El nuevo cardenal Sako, ante el sufrimiento de su pueblo

23 de julio de 2018

De Österreichisches Außenministeriumcropped: Gugganij – Esta imagen ha sido extraída del archivo, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=45280455

El Patriarca de Babilonia de los caldeos, Louis Raphael Sako, ha escrito una carta abierta al pueblo iraquí en la que destaca que su reciente incorporación al colegio cardenalicio es una respuesta a las persecuciones que los cristianos sufren en su país.

“Definitivamente simboliza la sangre de tantos mártires que han sido derramada en esta tierra desde todos los componentes de la sociedad iraquí. Sin embargo, el rojo también es un símbolo de amor, que debe inflamar el corazón de la persona que lo usa, ofreciendo así su vida por los que ama incondicionalmente”, afirma.

Por otra parte, el nuevo cardenal refirió ayer a Vatican Insider que regresa a Irak “lleno de alegría” después de haber sido creado cardenal por el Papa Francisco el pasado 28 de junio, así como también de participar en la jornada de reflexión y oración por el Medio Oriente convocada el pasado día 7 de este mismo mes en Bari.

En ella se dieron cita los diversos líderes de Iglesias y comunidades cristianas presentes en los territorios del Medio Oriente para centrar su atención no solo en el sufrimiento de los cristianos, sino en procurar un camino conjunto con aquellos que no profesan la misma la fe. “Todos teníamos claro que el destino de los cristianos está ligado al de los compañeros de viaje que no son cristianos. A los musulmanes, a los hebreos y a todos los demás que viven en el Medio Oriente”.

“Yo deseo que sea posible extender este encuentro a otros semejantes, en el que participen también musulmanes y hebreos. Es lo que deseo, pero este deseo nace del saber que solos no podemos afrontar y resolver todos los problemas. Debemos trabajar junto con todos los demás”, ahondó el neocardenal.

Además, adelantó que entre los temas que se trataron con los líderes cristianos se planteó “la propuesta de identificar una fecha común para la celebración de la Pascua, como signo visible de nuestra unidad”.