beneficien a los ciudadanos y ciudadanas de los países, especialmente aquellos más empobrecidos.
- Consumir con responsabilidad, incluír productos de Comercio Justo en tu cesta de la compra.
- Adaptar tus hábitos de consumo cotidianos (uso de la luz, el agua, la electricidad, el papel, la ropa, etc) para que sean sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
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Extraído de Fundación Proclade