“Religión no puede tener valor académico y contar para la nota media”, fueron las palabras de la Ministra de Educación y FP y Portavoz del Gobierno, Isabel Celaá en una entrevista concedida al diario El País. Así, el nuevo gobierno, a través de una ley que llevará al Congreso y que entraría en vigor durante el curso 2019-2020, buscará fortalecer la enseñanza pública, ya que a su juicio “la educación pública se ha convertido en una red subsidiaria de la concertada”.
“Crearemos una asignatura de valores cívicos y éticos, y no será optativa” argumentando para ello que “[la asignatura de Religión] no puede tener un espejo como alternativa, porque eso significa que el derecho de unos se convierte en la obligación de otros. Los valores cívicos han de ser universales y, por lo tanto, todos los alumnos y alumnas han de cursarlos”.
Al mismo tiempo, Celaá quiere enviar un mensaje de tranquilidad a “aquellos centros [concertados] que están cumpliendo fielmente con sus obligaciones”, ya que “no tienen nada que temer”, respondiendo así a la pregunta de si habría algo que ‘quitar’ en los conciertos educativos. Aunque bien es cierto que aprovechó para subrayar la idea de “querer una red pública sólida. Y la red concertada es complementaria de la pública, pero no al revés” De esta manera, la Portavoz del Ejecutivo aspira a alcanzar un pacto educativo y llevar adelante, “con mayoría suficiente” una nueva ley que sustituya a la Lomce del PP.