Evangelio Seglar para el Domingo 29 de Diciembre de 2024

28 de diciembre de 2024

PRIMER PASO: LECTIO

¿Qué dice el texto?

Lectura del santo evangelio según Lucas 2, 41-52

Los padres de Jesús lo encuentran en medio de los maestros

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contesto: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.

NOTAS BÍBLICAS

La Iglesia hoy el día de la familia. Aquí se muestra a la familia de Jesús peregrinando en caravana a Jerusalén, a 3 o 4 días de Nazaret, para la fiesta de la Pascua o de los Ázimos, como está mandado en Éxodo.
Lucas presenta a Jesús como un adolescente de gran inteligencia, como se cuenta de otros personajes bíblicos y griegos.
En sus primeras palabras en el evangelio, Jesús marca distancia entre su padre-José (que le ha buscado angustiado) y su Padre-Dios (a quien se ha dedicado en su “casa” o sus “cosas” -ambas traducciones son posibles-).
En contraste con el inteligente diálogo con los escribas, su familia no comprende nada. María decide meditar todo esto más despacio.

SEGUNDO PASO: MEDITATIO

¿Qué nos dice el texto?

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

DESDE LA FAMILIA
(Mujer, casada, madre de 4 hijos, trabaja online, pertenece a comunidad cristiana y Movimiento Seglar)

¡Ya ha nacido el niño Dios!

Qué gran ejemplo son María y José, yo la verdad es que no sé cómo hubiera reaccionado en esa situación… no encontrar a mi hijo adolescente y que resulta que se ha quedado sin decir nada en Jerusalén….aunque sea por un buen motivo…. ¡como poco le estaría echando la bronca desde que lo encontrara hasta que tuviera 50 años!

También es cierto que María y José alucinarían cuando vieron a su hijo dialogando con los maestros en el templo y, sobre todo, después de la respuesta que Jesús les dio a sus padres «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»

¿Cómo reaccionaría yo en caso de que mi hijo me dijera eso o algo parecido?… lo único cercano que me imagino es que alguno de mis hijos/a me diga que ha encontrado su vocación consagrada. Eso es algo que incluyo en mis oraciones, pero no sé si lo hago con el «corazón» pequeño. Sé que «mis» hijos e hija son regalos que Dios me ha prestado temporalmente, y sé que es una vocación maravillosa y necesitada, pero creo que me costaría un poquito-bastante «dejarlos» ir.

«Jesús volvió con ellos a casa y siguió bajo su autoridad», hasta que llegó su hora.

Aprovechemos cada momento con nuestros hijos y familia, es el regalo más bonito que Dios nos da cada día. Como padres y madres, tenemos la gran oportunidad y misión de criar a la futura generación de cristianos que vivan y compartan Su mensaje.

Pidamos al Señor, que sepamos guardar en el corazón, como María todo lo que no entendamos, para que podamos asumir y ayudar a cumplir Su voluntad. Para que tanto nosotros, como nuestros hijos e hijas vayamos creciendo en sabiduría y en gracia ante Dios y los hombres.

DESDE EL TRABAJO POR LA PAZ
(Hombre, casado, 3 hijos, pertenece a comunidad cristiana y Movimiento Seglar)

“Ellos no comprendieron”.

Seamos sinceros, ¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida nos quedamos también “atónitos” ante hechos que parecen contradecir el designio de Paz que impregna las escrituras?

Vemos constantemente multitud de injusticias. A gran escala, guerras y hambrunas que se ceban sobre inocentes, genocidios impunes, acumulación de riquezas y corrupción mientras los empobrecidos son olvidados, despreciados o incluso culpados de su situación. A menor escala, esa persona tan buena a la que la zarpa de la enfermedad ha arañado de sopetón, el buen estudiante y trabajador que solo encuentra trabajos basura… Y una vez más, María nos muestra el camino; “conservaba todo esto en su corazón”. El antídoto frente a la desesperanza.

Por otro lado, pocas veces nos referimos a que la triple dimensión del crecimiento de Jesús nos señala también la triple vertiente de nuestro desarrollo personal. Sabiduría, estatura y gracia. Lo intelectual, lo físico y lo espiritual armónicamente y al mismo tiempo nos formarán como personas de Paz.

TERCER PASO: ORATIO

¿Qué nos hace decir el texto?
(Hombre, 3 hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)

BENDÍCENOS.

Señor Jesús,
bendice nuestros hogares:
que sean casa de oración,
de comunión,
de santidad
en estos tiempos de miedos
que nos encogen el ánimo.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos luz y valentía.

Señor Jesús,
cuida nuestras casas:
que vivamos en paz,
en alegría
y en profunda unidad y reconciliación
en estos tiempos tensos
que nos fragmentan y nos separan.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos fuerza y valentía.

Señor Jesús,
hazte presente en cada uno de nosotros:
que seamos apoyo,
compañía,
estímulo
para irradiar la presencia del Reino
en estos tiempos extraños que nos tocan vivir.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos inteligencia y valentía.

Señor Jesús,
te pedimos por todos nuestros parientes:
que crezcamos juntos
en la fe
la esperanza
y la caridad.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos paciencia y valentía.

Señor Jesús,
te pedimos por todos nuestros amigos:
que irradiemos
lo mejor de nuestros corazones
cada vez que nos encontremos.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos coraje y valentía.

Señor Jesús,
te pedimos por todas las personas
que sienten que la soledad
les abruma día a tras día.
Haznos instrumentos de la fraternidad
allí donde más falta hace.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos libertad y valentía.

Señor Jesús,
bendice a todas las familias del mundo,
en todas sus variedades,
en todas sus circunstancias,
en todos sus procesos,
en todos sus anhelos,
en todas sus fragilidades.
Señor Jesús,
bendice a todas las familias del mundo
porque cuando dos seres humanos dicen que se aman,
reflejan el amor sin límites
que tú, Señor, tienes por toda la humanidad.

Señor Jesús,
míranos,
mira a todos los seres humanos:
nos podemos llamar seres familiares.
Abre nuestras mentes y corazones
para cultivar,
ofrecer
y compartir lo mejor de nosotros,
lo mejor de Ti en nosotros,
lo mejor de la humanidad
gracias a Ti,
en Ti,
por Ti
amor sobre todo amor,
vínculo de los vínculos,
entrega de las entregas.

Amén.

CUARTO PASO: CONTEMPLATIO

¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)

Dibujo Fano - 29 de diciembre de 2024

¿A qué nos lleva el texto?

(Hombre, 3 hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)

En este pasaje del evangelio que puede, en un principio, parecernos una anécdota de la infancia de Jesús, se encierran muchas más cosas que nos deberían hacer reflexionar, sobre todo en lo referente a cómo es o cómo debería ser nuestra vida en el seno de nuestra familia.

Jesús se hizo hombre como nosotros y además se crio en el seno de una familia. La Sagrada Familia de Nazaret. Y ahí, como en las nuestras, no todo fue bien, también tuvieron sus problemillas, sus angustias, sus sufrimientos, tuvieron episodios muy duros, dar a luz sin casa ni posada, sin recursos económicos, huir con el niño Jesús a Egipto, abandonarlo todo, ser un emigrante habiendo salido de prisa y casi con lo puesto…incluso, escuchar contestaciones de un niño a sus padres, con sus razones, pero que ellos no supieron entender en su momento y lo asumieron con resignación, como solemos hacer los padres.

Por eso no debemos escandalizarnos con lo que nos pase en el seno de nuestras familias, siempre y cuando tengamos la intención de aprender a escucharnos, a comprendernos, a caminar juntos, a afrontar los conflictos y dificultades desde la fe. Y es que, en el dia a dia, se debe notar que apostamos por ella, teniendo una actitud adecuada, cuidando los detalles, el respeto, el gesto agradable y no dar una mala contestación, los gestos sencillos y el amor concreto hacen crecer el amor en la familia.

Es, por desgracia, frecuente, que en casa nos relajemos en nuestra tensión de amar, que quizás intentemos mantener en nuestros ambientes de trabajo, de amigos, en la parroquia…y luego con los nuestros, con los que más queremos, soltamos el bufido y la mala contestación, porque “donde hay confianza, da asco”. Cuidemos nuestro entorno familiar como un gran tesoro, dedicándole el tiempo y la atención que se merecen, cuidando el amor recíproco que es capaz de poner a Jesús en medio. Que no nos importe que los propios nuestros, nos tachen de “beatillos” por explicitar con nuestros actos y de palabra, que amamos a Dios y al prójimo con toda el alma. Toda familia es sagrada y Dios nos pide que recemos por y con ella, que afrontemos las dificultades y los problemas desde la confianza en que Dios también apostó por la familia y nos va a ayudar. Es la factoría y la escuela de “hombres nuevos” que crecen en la fe y donde todos son ejemplo, todos aportan. Surge una acción de gracias por la trasmisión de la fe y el ejemplo de nuestros mayores. No seríamos quienes somos si no hubiera sido por ellos. Hagamos nosotros lo mismo, no nos cansemos de educar en el respeto, de catequizar, de ser ejemplo con las obras, de formar a buenas personas,

Hay factores externos e internos de los que tenemos que huir o prestar la atención adecuada para preservar nuestras familias. Hagamos nuestro particular examen de conciencia y, empezando por uno mismo, aportar cada uno nuestra parte. Atentos a estos factores que podríamos analizar y tener presente: el uso de las tecnologías, el excesivo trabajo, la infidelidad, la falta de comunicación, la falta de honestidad y sinceridad, los vicios y la búsqueda del placer y la frivolidad, las dificultades económicas, el desempleo, la falta de respeto y maltrato…

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