Evangelio Seglar para el domingo 14 del Tiempo Ordinario (5 de julio de 2020)

3 de julio de 2020

LECTIO DEL DOMINGO XIV TIEMPO ORDINARIO- CICLO A

PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,25-30

Soy manso y humilde de corazón

En aquel tiempo, exclamó Jesús: "Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera."

SEGUNDO PASO: MEDITATIO

¿Qué nos dice el texto?

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

DESDE LA ENFERMEDAD
(mujer, casada, jubilada, convaleciente, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)

No se porqué con los años el evangelio me produce sosiego, este especialmente. Jesús no complica la vida, la hace más sencilla, más llana, somos nosotros quién la complicamos y enredamos. Además se nos ofrece como la fuente del descanso y nos pide cargar con su yugo porque es llevadero.
El origen etimológico de la Palabra  “yugo” proviene de la palabra griega “?uyóv” del verbo unir. De las distintas definiciones de la palabra “yugo” me quedo con la de: “herramienta generalmente de madera que se usa para unir dos animales por el cuello para hacer más llevadero el transporte de cargas pesadas.”  El símil es un yugo que requiere de dos, que une a dos para hacer llevadera la carga… ese es el yugo del que me habla este evangelio: Cristo y yo. En mi vida Él sujetando uno de los lados, en el otro yo. Unida inseparablemente a Él, caminado a su lado, compartiendo la carga, dejándome guiar, avanzando y deteniéndonos a la par.
¿Quién no se ha sentido alguna vez cansado, agobiado? ¿Quién no ha sentido alguna vez que  lleva una carga demasiado pensada?. Ese estar unida a Él me hace vivir la vida de una forma totalmente diferente. He experimentado  la gracia sustentadora de Dios en circunstancias difíciles. Sí, algunas veces esa carga se me ha hecho realmente pesada. En mi debilidad Él está a mi lado, me ayuda a soportarla, no podría ni sabría hacerlo sin su ayuda. ¡Que descanso saberlo junto a mi! ¡Que alivio reposar en Él!

TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?

(hombre, casado, trabaja, pertenece a movimiento cristiano)

Nuestras palabras son como son, son como nosotros, Dios Padre nuestro:
intentos, anhelos… realidades entre el querer y no poder.
Nosotros, nuestras palabras: manos alzadas en medio de la ciudad trepidante
y en estos tiempos tan extraños de pandemia, miedosa.
Alzamos las manos y los ojos: pero no sabemos si para defendernos de tu santidad y justicia
o para aceptar tus dones y tu deseo de salvación.
Nuestras palabras son como son: obra de manos humanas.
¿Realmente, hay palabras especiales o ricas o mágicas que lleguen mejor a Ti?
Tú eres bueno, y eres bueno con todos. Aunque a veces no nos lo creamos.
¿Realmente, nos creemos de verdad que eres bueno con todos
o deseamos que tu juicio severo caiga sobre aquellos que no son de los nuestros?
Los niños, los humildes, los que han recuperado, con tanta dificultad, la nueva inocencia
y se acercan a la limpieza de corazón saben a ciencia cierta cómo eres y a lo que aspiras
con nosotros y entre nosotros.
En este mundo tan hipercomplejo,
lleno de codicia y de falsedades
nos llenan de consuelo las palabras de tu hijo:
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”.
Estamos cansados de tanto ruido y tanta complejidad.
Estamos cansados de tanta palabra vacía dentro y fuera de la Iglesia.
Estamos cansados de tanta injusticia ante tanta muerte prematura evitable.
Estamos desgastados.
Estamos desconcertados.
Estamos, muchas veces, cercanos al hastío y al tedio.
Pero, aún así, no podemos callar.
Ni ante Ti,
Ni ante nosotros.
Ni ante el mundo.
El rescoldo de tu presencia es inextinguible.
Ese amor sobre todo amor,
ese don inimaginable,
nos convierte, de alguna manera,
en un síntoma de la presencia, la mirada y las manos
de tu misterio de tu amor.
Hoy queremos pedirte, en estos tiempos de pandemia,
por toda la humanidad,
y especialmente por todos aquellos
frágiles, marginados, empobrecidos.
Haznos instrumentos de tu voluntad de vida y de santidad para todos los que nos encontremos en la vida.
Haznos semilla de vida nueva y de esperanza tangible todos y cada uno con los que nos relacionamos en nuestro transcurrir cotidiano.
Haznos presencia que recrea y enamora porque realmente es lo que necesita este mundo,
envuelto en una crisis de crisis.

¡Cómo nos gustaría estar en silencio, aprender a estar en silencio, simplemente…
… estarse amando al amado!
Acudir a Ti, y ya está.

Pero no.
Nos envías a todos los confines del mundo.

Hay mucha tarea por hacer.
Hay muchos retos que afrontar.
Hay mucho cuerpo,
mucho corazón,
mucha biografía
que sanar,
que cuidar,
que acompañar.

Haznos como Tú,
que nos cuidas para que sepamos cuidar,
que nos acompañas para que sepamos acompañar,
que nos sanas para que podamos sanar.

En tu nombre,
en el nombre de tu vida,
en el nombre de tu Hijo,
Jesucristo,
Señor de la Historia,
Señor de la Vida,
Señor de todo lo bueno
que habita en el corazón
de todos y cada uno de los hombres.

Amén   

CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?

(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.

ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?

(matrimonio, ambos trabajan 5 hijos, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

Si el día a día no te da para más.
Si querías coger ese libro al llegar a casa y te has encontrado con que tienes que improvisar como profe para ayudar con los últimos exámenes.
Si las cosas siguen sin arreglarse por la oficina
Si no te sale la preparación del próximo tema
Si ves que ya toca pero no hay manera
Si a estas alturas del año deberías estar disfrutando de esas vacaciones que habíais planificado con tanto esmero y no pudo ser.
Si has perdido tu trabajo como consecuencia de la crisis. Si estás en ERTE…
Si te preocupa ese problema de salud.
Si no te han tocado los primeros puestos.
Si… eso que tú sabes,
Ofrece esta semana tu situación al Señor y alégrate porque estás con Él. La cruz de tu vida, aceptada, se transforma en resurrección. Vive esta verdad con la paz de Dios.