PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?
Lectura del santo evangelio según Juan 10,1-10
Yo soy la puerta de las ovejas
En aquel tiempo, dijo Jesús "Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a sus voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños." Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: "Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante."
SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LOS PRIVADOS DE LIBERTAD
(Mujer, soltera, participa en la pastoral penitenciaria, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)
Nos habla el Evangelio de hoy de la importancia de reconocer y seguir al buen pastor para no desviarnos por caminos que nos llevan al mal.
También es una llamada a actuar como buenos pastores capaces de cuidar y guiar el rebaño que ha puesto en nuestro camino.
Cuando me dirijo a la cárcel, siempre me encomiendo al Señor: le presentó lo que voy a hacer, las personas que me voy a encontrar y le pido que no se pierda ninguna de las que me encomendó.
En general se les ve y ellas mismas se sienten como ovejas descarriadas que se apartaron del buen camino, que se dejaron llevar y engañar por malos pastores (que buscando su propio beneficio) las llevaron por sendas tortuosas y de perdición.
Qué importante es para la persona privada de libertad, el que la llames por su nombre no por el apodo callejero, le mires a los ojos, la escuches atentamente, le saques una sonrisa, le hagas un seguimiento y le recuerdes que no está solo/a que el Señor siempre camina a su lado.
¿No es esto lo que hace el Buen pastor con los/as que estamos fuera de los muros de la cárcel? Pues también a eso/as hermanos/as nos envía para que seamos buenos pastores y a su vez les enseñamos que ellos/as pueden serlo para quienes les rodean.
Señor resucitado, que no deje nunca de escuchar tu voz, para que jamás me aparte de ti ni del rebaño que tú me encomendaste. Amén.
DESDE EL TRABAJO SANITARIO
(Mujer, casada, tres hijos, enfermera, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)
El Evangelio de esta Semana describe la importancia de entrar por la puerta adecuada, de hacer bien todo nuestro trabajo, una llamada a la responsabilidad y la integridad profesional.
Es una llamada también a seguir los procedimientos correctos y las mejores prácticas médicas en la atención a nuestros pacientes. Además, los pacientes sí reconocen la voz de Jesús en sus cuidadores, se ponen en sus manos, confían que el tratamiento que recibe es el adecuado para su curación.
Jesús se presenta como ese pastor que conoce a sus ovejas, las llama por su nombre, conoce el momento delicado que están pasando, momentos de angustia, de dolor, de dudas y preguntas. Si Jesús les ofrece una salida, Él es la puerta que les guía hacia el bienestar y la salud.
Sin embargo, Los ladrones y bandidos representan a aquellos que actúan con fines egoístas o dañinos.
Si sabemos reconocer a ese Pastor de nuestra vida en medio de la enfermedad, Él será nuestra Salvación y nos dará Vida abundante.
TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?
(Hombre, casado, pertenece a movimiento cristiano)
Señor Jesús, vivimos tiempos extraños:
nos corroe la desconfianza.
Tenemos miedo.
Señor Jesús, ¿cómo sabremos que nos abres las puertas de la esperanza?
Las palabras desgatadas no nos bastan,
las doctrinas ininteligibles no nos bastan,
los ritos insignificantes no nos bastan.
Señor Jesús, ¿quién y cómo nos va a sustentar entre tanto y tanto escombro?
Señor Jesús, vivimos tiempos asustados:
no hay ámbito que miremos que genere alegría de vivir.
¿Señor Jesús, ¿cómo sabremos que nos abres las puertas de la vida nueva?
El día a día es una supervivencia,
todos tenemos mucha prisa siempre,
no tenemos tiempo para el silencio y la contemplación a fondo de la realidad.
Señor Jesús, ¿quién y como nos ayudará a mirar más a fondo la humanidad del día a día?
Señor Jesús, la rabia nos corroe muchas veces…
como una especie de herpes en nuestro espíritu.
Señor Jesús, ¿cómo sabremos que nos abres la puerta a la confianza?
Nos devoran tantas y tantas veces los zarpazos de nuestro ego
en esta especie de supervivencia en la gran ciudad.
El intento de empatía nos hace seres extraños.
Señor Jesús, ¿quién y cómo nos acompaña en la siembra de la ternura y la fraternidad?
Señor Jesús,
ayúdanos a inventar nuevas situaciones más humanas
más allá de lo que supone que hace la gente de bien…
inspíranos en la creación de nuevas relaciones humanas,
más allá de lo que la presión social nos dice que es lo socialmente aceptable…
alúmbranos como seres humanos humildes pero consistentes
en las palabras fraternales,
en las acciones misericordiosas,
en las presencias sanadoras.
Señor Jesús,
santo entre los santos…
ayúdanos a superar
tanto y tanto reto
que tu sabiduría
nos pone por delante…
Amén. Aleluya. Aleluya. Aleluya.
CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)
ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?
(Hombre, casado, un hijo, milita en partido político, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)
Hemos de admitirlo: En esto del seguimiento de Cristo a menudo tenemos mucho de "ovejas bobas" que no nos enteramos "de la misa la media".
A menudo andamos por nuestro día a día "despistados", afanados solo en “comer”, en subsistir…, sin levantar la cabeza del suelo.
Cuando vivimos así… más que vivir, “sobrevivimos”. Y, ni mucho, tenemos VIDA EN ABUNDANCIA. Y tú y yo queremos vida en abundancia, vida plena. Pero eso no encaja con la otra vida que describo más arriba anodina, insulsa, descafeinada… de “mínimos”.
La clave está en escuchar La Voz, en conocer al Pastor, en dejarse guiar, en salir por la puerta tras Él.
Así que, esta semana, se nos pone por delante un escenario perfecto para hacer un ejercicio de “cambio de nivel” en nuestras existencias. Seamos ovejitas, sí, pero despiertas, atentas, prestas, diligentes: ¿Y si buscamos algo en nuestro presente que este lejos de darnos la Vida en Abundancia y le preguntarnos a Jesús que quiere que hagamos con ello? O, ¿y si estos días llamamos las cosas por su nombre y nos decimos algo en lo que no estamos siguiendo la voz del Pastor?
Sospecho que, las respuestas que nos demos a esas preguntas, en gran parte tendrán que ver con el compromiso que tenemos con el hermano, con el resto del rebaño. Porque, si algo da abundancia a la vida… es entregarla, como hizo el Buen Pastor al que seguimos.
Así que, nada… esta semana nos toca SER MUY BUENAS OVEJAS.
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