Evangelio Seglar para el Domingo XIX del Tiempo Ordinario – 20 de Octubre de 2024

18 de octubre de 2024
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PRIMER PASO: LECTIO

¿Qué dice el texto?
Lectura del santo evangelio segúnMarcos 10, 35-45

El hijo del hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos.

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos del Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.» Les preguntó:- «¿Qué queréis que haga por vosotros?» Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.» Jesús replico: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?» Contestaron /: «Lo somos» «Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.» Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»

NOTAS BÍBLICAS

Marcos vuelve a presentar los dos mundos paralelos en los que se mueven Jesús y los Doce.
Los Doce siguen entendiendo el Reinado de Dios (la «gloria» de Jesús, le llaman) a modo de los demás reinos, donde «los reconocidos como jefes tiranizan a los pueblos y los grandes los oprimen». De ahí que los «hijos de Zebedeo» quieran asegurarse los puestos claves a ambos lados de Jesús; y que los demás se indignen, seguramente porque desean lo mismo y ven que esos hermanos se les han adelantado.
Jesús vuelve a enseñarles lo que ya les había dicho cuando discutían entre ellos quién era el más importante (también justo después de que anunciara su pasión, como aquí): su «gloria» es «servir y dar su vida», y sus discípulos han de hacer los mismo: ser «servidor» y «esclavo de todos» (hay que notar que no sólo a nivel interno, sino «de todos» los seres humanos, igual que Jesús da su vida «por todos»).
Jesús dará su vida efectivamente en su pasión y muerte. Irónicamente, en la Crucifixión (el momento álgido de su «gloria») se utilizan los mismos términos que aquí para designar su derecha y su izquierda: donde están los otros crucificados: los puestos «reservados» son para quienes ya había dicho: para que el «toma su cruz» y le siguen.

SEGUNDO PASO: MEDITATIO

¿Qué nos dice el texto?

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

DESDE LA EXPERIENCIA MISIONERA
(Mujer, soltera, pertenece a comunidad cristiana y movimiento laical)

Este evangelio refleja el choque entre la propuesta de gobierno y proceder en el Reino que anuncia Jesús y lo que pensaban los israelitas que sería el Reino de Dios, incluidos los mismos apóstoles. Ellos esperaban un Reino que diera prestigio y poder a Israel, como el antiguo reino de David; con gobernantes al estilo de los reinos que conocían, con jefes y súbditos.

Dos de sus primeros discípulos piden a Jesús estar en su gloria o Reino, a su derecha e izquierda, es decir en los primeros puestos de poder. Jesús les dice que esa decisión no le compete a él, aunque bebieran su cáliz y tuvieran su bautismo. Los demás apóstoles se enojan, quizá también esperaban esos primeros puestos.

Jesús les da y nos da una lección, en el Reino que anuncia, el poder es servicio, los que quieran ser los primeros, que sirvan a los últimos. Eso nos afecta porque todas personas tenemos algún espacio de poder, bien en la familia o en el trabajo, con los amigos, con los vecinos, en las organizaciones, en la comunidad… ¿Ejercemos ese poder como servicio?, aunque la sociedad vea bien que quienes tienen el poder trepen, tiranicen, humillen y opriman a otras personas.

El poder como servicio, también nos cuestiona cuando no lo queremos asumir. ¿Estamos disponibles para servir? A veces hay cargos, responsabilidades en organizaciones sociales y eclesiales, atenciones personales, que nadie quiere porque exigen mucha dedicación o son difíciles de sacar adelante. El ejemplo de Jesús que vino a dar la vida por todos, nos ayudará a afrontarlos y estar disponibles. Se trata de cumplir la voluntad de Dios, ¿dónde serviré más y mejor?

DESDE EL TRABAJO
(Mujer, casada, trabaja, pertenece a comunidad eclesial y movimiento Seglar)

Este texto es una llamada constante a transformar nuestras expectativas y valores respecto al poder y al liderazgo dejando de lado el egoísmo y abrazando la humildad y el amor al prójimo. Jesús nos invita a cuestionarnos ¿Cómo buscamos el éxito o la grandeza en nuestras propias vidas? ¿Nos motivan el servicio y la humildad o el deseo de reconocimiento y estatus?

Cuando el Maestro pregunta “¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?” evoca el sacrificio y sufrimiento por el que podríamos pasar al dar nuestra vida por el prójimo; lo cual, implica que la práctica de “beber del cáliz” no es sencilla; por eso: ¿Estamos dispuestos a seguir el camino de Cristo, no solo en lo que nos conviene, sino también en las dificultades?

Jesús redefine lo que significa ser grande o estar en una posición de autoridad. Para el Maestro, el verdadero liderazgo es el servicio a los demás. ¿Cómo lideramos en nuestras comunidades, trabajos o familias? ¿Estamos dispuestos a colocar las necesidades de los demás antes que las nuestras? Estas preguntas resuenan particularmente en mi vida, porque hasta hace poco tuve un cargo en mi comunidad por 3 años y si bien me pareció complejo el colocar las necesidades de mis hermanos antes que las mías, poco a poco me di cuenta de que la práctica me ayudó. Liderar poniéndome al servicio de mi hermano es algo que me ayuda a parecerme en alguito al Maestro y qué mayor motivación que esa!

Jesús no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por todos. Este es un llamado a seguir su ejemplo. ¿Cómo podemos encarnar este espíritu de servicio y sacrificio en nuestras vidas, ya sea en el hogar, en el trabajo o en nuestra comunidad de fe?

TERCER PASO: ORATIO

¿Qué nos hace decir el texto?
(Hombre, casado, pertenece a Movimiento cristiano)

SERVIDOR

Agítame, Señor, cuando me duerma en mis comodidades y me olvide de ser servidor de los demás.
Altérame, Señor, los planes egocéntricos que ignoran tu llamada a sembrar tu reino conscientemente.
Confúndeme, Señor, en mis certezas demasiado seguras acerca de la verdad, de la bondad, de lo que hay que hacer. Que no me haga ilusiones de tener muy controlados los procesos de santidad y de justicia que llevan a tu reino.
Desarregla, Señor, mis mecanismos de justificación y autoengaño ante las necesidades de los que me rodean. Ábreme a tu insistencia de servicio ante las necesidades reales de los demás.
Descolócame, Señor, en mis expectativas de seguridad. Tu reino es un dinamismo que nos arrastra si vamos ligeros de equipaje.
Descompón, Señor, mis sistemas de comprender, de entender, de interpretar. Que sepa mirar como tú mirabas a los seres humanos que te encontrabas la dureza de los caminos de la vida.
Desconciértame, Señor, cuando me den subidones de vanagloria por lo que digo, por lo que sé, por lo que hago.
Haz que me dé de bruces con la humildad. Y que me duela.
Desestabilízame, Señor.  Que no me acomode con estúpidas justificaciones, llenas de piedras en los bolsillos.
Desorganízame, Señor, las intenciones de tener, mandar y aparentar en esta cultura tan necesitada de autenticidad, de sencillez y de cordialidad.
Desoriéntame, Señor, en mis caminos humanos, demasiado humanos. Señor que me pierda bien perdido para que reconozca tu presencia que da sentido y sensibilidad hacia la plenitud.
Despiértame, Señor, día a día de mis sueños arrogantes que no cuentan con lo esencial: amarte y ser amados por ti.
Distorsióname, Señor. Rómpeme las costillas cuando me crea más que los demás, mejor que los demás, más santo y más justo que los demás.
Empújame, Señor, más allá de mis miedos, de mis prudencias, de mis cegueras. Llévame a la luz, a tu luz, a tu vida.
Inquiétame, Señor, mucho. Mucho más. Que tiendo a la comodidad, a la pereza, a ocultarme.
Muéveme, Señor. Que no me muevan los hilos de este mundo.
Pertúrbame, Señor. Quítame la paz. Sácame de quicio.  Que no me crea cansado. Que no me crea satisfecho. Que no me crea que ya he hecho todo lo que debía.
Enraízame más en ti, Señor.
Que es lo mejor que me puede pasar.
Amén. Aleluya.

CUARTO PASO: CONTEMPLATIO

¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)

Fano - 29 Domingo Tiempo Ordinario

ÚLTIMO PASO: ACTIO

¿A qué nos lleva el texto?
(Mujer, soltera, trabaja, pertenece a comunidad eclesial y movimiento Seglar)

¿Qué queréis que haga por vosotros?

En el Evangelio, San Marcos nos revela la clave para honrar a Dios.
De la «Caridad» nacen la disposición de servicio, sin esperar nada a cambio.
Jesús nos invita a vivir el amor desinteresado.
Concédenos Oh Jesús, la Gracia de experimentar un desprendimiento pleno, en nuestra convivencia diaria.

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