PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?
Lectura del santo evangelio según Mateo 26, 14-27, 66
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo:
SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LA MISIÓN CON LAS PERSONAS SIN HOGAR
(Hombre, casado, dos hijos, pertenece a comunidad cristiana, voluntario de Cáritas)
El relato de la Pasión tiene tanta enjundia, que los enfoques que podría darle al comentario son tan variados y diferentes que me cuesta decantarme por uno. Sin embargo, optaré por lo que he hecho muchas veces cuando oro con este pasaje del evangelio: imaginarme sentado a un lado de la cruz y, en silencio, dejarme inundar por todo el torrente de emociones y sensaciones que evoca la imagen de Jesús crucificado.
Y es ahí, en pleno ejercicio de contemplación, cuando veo cómo su rostro se transforma en el de personas como Orlando, José Carlos o Paquita, una selección de nombres que a ti que estás leyendo estas líneas casi con toda seguridad no te digan nada, pero que para los que sí las conocimos, nos recuerdan que cada día muchas personas siguen viviendo su particular PASIÓN, en vida, y hasta el mismo momento su muerte: en la calle, muy enfermas y en la más absoluta soledad.
La muerte de Jesús carecería de sentido si no hubiésemos experimentado su resurrección, pero me equivocaría si la viviese únicamente como un motivo de esperanza y alegría, pues también me llama a comprometerme con los más débiles y desamparados, en mi caso, con las hermanas y hermanos nuestros que malviven en nuestras ciudades y esperan que en su duro camino se les acerque alguien que les alivie el sufrimiento ayudándoles a cargar con su cruz.
DESDE EL COMPROMISO POLÍTICO
(Mujer, casada, dos hijos, concejal de partido político)
Este Evangelio para mi supone el todo. Es la revelación. Es como el fin de fiestas. El cierre. Aquí encontramos todo el misterio. Toda la cristofanía. Toda la revelación. Es un Evangelio que bien podría llamarse «El triunfo de las palmas». Esas palmas que simbolizan a los mártires, a los mártires de la Fe. A los creyentes mártires, el triunfo de la Fe. O la pasión de las mujeres. Es curioso como en su lectura según Mateo, no habla mucho de las mujeres durante el camino, durante el recorrido, pero es muy importante el papel de la mujer, porque normalmente las mujeres aparecen según los textos de los evangelistas, están al principio, están durante, están al final…en la Resurrección. Las Marías como su madre que se va a la vida pública, cuando llega a Jerusalem, que luego aglutina a los discípulos cuando están dispersos, que acompañan, la mujer de Pilatos, por ejemplo, que le hace ver el error que está cometiendo, o lo acompaña durante la vía dolorosa, la Verónica que luego le enjuaga, que se acercan cuando están a los pies de la cruz, lo acompañan al sepulcro, se quedan allí sentadas a sus pies…María Magdalena es la primera que se da cuenta que ha resucitado, incluso lo ve y no lo reconoce. Es muy simbólico el papel de la mujeres, y podemos ir viéndolo a través de las lecturas de los Evangelios, y en este último episodio de la vida pública de Jesús, también .
Tampoco es que hable aquí de la entrada en Jerusalem,, cuando en otros textos se nos dice cómo entra en una borriquita, en un pollino, haciendo eso, el triunfo, o una victoria de la Fe. Pero no entra como los romanos entraban entonces en Jerusalem: montados a caballo, con las legiones de tropas, exhibiendo los estandartes, , las armas… Él entra montado en un burrito, siendo un triunfador, aunque los demás aún no lo supieran. Y entra con las palmas, rodeado de mártires, porque todos esos cristianos que entonces lo vitoreaban serían luego martirizados…y aunque esta entrada nos parezca en el tiempo un tanto teatral, simboliza esa entrada en Jerusalem, que era donde estaba y se encontraba todo. El centro de los sacerdotes, los senadores, allí vivía el gobernador romano… él entra allí, pero no lo hace venciendo con la espada, como le dice luego en Getsemaní. El entra con su Revelación, por la auténtica revelación.
Es curioso también la importancia en este evangelio del número 3. Las veces que lo repite. Jesús hace 3 años de vida pública. Se supone que con 33 años ya empieza su vida pública. Aparecen las tres negaciones de San Pedro. Los tres momentos de oración en Getsemaní. Los tres días que comentan que tardará en reconstruir el templo si se destruyera. Los tres días que tardó en resucitar…Es un número que se va repitiendo. La Virgen María y las dos Marías, las tres mujeres que después están con él….Normalmente nos vamos encontrando en los evangelios cómo van utilizando los números, el 12, el 7, el 3…
Volviendo a Jerusalem, a Jerusalem entra porque es la tierra Santa para todos ellos, y va a celebrar la Pascua.. Aunque hoy se hable de que todo en la tierra es santo porque está creado por Él mismo. Aquí empieza a desplegarse todo lo que es la condición humana. En esa celebración se muestra lo mas mundano con el pan, el vino, preparando el cordero,…le lava los pies…se humilla ante ellos,.
Nos enseña que aún siendo el Rey, el hijo de Dios, el salvador, su naturaleza humana se despliega y muestra que hay que abajarse mucho. Con esto intento quedarme en mi vida personal y política. Es este el aspecto que me cautiva y me llega hasta lo más profundo de mi corazón, porque la humildad es la llave de una vida plena. él nos muestra esa chispa divina, que aunque tú te encuentres abajo, no te va a quitar nada de la divinidad de Dios. Este hecho de la celebración de la Pascua, en ese paso, envuelve y te cautiva, para quienes somos capaces de ampliar la mirada y no quedarnos simplemente en lo que nuestros ojos ven.
También hay otro momento en esa celebración de la Pascua, que me llama especialmente la atención, y es cuando Judas le pregunta: ¿Soy yo?. Y él le dice «Así es». Con lo cual, él es el espejo de nuestras pasiones- Lo mira directamente y le contesta directamente a él, «Si tu eres». Y es que cuando miramos a Jesús, y vemos cómo nos mira él a cada uno de nosotros, es cuando vemos la verdad de lo que somos.
También el momento del pan, es muy simbólico y ecológico, de la naturaleza del pan. Es curioso porque también los judíos bendecían la mesa, bendecían los alimentos, y cuando Jesús les da su cuerpo: «Este es mi cuerpo». Les muestra la naturaleza sagrada de los alimentos, y hay que ser muy consciente cuando esto sucede, porque en ese pan está la naturaleza sagrada de Dios. Eso es lo importante para la persona cuando recibe ese pan.
Igual que el vino, que el lo asimila con su sangre, está la alianza. Cuando dos personas tienen una alianza fuerte, es cuando han compartido sangre. Han ido a luchar, o han sufrido. En este caso lo que representa es la alianza con el Padre.
Después de acabar esa comida, lavar los pies y retirarse al monte, al huerto de los olivos en Getsemaní, nos muestra algo precioso, que es cómo la divinidad se esconde. Cómo se va a orar en silencio y solo. Habla con el Padre y prepara la entrega del Hijo al Padre, que es la muerte.(Abba y no Yahvé). La muerte no es mas que nuestra entrega al Padre. Y aquí hago otro paréntesis, porque ojalá todos viésemos la muerte como una auténtica fuente de vida. Ojalá fuésemos capaces de vivir la vida de tal manera, en mi caso desde la política, que me sintiera como que cada acción, y cada momento es único para darme, para entregarme, para sentir que el valor de estar vivo y compartir esa vida.
Muchas veces perdemos la perspectiva de lo efímera que es la vida, y este Evangelio nos lo muestra de una manera muy especial, con la anticipación del momento que a todos nos espera y estaremos realmente ya en su presencia. Es maravilloso poder realizar este peregrinar, donde podemos aprender profundamente que mientras tanto transcurre la espiritualidad cristiana si queremos y le damos la oportunidad. él nos enseña el conocimiento de nosotros mismos en esos momentos de espera, y de Dios. Esos momentos nos hacen verdaderamente encontrar el verdadero sentido de nuestras vidas, y no temer, sino vivirlo como una puerta siempre abierta, que nos espera y siempre nos acoge.
Me quedo con los intermediarios que nos da Dios…el prójimo es parte de nuestra salvación, junto a ellos, siempre orar y el silencio…entregando nuestro espíritu para volver siempre con él.
Amén y gracias por ese gran manual de instrucciones que es Dios, para actuar ante todos y ante TODO.
TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?
(hombre, casado, pertenece a movimiento cristiano)
Señor Jesús,
¿estoy contigo de verdad en tu peregrinar hacia el Reino?
Señor Jesús, a tu zaga, ayúdame.
Señor Jesús,
¿qué aporto de verdad al Reino de Vida que instauras?
Señor Jesús, tras de ti, bendíceme.
Señor Jesús,
¿de verdad me considero un humilde servidor de tus mandatos?
Señor Jesús, a tu lado, ilumíname.
Señor Jesús,
¿cuido de verdad el Reino de Humanidad que inauguras?
Señor Jesús, muy cerca de ti, mejórame.
Señor Jesús,
¿soy veraz contigo, Señor de la vida y la entrega?
Señor Jesús, a tu vera, fortaléceme.
Señor Jesús,
¿cómo sé de verdad que soy de los tuyos, entre tanto y tanto postureo?
Señor Jesús, en tu comunión, afiánzame.
Señor Jesús,
¿cuándo soy de verdad un servidor de la justicia que busca que todos tengan vida en abundancia?
Señor Jesús, enraizado en ti, hazme audaz en mis acciones.
Señor Jesús,
¿moriré y alcanzaré mi verdadera verdad contigo?
Señor Jesús,
humanízame,
santifícame,
sálvame.
CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)
ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?
(matrimonio, 2 hijos, pertenecen a comunidad cristiana y a movimiento seglar) (2019)
Todos tenemos algunas fechas en el calendario que recordamos con tristeza, porque traen a nuestra memoria algún tipo de sufrimiento, como la pérdida de un ser querido… Cuando llegan estos días tenemos que seguir nuestra rutina diaria, pero nuestro interior se tiñe de oscuro, de dolor… No importa el tiempo que haya pasado. El recuerdo es más fuerte.
Somos cristianos, seguidores de Cristo, el Maestro, nuestro Señor y Salvador… Lo que recordaremos en estos días de Pasión es la tortura y el posterior asesinato, con una muerte cruel, de alguien a quien amamos.
Para actuar desde el Evangelio de este Domingo de Ramos, os sugerimos que seamos cada uno de nosotros los que descubramos lo que desde la Palabra se nos pide. Dediquemos mucho tiempo a su lectura reposada, a fijarnos en las actitudes de los que en el relato aparecen. Sintámonos parte de la historia. Escuchemos lo que Jesús dice a los discípulos, lo que dice a los que le rodean. Son Palabras dirigidas a nosotros en este momento y lugar en el que estamos.
Dejemos que cale en nosotros el Mensaje, que nos haga sentir y que nos ayude actuar. Analicemos cual es nuestra respuesta ante tal acontecimiento. ¿Nos falta el valor? ¿Tal vez negamos?
Es un buen momento para plantearnos qué hubiésemos hecho nosotros, si hubiésemos sido contemporáneos de Jesús
Ciertamente después celebraremos su resurrección, pero no podremos llegar a ella, si no hemos sido capaces de reforzar nuestra fe, rememorando todo lo que le sucedió a Jesús, posicionándonos, cuestionándonos.
Cuidado que no nos atrape el ruido y el ambiente que nos rodea en estos días, porque sin darnos cuenta estaremos diciendo “¡crucifícalo, crucifícalo!”
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