Evangelio Seglar para el Domingo 4º de Adviento (18 de diciembre de 2022)

18 de diciembre de 2022

PRIMER PASO: LECTIO

¿Qué dice el texto?

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,2-11

¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: "¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?" Jesús les respondió: "Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!"

Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: "¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti." Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él."

NOTAS BÍBLICAS (por equipo coordinador, con asesoramiento de un biblista)

Domingo 3º de Adviento del ciclo A : Mateo 11, 2-11. Juan Bautista

Adelantamos diez capítulos respecto al domingo anterior aunque continuamos con el mismo protagonista, figura propia del Adviento.

Encarcelado por el tetrarca Herodes Antipas, manda preguntar a Jesús si él es quien tenía que venir. Después de haberle reconocido como Mesías cuando vino a ser bautizado por él, parece que Jesús no está respondiendo a las expectativas de Juan, que esperaba un mesías justiciero (ver domingo anterior), y desea que el mismo Jesús le ayude a discernir.

Jesús enumera las acciones realizadas por él en los capítulos 8-9, que se corresponden a las anunciadas por Isaías sobre el futuro mesías.

En la segunda parte, Jesús habla con las multitudes sobre Juan, preguntándoles qué fueron a ver al desierto de Judá, donde él predicaba. Pregunta si fueron a ver a alguien vestido con lujo, en contraste con la descripción de su vestimenta -parecida a la del profeta Elías- hecha el domingo anterior. El mismo Jesús contesta que tales visten en palacios reales no el desierto, refiriéndose así, al menos, a Herodes Antipas, con quien Juan se enfrentó y que le mantiene encarcelado. En el mismo sentido puede ir la pregunta de si fueron a ver una caña agitada por el viento, ya que la caña era el símbolo de Herodes en monedas acuñadas por él, y con su predicación Juan agitaba la figura del rey.

Jesús le cualifica en la mejor tradición profética, como el que cumple lo escrito: Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti. Esta frase no se encuentra en la Biblia tal cual, sino que funde en una el anuncio de Éxodo 23,20 (el ángel que irá delante del pueblo a la tierra prometida), y Malaquías 3,1 (el mensajero que prepara el camino).

La última frase se puede interpretar de formas diversas: el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. ¿Se refiere a que Juan pertenece a un estadio anterior al reino y por ello él es el más pequeño de éste? ¿Se refiere a que Jesús es el más pequeño, pues realiza en sí aquello de que el que se haga pequeño es el mayor (18,4), y por eso es más grande que Juan?

SEGUNDO PASO: MEDITATIO

¿Qué nos dice el texto?

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

VIVIR EL ADVIENTO CON NIÑOS

(Matrimonio, 3 hijos, ambos trabajan, pertenecen a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

En nuestra sociedad en este tiempo pre-navideño todo va en torno a deslumbrar: qué ciudad pone el alumbrado más impresionante, quien hace el menú más caro y moderno, o los regalos más costosos. Nos dejamos deslumbrar por esas grandes luces, que no nos dejan ver los pequeños milagros de cada día, la sonrisa del familiar mayor que vamos a visitar, el detalle pequeño a quien no se lo espera, la receta de la abuela sencilla pero hecha con todo el cariño… todos los mensajeros del evangelio que nos cruzamos a diario y nos enseñan quién es aquél que esperamos cada año. Y cuando más difícil es descubrir esto en la familia, y a los niños/adolescentes de hoy en día, que están deslumbrados por las pantallas, el consumismo, la superficialidad de los “falsos profetas” de la felicidad eterna. Como padres, tenemos que dar ejemplo con nuestro comportamiento y actitudes, aunque vayan contracorriente y pueda que a ellos no les gusten mucho; y ayudarles a descubrir al niño humilde que nace en un portal rodeado de los más sencillos.

DESDE LAS RESTRICCIONES Y RECORTES EN LA CALIDAD DE VIDA

(Mujer, viuda, con un nieto adolescente a su cargo, pertenece a comunidad cristiana)

Adviento, tiempo de renovación, tiempo de escucha, tiempo de desierto interior, tiempo de esperanza y alegría. Si miro al mundo con su mensaje de la navidad con luces,compras y comilonas, me embarga la tristeza y la desesperanza, en estos momentos difíciles económicamente y de tanta precariedad e incertidumbre. pienso en aquellos que estamos pasando por distintas circunstancias, si nos quedamos con este mensaje , nos impregnamos de desaliento, en la superficialidad y mentira.

Adviento,proceso de crecimiento hacia la alegría y la esperanza, la noticia de que "Jesús está cerca" este es el verdadero mensaje y Él nos dice: "mira estoy aquí en este pesebre humilde lleno de pobreza y miseria, he llegado para quedarme si tú quieres y me dejas, limpiar y sanar tú pesebre de toda indigencia en tu corazón, lo cambiare y lo haré nuevo, lo llenaré de alegría, esperanza y en la verdad de ser amado en tu sencillez, tal y como eres, porque eres mi bien más preciado, sin envoltorios de apariencia, solo por que te amo”. Entonces todo toma sentido.

Gracias Señor estar siempre aquí, ven Señor.

DESDE LA ESPERANZA

(Mujer, casada, jubilada, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

“¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?

“…los ciegos ven, los inválidos andan, los sordos oyen… y a los pobres se les anuncia el Evangelio”.

Hoy celebramos el domingo “Gaudete” que significa alegría. Este domingo es especial dentro del tiempo de Adviento. La Iglesia nos invita a estar alegres, los cristianos tomamos conciencia de que el Señor está cada vez más cerca, nuestro encuentro con Él nos hace estar alegres, una alegría que nace de nuestro interior, alegría y esperanza que nos ayuda a vivir los acontecimientos de la vida con otra mirada, con la mirada del corazón. Nada puede quitarnos la alegría de la espera del Señor. El apóstol S. Pablo nos dice: ”Estad alegres, os lo repito, estad alegres…”

La Palabra de Dios nos invita a esperar con alegría y esperanza nuestro encuentro con el Señor. El Reino de Dios ya está en medio de nosotros, ¿no lo notáis? Yo siento las palabras del Evangelio haciéndose realidad: Los ciegos ven, los sordos oyen, a los pobres se les anuncia la Buena Noticia… Encontramos hoy muchos signos del Reino entre nosotros. Personas que están dando su tiempo en favor de los demás; personas que trabajan por la justicia y la paz; generosas, sencillas, que saben escuchar y saben cuidar…, personas que están haciendo posible el Reino de Dios entre nosotros.

Con la esperanza puesta en el Señor, quiero pedirle que me dé su luz para ver las necesidades que me rodean; que me abra el oído para escuchar su Palabra y poder escuchar a los que tengo a mi lado; que cuando esté desanimada o con dificultades, me grite: “levántate y anda”; que descubra su rostro en lo pequeño y lo sencillo; que Él me haga su testigo para anunciar su Palabra.

Quiero vivir, junto con mi familia, la alegría de la espera jubilosa de la Navidad, con la esperanza que nos hará ver la salvación de Dios. Que la luz de la Navidad ilumine nuestro camino y nos lleve al encuentro jubiloso con el Niño Dios

Esta semana, en el centro del Adviento, hemos celebrado la fiesta de María Inmaculada. María nos explica con su persona y con su vida la realidad más profunda del Adviento. Ella esperó y acogió a Jesús como nadie y en favor de todos. Pidamos a María, Madre de la Esperanza, que nos ayude a esperar con profunda alegría la venida de nuestro Salvador.

TERCER PASO: ORATIO

¿Qué nos hace decir el texto?

(hombre, casado, trabaja, pertenece a movimiento cristiano)

Señor Jesús,
defender la alegría de tu presencia,
la alegría de tu salvación,
la alegría de tu reino
frente al pesimismo,
las dudas,
el duro realismo.

Señor Jesús,
la dureza de corazón no es la última palabra.
Señor Jesús,
cultivar la alegría de las fuentes de la salvación,
de las fuentes de la misericordia,
de las fuentes del sí a la vida
frente a las zonas oscuras y dañinas
de nuestra experiencia como seres humanos.

Señor Jesús,
el resentimiento que deforma nuestra capacidad de amar no es la última palabra.

Señor Jesús,
compartir la alegría de la fe,
compartir la alegría de la luz de la fe,
compartir la alegría de la energía de la fe
frente a los corazones desgarrados
de tantos seres humanos.
Señor Jesús, los círculos viciosos
de la violencia y barbarie
no son la última palabra.

Señor Jesús,
venda nuestros corazones desgarrados.

Señor Jesús,
regenera nuestras más auténticas sonrisas.

Señor Jesús,
derrama tu Espíritu como la lluvia.
Derrámate.
Empápanos.
Santifícanos.

CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?

(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)

ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?

(Hombre casado, 3 hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?

Se acerca el nacimiento de Jesús, la NAVIDAD, ¿qué esperamos de ella? O mejor aún¿qué se espera de cada uno de nosotros?

En demasiadas ocasiones pensamos en lo que necesito, en lo que me falta, en lo que me podrían aportar los demás, pero… ¿cuántas veces pensamos en lo que podemos ofrecer?

Juan esperaba la llegada del Mesías, pero de una manera activa, ofreciéndose, sirviendo a los demás. ¿Hacemos nosotros lo mismo? No sé si Jesús nos quiere ocupados en compras, cenas, decoraciones… o nos prefiere llamando a ese familiar o amigo para un café y reconciliarnos, ayudando a los que viven en la calle, colaborando con algún voluntariado que colabore con los más desfavorecidos…

Si Jesús nos preguntara ¿eres tú el que he enviado por mí o debo enviar a otro? ¿Qué le contestaríamos? Ojalá Jesús encuentre una respuesta afirmativa en cada persona que se cruce en nuestra vida.

Jesús necesita nuestros brazos, nuestras piernas, nuestras palabras… nuestras vidas, para poder nacer de nuevo, y nos necesita cada día, no solo un mes al año. Seguro que si busco en mi vida hacia dentro encuentro una llamada que llevo tiempo ignorando, una persona a la que poder ayudar, una acción, por pequeña que sea, que siembre un poco de Reino de Dios, y así poder ser herramientas útiles en las manos del carpintero.

No hagamos esperar la llegada de LA NAVIDAD a nadie, seamos NAVIDAD, para todos los que tenemos cerca… e intentar serlo también para los que están un poco más lejos.


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