PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?
Lectura del santo evangelio según Mateo 22,34-40
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» Él le dijo: «»Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.» Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas.»
SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LA EXPERIENCIA MISIONERA
(Hombre, casado, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)
El prójimo. ¿Quién es el prójimo?
A menudo es fácil olvidarse de que Jesús no nos pide que amemos en general, sino que amemos al prójimo.
Recordemos quién fue el prójimo para Jesús. Primero, los enfermos de su pueblo, del pueblo judío. Posteriormente se abrió a samaritanos. Después, a gentiles de todas las procedencias. Y acabó muriendo en la cruz para reconciliar al mundo entero, sin excepción.
Para asegurar que su mensaje llegaba a todo el mundo “los envío de dos en dos».
¿Me preocupo solo por mi familia, mi vecino y mi zona de confort? ¿Soy capaz de considerar mi prójimo, mi hermano, al diferente? ¿Soy consciente de que todos los Zueblos, todo migrante sin importar procedencia (Latinoamérica, Asia, Magreb, África subsahariana) es también mi prójimo?
Jesús nos invita a amar al prójimo, como Él, sin excepción.
DESDE LA VIDA UNIVERSITARIA
(Hombre, soltero, pertenece a comunidad eclesial)
Cuánto nos gusta a los universitarios que nos den un resumen del temario. No es solo por querer hacer menos esfuerzo a la hora de estudiar; a veces, los temas son tan largos y profundos que, cuando llevo varias páginas leídas, se me olvidan conceptos que son fundamentales para poder entender todo lo demás. Así que los resúmenes son de gran utilidad, puesto que ayudan a recordar aquellas ideas clave que hacen que el resto del texto tenga sentido.
En este pasaje del Evangelio, Jesús nos ofrece el resumen de lo que debería ser nuestra vida como cristianos: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Y es que es muy fácil que nos llenemos de aspiraciones, objetivos, rutinas, obligaciones… Pero todas esas “páginas de texto” terminan creando un temario complejo y con tantos detalles que se vuelve difuso. Por eso, conviene pararnos de vez en cuando para recordar que el amor es nuestra idea clave y que, como tal, debería ser el punto de partida en torno al cual construyamos nuestra relación con nuestro Padre y nuestros hermanos.
TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?
(Hombre, casado, pertenece a movimiento cristiano)
Amar
Señor, nos complicamos la vida.
Somos así,
demasiado humanos.Tú, Señor, nos regalas lo esencial de lo esencial.
Y nosotros nos complicamos la vida
y se la complicamos a los demás
con nuestras puñeterías.Señor, danos valentía para afrontar que lo esencial es el amor,
el respeto,
el cuidado,
la comunión.
¡Haznos como niños!Seño, danos valentía para mirarnos a nosotros mismos
y descubrir que tu presencia
es lo que nos sustenta,
nos vertebra,
nos vitaliza.
¡Haznos más auténticos!Señor, danos valentía para enfocarnos en lo que de verdad importa…
las personas,
la escucha,
el acompañamiento
la presencia gratificante en la vida de los demás.
¡Haznos más hermanos!Señor, danos valentía para tener metas sencillas y claras…
la comunión,
la compasión,
la solidaridad,
el cuidado de los más frágiles.
¡Haznos más evangelio vivo!Señor, danos valentía para tomar decisiones firmes
para aligerar de enredos demasiado humanos
nuestro paso por la vida,
nuestra vida eclesial,
nuestra vida familiar,
nuestra vida personal.
¡Que nuestras manos, nuestro rostro y nuestras palabras
sean más evangélicas!Señor, danos valentía para aportar
valor,
calidad,
compasión,
realismo
allí por donde estemos.
¡Haz instrumentos de paz!Señor, danos valentía para priorizar de verdad el reino… ,
para tomarnos en serio el evangelio,
tomarnos en serio la fe,
tomarnos en serio a nosotros,
tomarnos en serio a ti.
¡Haznos mejores semillas del reino!Señor, danos valentía para ser agradecidos,
para ser agradecidos con la vida,
para ser agradecidos con los demás,
tan suyos y tan hermanos nuestros…
para ser agradecidos contigo,
maestro,
presencia,
luz.
¡Haznos más cristianos!
CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)
ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?
(Hombre, 3 hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)
Al igual que dos personas que se quieren, nuestra relación de amor con Dios debe estar llena de aspectos como por ejemplo: expresar nuestros anhelos, sueños, dificultades, alegrías…con un diálogo continuo con Él, que nos admiremos de su grandeza al contemplar la creación, que le ofrezcamos, tanto los momentos de sufrimiento como de alegría, que le pidamos fuerzas y confianza, que en una oración sincera, pongamos nuestra vida en sus manos y dejemos que nos hable al corazón para escoger el camino desde la fe, más adecuado y cuál es su voluntad en cada momento. Todo esto es justo y necesario. Y no es poco, la verdad.
Jesús, en su enorme capacidad didáctica para transmitir la Buena Noticia, sin quitar ni una coma de la Ley, señala un segundo mandamiento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Ya veíamos la semana pasada cómo, en la moneda acuñada por Dios, está su imagen, grabada en cada hombre y mujer que pasa a nuestro lado. Pues bien, por si alguno no se hubiera enterado y pudiera llegar a caer en la tentación de no concretar ese amor y que se quedara esto en una sola palabrería o estancados en las nubes, o lo que es lo mismo, en un fluir sólo en sentido vertical, Él nos señala una vía de amor en sentido horizontal que no podemos olvidar, es el amor al prójimo. Jesús nos invita a meternos en la piel de nuestros padres, de nuestros hijos, de los compañeros de trabajo, de los vecinos, de quien está a nuestro lado… Seguro que ellos quisieran ser acogidos, escuchados, que se sintieran incluidos, que los apoyáramos en sus necesidades materiales pero también nos pedirían sinceridad, perdón, ánimo, paciencia, consejo, compasión…Amarlos como nos gustaría que nos amaran a nosotros, como a ti mismo, dice Jesús. Es la regla de oro, la base de todos los valores auténticamente humanos, los que facilitan una convivencia pacífica, con relaciones personales y sociales justas y solidarias. Por tanto, amar a Dios en sentido vertical pero también en horizontal.
Si quieres recibir el Evangelio Seglar cada semana, pincha aquí