El cambio climático amenaza los logros de 50 años contra la pobreza

6 de julio de 2009

Los cambios en las estaciones están destrozando las cosechas y provocando la expansión del hambre, pero éste es sólo uno de los múltiples peajes que el cambio climático está haciendo pagar a los países más pobres, según se desprende de un nuevo informe hecho público este lunes por Oxfam Internacional (IO).

(JPG)El informe ’Evidencia que duele: el cambio climático, la gente y la pobreza’, se publica antes de la cumbre del G8 en Italia, donde el cambio climático y la seguridad alimentaria ocupan un lugar destacado en la agenda.

El estudio combina evidencia científica con los testimonios de las comunidades con las que trabaja IO para revelar que son los países pobres los más afectados por los efectos del cambio climático.

El informe alerta de que si no se actúa de inmediato se perderán de manera irremediable 50 años de logros en el desarrollo en los países pobres. Afirma que el hambre provocada por el cambio climático podría convertirse en la tragedia humana de este siglo.

’Evidencia que duele’

’Evidencia que duele’ resume las pruebas de cómo el cambio climático está afectando a cualquier tema relacionado con la pobreza y el desarrollo: hambre, agricultura, salud, trabajo, agua, desastres y desplazamientos de personas.

«El cambio climático es la cuestión central de la pobreza en nuestra época», ha dicho la directora de IO, Ariane Arpa. «Los países más pobres del mundo, que luchan a diario para sobrevivir, son los que lo sufren de manera más dura», añadió». Además, «El coste humano del cambio climático es tan real como cualquier anuncio de despido o de embargo», dijo.

Una encuesta entre científicos especializados en cambio climático elaborada por la ONG sostiene que las personas pobres que viven en áreas de la costa a bajo nivel por encima del mar, en atolones y en grandes deltas, y también los agricultores, son los que corren más riesgo, por las inundaciones y sequías.

375 millones de afectados

Según el texto, 26 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y 200 se verán forzados a hacerlo en 2050. En este sentido, advierte de que 375 millones de seres humanos se verán afectados por el cambio climático hacia 2015.

Los expertos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) por sus siglas en inglés, tras reunirse en 2009 en Copenhague, consideraron que la evidencia es ya «aplastante».

Muchos científicos no creen que el mundo pueda limitar el calentamiento global porque desconfían de que los políticos lleguen a los acuerdos necesarios para reducir las emisiones contaminantes. El informe de IO advierte de que las consecuencias sociales y ecológicas del calentamiento global afectarán directamente a más de 660 millones de personas en 2050.

Algunas de esas consecuencias, según, Diana Liverman, asesora del Gobierno norteamericano sobre cambio climático, incluirían estrés térmico, subida del nivel del mar, y más sequías e inundaciones extremas«. Además de otros problemas como el riesgo de epidemias, la contaminación del agua y la pérdida de cultivos, como las que golpearon Bangladesh durante el ciclón ’Aila’ este mayo.

Liverman advierte de que el mundo se está calentando y las poblaciones más vulnerables están sufriendo las consecuecias. La catedrática dice que las ONG como IO «pueden intentar ayudar a la gente a adaptarse al cambio climático», pero que «los medios de vida, la comida, el agua, y la salud de millones de personas estarán en riesgo» si no hay un compromiso serio.

Por su parte, Lord Stern ex economista jefe del Banco Mundial y afirma que existe una «gran probabilidad de destrucción» y que «la probabilidad de que el calentamiento global sobrepase los 2,4 grados centígrados durante el siglo XXI es peligrosamente alta».

En este sentido, IO ha hecho un llamamiento al G8 para que se llegue a un personal para acuerdo global y que aborde el cambio climático. Asimismo, incita a los países industrializados a que reduzcan sus emisiones al menos en un 40% respecto a los niveles de 1990 hacia el 2020 y el desembolso de 150.000 millones de dólares al año para frenar el calentamiento global.