PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,13-16
Vosotros sois la luz del mundo
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo."
NOTAS BÍBLICAS
(por el equipo coordinador, con el apoyo de un biblista)
Jesús dice que sus discípulos son «sal de la tierra» y «luz del mundo». Ya los había llamado «pescadores de hombres».
Hay una correspondencia de términos entre «tierra-mundo-hombres», que se refieren a la misma realidad, a aquella que no es como Dios desea. Ya Mateo la había llamado tinieblas y oscuridad.
Asimismo, la realidad deseada por Dios es llamada «sal-luz-pescador», y éstos son los discípulos de Jesús.
La relación entre la primera serie de tierra/mundo/hombres y la segunda de sal/luz/pescador es de misión: los discípulos tienen la misión de ser sal/luz/pescador en medio de tierra-mundo-hombres.
La imagen de la luz ya apareció en Mateo referida al mismo Jesús en el inicio de su misión, que es definida como luz que brilla en la el país donde manda la tiniebla y la oscuridad.
La novedad de este trozo del evangelio está en la advertencia de Jesús del peligro de ser infiel a la misión: sal que se desvirtúa o luz que se esconde (el «celemín» es un recipiente que servía como medida del grano de la cosecha). En ese caso, el discípulo infiel será desechado.
Jesús invita a realizar plenamente la misión: luz en lo alto que ilumine a todos.
La mayor dificultad del texto está en el uso de la sal. Si bien ser luz tiene un sentido claro, la sal puede tener diversos significados según sus diferentes usos, y de varios de ellos ya se ha hablado en la Biblia. ¿A cuál se refiere aquí Mateo? Los biblistas dan diferentes interpretaciones. En cualquier caso, el mensaje en su conjunto es claro.
Con ello se consigue que otras personas «den gloria» al Padre (no a los que salan o iluminan), con lo que se convertirían en nuevos discípulos. Ello coincide con el último mandato de Jesús en Mateo 28,19.: Id y haced discípulos.
SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LA FAMILIA Y LOS NIÑOS
(matrimonio, trabajan ambos, dos hijas pequeñas, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)
Jesús nos habla con palabras sencillas y directas para indicarnos nuestra misión. La función de la sal es aderezar, realzar el sabor de los demás ingredientes. Lo fundamental son los otros elementos pero la sal marca la diferencia al mezclarse. Por sí sola, la sal no cumple su cometido, sino que cobra sentido en relación con lo demás. De esta manera debemos vivir nuestra fe, desde nuestra pequeñez y con nuestras limitaciones, pero con el corazón entregado a Dios y la mirada y las manos ofrecidas a nuestros hermanos.
Lo mismo ocurre con la luz pues ilumina lo que se encuentra alrededor, no es algo para ser contemplado, sino para que los demás vean mejor y sean mejor vistos. El foco, por tanto, no se pone en nosotros y nos obliga a descentrarnos.
En este sentido, cuando nos planteamos qué educación queremos brindar a nuestras hijas siempre tenemos una cuestión de fondo: lo principal es procurar que sean felices y se sientan queridas por su familia y por Dios Padre. Pero no resulta fácil, el camino de la paternidad/maternidad se construye cada día y estamos sometidos a estímulos y presiones sociales contrarias al evangelio. No se nos estimula a ser sal o luz, sino a la competitividad, la necesidad de ser los mejores o el liderazgo mal entendido, que son elementos que pueden afectar el crecimiento personal y de fe tanto de nuestras hijas como el nuestro.
Supone un gran reto en el contexto actual educar en los valores que Jesús nos mostró, como la bondad, la cercanía, la generosidad, la compasión, la empatía o la tolerancia.
Para ello no dejamos de pedir al Señor que nos fortalezca como una familia valiente, dispuesta a tomar decisiones que nos comprometan y abriendo nuestra casa y nuestras vidas a los demás. Le pedimos al Señor que nos haga ser sal y luz para nuestras hijas y para los demás.
DESDE LA PALABRA EN LA VIDA COTIDIANA
(mujer, soltera, trabaja, perteneciente a movimiento cristiano y comunidad seglar)
En esta palabra veo cual es la misión que tengo en la Iglesia de ser esa sal que sala y esa luz que ilumina
¿Como podrán creer tantas gentes que hay a mi alrededor? Dentro de mi familia y compañeros de trabajo que no creen, que la Iglesia no les sirve para nada.
Pues solo podrán creer si realmente ven en mí una actitud de cristiana, si de verdad puedo perdonar al otro, poder ponerme al servicio del otro de corazón sin esperar nada a cambio. Porque solo el Amor puede cambiar el corazón del hombre.
DESDE LA ENFERMEDAD
(mujer, casada, jubilada, convaleciente, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)
Simeón reconoció a Dios en el pequeño Jesús, yo también reconozco que Dios se hace presente en mi vida. Ahora que me toca hacer un parón forzado por un problema de salud (lo que me ha permitido tener mucho tiempo para reflexionar), me doy cuenta que a veces paso días tan metida en proyectos, actividades, responsabilidades, compromisos, que entre tanto ajetreo me olvido que Él está ahí, a mi lado. Paso tiempo centrada en mi ego: lo que quiero, mis dificultades, mis problemas. El Señor estaba ahí, sí, pero queda difuminado, es como el amigo invisible. Pero afortunadamente él no se cansa, y me da un toquecito para hacerse visible, para que le preste atención, para que no me olvide que no soy yo, sino que el que maneja los hilos de mi vida es Él.
Yo también quiero como la profetisa Ana servir al Señor noche y día y hablarles del amor de Dios a los que se acercan a mi vida.
TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?
(hombre, casado, trabaja, pertenece a movimiento cristiano)
Dios que habitas en la luz eterna:
las palabras se nos quedan cortas
para nombrar todo lo que nuestro corazón
desea nombrar en este domingo.
Bendito seas por todas las luces
que iluminan nuestras vidas.
Bendito seas por la luz del conocimiento,
por la luz de la razón,
por la luz de la inteligencia.
Por la fuerza de esta luz
sabemos mucho del mundo,
sabemos mucho de nosotros,
sabemos mucho de ti.
Y por la misma luz sabemos que no es suficiente
esta luz tan potente y plástica
para llenar de sentido y de significado nuestra vida.
Bendito seas por la luz que emanan
los santos de la historia,
sea cual sea el camino espiritual
que hayan vivido.
Su luz,
tan personal,
tan especial,
tan humana
nos inspira constantemente.
Y por esta misma luz
sabemos que hay una fuente
inefable,
inagotable,
fascinante
cuya presencia está al alcance
de todo ser humano
que busca lo caminos de la santidad.,
que explorar la realización de
nuevas obras de misericordia,
que ansía un mundo donde la palabra fraternidad
tenga la consistencia de roca viva.
Bendito seas por la luz de tu Hijo,
que nos llamó,
claramente
a ser luz del mundo
con nuestras palabras,
con nuestra presencia,
con nuestro ser seres humanos
en medio de los seres humanos.
Bendito seas,
Dios que habitas en la luz eterna.
Ante ti nos presentamos,
conscientes de nuestra fragilidad
y de nuestros miedos.
Nuestra confianza está puesta
en tu Hijo y Señor nuestro:
partió su pan con el hambriento,
llamó amigos a hombres y mujeres maltrechos,
sembró de esperanza concreta
a todos y cada uno
de los seres humanos abatidos
con los que se encontró.
Bendito seas,
Dios que habitas en la luz eterna.
Sabemos de nuestros desalientos,
de nuestros fallos,
de nuestros fracasos.
¡Haznos ser el resplandor de tu gloria!
¡Haznos ser humilde leño que se consume
día a día, gestando nueva humanidad!
¡Haznos ser pábilo pequeño,
sencillo,
auténtico…
que arde en caridad!
CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)
ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?
(matrimonio, 5 hijos, ambos trabajan, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Ser sal y ser luz.
A esto nos llama Jesús.
Cuesta mucho desde la perspectiva del día a día. ¡Si a veces, apenas nos da la energía para sobrevivir entre los avatares diarios, según se nos presente la jornada, o dependiendo de cómo nos hayamos levantado…! Y no somos superhéroes, sino gente muy normalita, muy frágil, como estamos hechas las personas.
Pero es verdad que con Dios todo cambia. Se ilumina nuestro entorno y desaparecen las sombras.
¿Cómo? Viviendo nuestras situaciones personales con el criterio del Evangelio. Buscando, como el sediento al agua que necesita para vivir, la luz que viene de Cristo, a través de su Palabra, de la oración, de la Eucaristía, de la Comunidad cristiana, como el gran tesoro que es. Valgámonos de estos medios.
Si custodias en tu interior esa luz, tendrás lucidez para combatir lo que te aparta de la voluntad de Dios cuando hayas de tomar una decisión o cuando te encuentres ante una dificultad o una tentación. Y Dios se valdrá de tí. Planifica cómo captar mejor la Luz para llevarla al mundo con tus obras.
No nos corresponde cambiar el mundo, eso le corresponde a Él. Ayudémosle a hacer Su trabajo valiéndose de nosotros.