PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?
Esta semana el Evangelio Seglar se ha trabajado sobre dos textos: el evangelio propio del 2º domingo Adviento (Lc 3, 1-6) y el de la solemnidad de la Inmaculada Concepción (Lc 1, 26-38).
Lectura del santo evangelio según Lucas 3, 1-6
Todos verán la salvación de Dios
En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.»
Lectura del santo evangelio según Lucas 1, 26-38
Un ángel anuncia el nacimiento de Jesús
A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, a visitar a una joven virgen llamada María que estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró donde ella estaba, y le dijo:
– ¡Te saludo, favorecida de Dios! El Señor está contigo.
Cuando vio al ángel, se sorprendió de sus palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:
– María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo: y Dios el Señor lo hará rey, como a su antepasado David, y reinará por siempre en la nación de Israel. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel:
– ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel le contestó:
– El Espíritu Santo se posará sobre ti y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti como una nube. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel, a pesar de ser anciana, va a tener un hijo; la que decían que no podía tener hijos está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo:
– Soy la esclava del Señor. ¡Que Dios haga conmigo como me has dicho!
Con esto, el ángel se fue.
NOTAS BÍBLICAS
Los Domingos 2º y 3º de Adviento se reparten la perícopa que presenta la figura de Juan (el Bautista).
Hoy es cortada tras la cita de Isaías 40, 3-5 que Lucas aplica a Juan: él es esa voz que prepara el camino a la venida de Jesús, quien empezará su vida pública en la perícopa inmediatamente posterior. Así también se deja claro que Juan no es el Mesías.
Juan es presentado como profeta, pues casi todos los libros proféticos comienzan como esta perícopa, situando al profeta en el contexto histórico y geográfico. El año 15 de Tiberio es en torno al 28 de nuestra era.
La Palabra de Dios no es dirigida a ninguno de los poderosos del imperio, ni tampoco a los influyentes sacerdotes, sino a una figura marginal que bautiza fuera del Templo, por el Jordán. Lucas deja claro que su bautismo es sólo de conversión y no confiere el Espíritu Santo.
SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LA FAMILIA
(Mujer, casada, madre de 4 hijos, trabaja online, pertenece a comunidad cristiana y Movimiento Seglar)
Lectura del santo evangelio según san Lucas (3,1-6):
«Vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto». Quiero empezar el comentario remarcando esta frase, vino la Palabra de Dios en el desierto. Muchas veces cuando era más joven, siempre cuando rezaba, le decía al Señor que mi fe no era fuerte y que no sobreviviría en un desierto. En mi vida he sido muy afortunada, por eso me asombra la fe de otras personas que aún habiendo sufrido «desgracias», (enfermedades severas, desgracias naturales, pobreza extrema, etc.), tiene un gran don del Espíritu y salen con una fe reforzada de ese desierto. En muchos casos, esas personas abrazan esas desgracias y ven la gracia de Dios en ellas. Ahora, que ya no soy tan joven, le pido al Señor por mis hijos, en mi mente siempre queda el trasfondo de pedirle al Señor evitar esos «desiertos» para ellos, aunque luego me corrijo y simplemente digo «lo que Tú quieras, Tú voluntad».
Que equivocada estoy intentando proteger a mis hijos en exceso, quizás les estoy quitando la oportunidad de pasar por esos desiertos y tener una experiencia maravillosa de Dios, ser tocado por el amor de Dios y salir reforzados con su amor. Cuando lo que tengo que hacer es prepararlos, educarlos para ser fuertes y creer siempre en que lo que sucede, sea «malo» o «bueno» es porque Dios nos quiere infinitamente. No hay «mal» que por bien no venga. Que no se nos olvide ver con los ojos de Dios y no de este mundo.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1.26-38):
Es impresionante como una joven, como María, confía y se entrega a la voluntad del Señor. El ángel le dice «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» y… «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios…»… ¿En qué momento en mi vida, he tenido una actitud similar, aunque fuera en un 1%? ¡¡yo creo que estaría aterrorizada!! Un cambio tan radical en su vida…
Esta semana hemos tenido un poco de altibajos en el matrimonio, por motivos laborales, que hacen que el futuro que teníamos «pensado» para nuestra familia a medio plazo, tres o cuatro años, se tambaleara. En lo que pensaba era en la falta de estabilidad que esos motivos laborales nos provocarían en la familia. ¿Y qué estabilidad había en el futuro de María? Absolutamente ninguna, pero ella, aunque no lo comprendiera, o comprendiéndolo no temía y se alegraba, lo guardaba todo en su corazón, y dejaba actuar a Dios en su vida.
Le pido al Señor y a nuestra madre, María, que refuercen mi fe como mujer y madre de familia, para que deje hacer la voluntad de Dios, aunque conlleve inestabilidad, pero que lo acepte con alegría porque sé que es lo que Dios quiere de nosotros. Doy gracias por que tengamos como ejemplo (aunque nos quede infinitamente grande) a nuestra madre, María.
DESDE EL TRABAJO POR LA PAZ
(Hombre, casado, 3 hijos, pertenece a comunidad cristiana y Movimiento Seglar)
Hoy San Lucas, como en él es costumbre, sitúa históricamente la acción de la Lectura nombrando algunos personajes muy importantes; el emperador Tiberio, Poncio Pilato, el rey Herodes, etc. ¿Muy importantes? ¿Seguro? Vamos a verlo más despacio. Hablando siempre desde un punto de vista histórico ¿Quién ha sido más importante, el emperador Tiberio o la Virgen María? ¿Poncio Pilato o Juan el Bautista? ¿El rey Herodes o el apóstol Andrés?
Creo que no hará falta recordar que la Historia se divide en antes y después de Cristo, no en antes y después de Tiberio, por ejemplo.
Es que, a veces, para construir la Paz, para mejorar la convivencia, para lograr el Bien Común, nos dejamos hipnotizar por el poder y empieza a sonar una desasosegante jaula de grillos; ganar elecciones, conseguir subvenciones, cadenas de radio, universidades, una buena página web, un plan de marketing, porque, añaden algunos, sin el poder, es imposible cambiar las cosas…
Todo eso puede estar bien, y ser importante, pero siempre y cuando no se pierda de vista ni por un momento lo que Isaías subraya, refiriéndose a Juan; que lo más esencial de todo es la conversión. Conversión que se plasma en allanar senderos, rellenar valles… enderezar lo torcido, los trabajos bien hechos, asumir responsabilidades, reparar los daños causados, reconciliarse. Estas cosas pueden ser más significativas que ganar unos votos.
A Juan se le llamó la voz que clama en el desierto pero esa voz preparó, al menos, a dos de los discípulos de Jesús, Andrés y Juan.
Porque, aunque toda la maquinaria propagandística del poder nos atonte, merece la pena fijarse en que las consecuencias históricas de la vida de una humilde muchacha, concebida sin pecado, llamada María de Nazaret son infinitamente mayores que las del rey que intentó matarla, aunque se llamase Herodes el Grande.
TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?
(Hombre, 3 hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)
NUNCA ES TARDE
Señor Jesús,
es posible
anunciar con obras y con palabras
que es posible una vida mejor.
Nunca es tarde.
Señor Jesús,
es posible
iniciar el camino de conversión
hacia tu reino de vida.
Nunca es tarde.
Señor Jesús,
es posible
sembrar el desierto
que llevamos dentro
de tus semillas de vida.
Nunca es tarde.
Señor Jesús,
es posible
empezar a olvidarnos de nosotros,
empezar a olvidarnos de nuestras corazas,
empezar a olvidarnos de nuestros pequeños egos
miedosos,
canijos,
tristes.
Señor Jesús,
más allá de cualquier seguridad material, Tú.
Señor Jesús,
más allá de cualquier seguridad afectiva, Tú.
Señor Jesús, más allá de cualquier seguridad
doctrinal,
moral.
litúrgica,
canónica…
Tú.
Tú, el centro.
Tú, la esencia.
Tú, el fundamento.
Tú, tu comunión.
Tú, el amado.
Tú, el amado
más allá y más acá de las dudas.
Tú, el amado
más allá y más acá
de lo que pudiéramos comprender.
Tú, el amado
más allá y más acá de nuestra sed.
Tú,
el hombre
que es el mensaje
de los mensajes de salvación.
Tú, el hombre
que es la santidad
de cualquier indicio de santidad.
Tú,
el hombre
que es la vida
del misterio de la vida.
Señor, que nuestra voz
más auténtica
sea la tuya.
Señor, que nuestros deseos
más profundos
sean los tuyos.
Señor, que nuestra identidad
más profunda
sea la tuya.
Tú,
el maestro
que nos enseña
las verdaderas dimensiones
de la realidad.
Tú, el maestro
que es nuestro camino,
nuestra verdad
y nuestra vida.
Tú, el maestro
de las palabras de vida eterna.
Señor, nunca es tarde
para acercarnos
para unirnos,
para aunarnos
a ti.
INMACULADA
María.
Señora Inmaculada,
Madre Inmaculada.
Señora sin pecado,
Madre sin pecado.
Señora sencilla.
Madre sencilla.
Señora hermosa.
Madre hermosa.
Señora disponible.
Madre disponible.
Señora obediente.
Madre obediente.
María.
Dios te eligió
y te llenó de gracia
para acercarte a todos
los seres humanos
de todos los tiempos,
de todas las lenguas,
de todas las culturas.
María.
Señora del amor,
señora de la esperanza,
señora de la fe.
María.
Fuente de nuestra fuente de alegría.
Fuente de nuestra fuente sentido.
Fuente de nuestra fuente de paz.
María.
Fuente de nuestra fuente de dones.
Fuente de nuestra fuente de tareas.
Fuente de nuestra fuente de comunión.
María,
Peregrina como nosotros,
amiga de todos,
modelo de humanidad.
María, imagen de la Iglesia,
que recibes los mejor de ti
de Dios…
por amor,
por amar…
y vives cantado
que el Señor hace maravillas
de maravillas
enraizadas
en su amor sobre todo amor.
Gracias, Inmaculada,
por ese sí
tan humano
y tan universal.
Gracias por ser reflejo del amor de Dios.
Gracias por ser reflejo del amor de los hombres.
Gracias
desde lo mejor de nuestro corazón.
CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)
ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?
(Mujer, soltera, trabaja, pertenece a comunidad eclesial y movimiento Seglar)
La figura de la Inmaculada concepción de la Virgen María en el Adviento, junto con la figura de Juan el Bautista son los pilares fundamentales, en este tiempo de Adviento. Ambos representan una adhesión total al proyecto de Dios sobre la humanidad, por su compromiso, su docilidad, su transparencia, su lucha contra el mal. Debemos estar atentos a cambiar en nosotros todas esas tendencias a caer en el pecado de la envidia, los celos, las murmuraciones, en dejar de ser generadores de discordias y divisiones, del relativismo de las cosas que lleva a distorsionar y a confundirnos en la valoración de las realidades que nos rodean. Todo eso allanará los senderos y preparará nuestro corazón para la venida del Señor.
El SÍ de María es tan importante que inicia la misión redentora de Dios con la humanidad. Quizás nosotros, nos vemos muy empequeñecidos por tan enormes figuras evangélicas, por su determinación y adhesión total a lo que Dios quiere en cada momento en su vida.
En nuestra pequeñez, no nos agobiemos en pensar que tenemos que hacer cosas grandes y cambiar el mundo, empecemos por cambiar nuestro entorno más cercano, el familiar, social, laboral o estudiantil, si cada uno intenta hacer eso, el mundo cambiará. Para eso, es importante dar calidad a nuestros momentos de oración y contemplación, no me imagino a María o al Bautista como personas frívolas que captan el mandato del Señor inmersos en la vorágine del mundo, con sentimientos y pasiones desenfrenadas. Me los imagino mucho más comedidos, austeros, sencillos, humildes, huyendo del ruido mundano, orantes, atentos a los signos de los tiempos, a las necesidades de los más cercanos, amando siempre, con un gesto agradable, luminoso, en actitud de ayuda al prójimo… Contemplemos estas dos figuras tan importantes y preguntémonos: ¿qué haría María ante esta situación, cómo se acercaría a las personas, cómo afrontaría los contratiempos, cómo evitaría caer en tal o cual tentación…?
Pongámonos en su piel, será un buen ejercicio para preparar nuestro corazón para la venida del Señor.
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