Evangelio Seglar para el Domingo de la Santísima Trinidad (7 de junio de 2020)

6 de junio de 2020

LECTIO DEL DOMINGO DE LA SANÍSIMA TRINIDAD – CICLO A

PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?

Lectura del santo evangelio según san Juan 3,16-18

Dios mandó a su Hijo para que el mundo se salve por él

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

NOTAS BÍBLICAS
(por equipo coordinador, con asesoramiento de un biblista)

Jesús está respondiendo a Nicodemo, que no ve cómo puede uno nacer de nuevo siendo viejo.
En este trozo de su contestación, Jesús se presenta como el Mesías/Ungido/Enviado del Padre.
Su misión es salvar la humanidad, que aquí es llamada «mundo», pero no con el significado negativo que tiene en otros lugares de este evangelio. Para ser salvado es imprescindible creer en Él, «creer» no es sólo ni principalmente admitir unas verdades reveladas, sino que en este evangelio significa estar de parte de Jesús.
El Enviado no condena a nadie, sino que el que decide no ponerse de parte de Jesús se condena a sí mismo, al no aceptar el regalo del Padre.
Jesús se presenta como un don del Padre a la humanidad, regalo debido al amor que tiene al «mundo». Esta entrega de su propio Hijo recuerda a la que hizo Abrahan de su hijo único.

SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

DESDE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA
(matrimonio, padres de dos niños, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana)

Entregar a quien más quieres es el acto de amor más generoso que jamás ha existido. En una pareja, en una familia, hay que dar y regalar, día tras día, actos de amor. Hasta el punto de sacrificar incluso lo que más te gusta, lo que más amas, lo que más te apetece, por salvar, por dar vida, por buscar lo mejor para tu esposa/o, para tu novio/a, para tus hijos, para tus padres, para toda tu familia. Es complicado, porque a veces, buscamos nuestro propio interés, nuestra propia satisfacción, nuestro propio corazón, pero acampar en el corazón del otro, apostando incluso lo que más amas, es lo que Dios hizo por todos nosotros. ¡Qué inmerecido y maravilloso amor! Este amor es el que nosotros tenemos que vivir, lo demás son «pamplinas».

DESDE LA ENFERMEDAD
(mujer, casada, jubilada, convaleciente, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)

“Tanto amo Dios al mundo”…. El amor de Dios no tiene límites y nos entregó a su único hijo para salvarnos, esto segundo es algo que no llego a comprender del todo ¿Cómo es posible que entregue a su hijo para salvar a una humanidad rebelde, infiel, pecadora…? No entra en mi lógica, no termino de entenderlo. Yo, que soy mama gallina que intento a mis hijos y a mis nietos suavizarles los problemas si no puedo evitárselos, allanarles el camino, facilitarles la vida. Sí, yo daría la vida por ellos, pero no daría la de ellos… Pero mi lógica no es la de Dios. Esa es mi pequeñez, esa es la diferencia. ¡Qué grande es el amor de Dios! ¡Qué inmenso es el amor de Dios!
Nos entregó a su hijo para que nos salvemos por Él, la salvación que el Padre nos da por medio de Jesús es Vida. Mientras caminamos por el mundo vivimos la vida bajo la seguridad de su amor y su cuidado, bajo la paz y la alegría que solo Dios da en medio de los problemas y dificultades de la vida. A mí me gusta la vida, y no solo eso, me gusta vivir. En los peores momentos de mi enfermedad le decía al Señor “aún no Señor, quiero vivir, me queda tanto por hacer”, pero el vivir natural es temporal, tiene fecha de caducidad y la Vida que él nos trae es plena, es eterna. Creer en Jesús, no es una fe cualquiera, es la fe que salva, es la fe que transforma, que te cambia. Hace unos días he conocido la causa que origino mi enfermedad, el problema que hay en mi cerebro tiene difícil solución, tengo que aceptarlo y aprender a convivir con ello, sin miedos, sin angustias porque el Amor de Dios es tan inmenso que Él proveerá.

TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?

(hombre, casado, trabaja, pertenece a movimiento cristiano)

Sin conocerte del todo,
una fuerza interior,
palpable,
certera,
íntima,
consolidada en el silencio y la adoración,
nos impulsa a alabarte,
casi a ciegas…
por la fe,
desde la fe,
para le fe…
Trinidad, misterio de amor salvífico desbordante.

Atisbamos que eres, de alguna fascinante manera,
el fundamento de nuestra experiencia
de sentirnos vivos y abiertos a la realidad,
Trinidad, misterio de comunión.

Sabemos, entre brumas,
que estás presente, sin mesura,
más allá aún de la potencia de los símbolos universales:
agua, luz, silencio, viento…
Trinidad, misterio de comunicación.

Te intuimos,
Trinidad, misterio de santidad vital que impulsa la realidad,
a través de Abraham,
a través de Moisés,
a través de los profetas y sabios del Pueblo de Dios,
a través de Jesús de Nazaret,
tan concreto,
tan humano,
tan nuestro,
tan de todos…

Te barruntamos,
Trinidad santa,
a través de todos los místicos de todos los tiempos,
a través de todos los santos de todas las tradiciones religiosas,
a través de los textos sagrados de todas las venerables espiritualidades de las culturas,
a través de los intensos rituales en los ambientes sagrados milenarios
que se esparcen por todos los continentes,
a través de toda la santidad
que se evidencia a lo largo de los siglos y siglos
de experiencia religiosa de la humanidad.

Te reconocemos
al captar la desconcertante realidad
de que todo viene de la comunión,
de que todo es comunión
y de que todo tiende a la comunión,
desde lo ínfimo de lo ínfimo
a lo inconmensurable de lo inconmensurable,
Trinidad, misterio de lo uno y lo múltiple.

Trinidad, misterio de libertad y amor,
¿Qué significa tu nombre para los infames poderosos del mundo?
¿Qué significa tu presencia para los duros de mirada y corazón?
¿Qué significa tu energía para los dogmáticos encadenados
a palabras idolátricas hechura de manos humanas?
Misterio de bien,
en tu corazón
depositamos todo el mal de este mundo.
Lo hacemos con fe,
con confianza,
con la seguridad de que tu sabiduría es favorable por los siglos de los siglos.

Trinidad, misterio de reconciliación, únenos.
Trinidad, misterio de paz, sosiéganos,
en estos tiempos de incertidumbre,
en estos tiempos de pandemia,
en estos tiempos de ansiedad.
Trinidad, misterio de sentido,
haznos conscientes
de que somos
tu mensaje
de sentido salvífico,
de significado gratificante,
y de sensibilidad cuidadosa
para todos los que conviven con nosotros
en nuestra vida cotidiana,
en estos extraños tiempos
de esta rara época
que nos toca vivir.

Amén.

CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?

(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)

ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?

(matrimonio, 3 hijos, él trabaja, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

¿Qué significa vivir «Dios Trinitario» en nuestras vidas?. Pues bien, vamos a analizarlo un poco. Preguntémonos primero dónde está presente el Espíritu Santo más claramente: en la Iglesia. Dónde están presentes Dios Padre e Hijo, en la Iglesia.
Intentar vivir «La Trinidad» en nuestras vidas, principalmente nos debe impulsar a vivir la comunión dentro de nuestra Iglesia, en especial la local, por que es la que más cercana tenemos. Es en ella donde más decepciones vamos a padecer, desde el cura, el monaguillo, el que pone las flores, las beatas de la primera fila… Nuestra actitud puede ser de dos formas, «belicista», dando pié a los comentarios «malvados», a crear mal ambiente, a la confrontación continua… La otra actitud es la del amor, quitando importancia a los enfrentamientos, no dando crédito a los comentarios y habladurías, no entrando en debates inútiles, perdiendo nuestra idea por la del otro, no buscando las situaciones embarazosas que pongan en evidencia a los demás… En definitiva, siendo humilde, poniendo la otra mejilla, sirviendo a los demás… y todo, por tener a Jesús en Medio, por que actuando así, Dios se hace presente en lo que más quiere, su Iglesia, y nos premiará con el céntuplo, sobre todo en este campo, en su Iglesia del alma, en su creación del final de su vida en la tierra, y por tanto, la más importante. No sé vosotros, pero yo me siento bien con la gente de la Iglesia, he creado lazos con ellos, a pesar de haber pasado pocos días con ellos, que nada ni nadie podrá destruir, por que están creados desde el amor, en un marco, que sólo me pudo ofrecer mi Iglesia. ¿No os pasa, que puedes llegar a sintonizar enseguida con gente que está en la Iglesia ? Por que nos reúne el Espíritu y su amor que lo sella todo. Aprendamos en esta semana a amar nuestra Iglesia, más concretamente la local.