Evangelio Seglar para la para el Domingo IVº del Tiempo Ordinario – (30 de enero de 2022)

28 de enero de 2022

PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?

Lectura del santo evangelio según Lucas Lucas 4, 21-30.

Jesús, como Elías y Eliseo, no es enviado sólo a los judíos

En aquel tiempo, comenzó Jesús a decir en la sinagoga: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»
Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.
Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»
Y Jesús les dijo: «Sin duda me recitaréis aquel refrán: «Médico, cúrate a ti mismo»; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.»
Y añadió: «Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, mas que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, mas que Naamán, el sirio.»
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

DESDE EL SÍNODO 2021-2023 “Por una Iglesia sinodal”
(hombre, casado, 2 hijos, pertenece a comunidad y movimiento seglar)

El pasaje de este domingo podría llamarse perfectamente “haciendo amigos”. Volvemos al punto donde nos quedamos la semana pasada y nos encontramos con que el mismo Jesús que había recibido la aprobación de todos -al que tantos “amigos” le habían salido-, de repente se encuentra al “borde del abismo”… y literalmente.

Bien es cierto que Jesús no se corta precisamente y sus observaciones sobre la acción de los profetas son de las que podrían cortar el aire con tijeras de podar. Sus coetáneos esperaban que el Mesías fuera sólo para los elegidos del Pueblo de Israel, pero con este ejemplo les rompe los esquemas y, en cierto modo, les afea su cerrazón al plan de Dios que se acerca a pecadores y extranjeros.

Que nadie es profeta en su tierra lo hemos experimentado todos en algún momento, bien en la vida familiar o profesional, bien en una relación de pareja o en el mundo de los consejos. Reconozco que cuando me pasa esto pienso que sería más fácil la comodidad de no tener tantos compromisos o responsabilidades que, encima, no suelen reconocerse o valorarse… ¡qué sencilla sería la vida si uno fuera un poco menos coherente con lo que Dios pide! Y entonces pienso en Jesús y cómo se abre paso en medio de una gran presión, sin ofender ni agredir, pero firme en su voluntad porque tiene claro que su misión tiene su fuerza en Dios.

La sinodalidad puede perder ímpetu profético y verse comprometida si sólamente nos preocupa ser “amigo de todos”. Caminar con otros no se trata de aceptar todo con tal de contentar a los demás, al igual que tampoco es bueno llevar al límite a los que piensan diferente.

Si algo nos enseña este evangelio es que a pesar de las dificultades que pueda suponer vivir radicalmente el evangelio (anunciando la Buena Nueva y denunciando lo que separa de ella) el Reinado De Dios siempre encuentra un modo de seguir adelante.

DESDE LA VIDA COTIDIANA
(matrimonio, seis hijos y siete nietos, él es monitor de Asamblea Paroquial)

ELLA:

Este texto me resulta complejo, puesto que mezcla varios conceptos:
– Predicar
– Médico
– Viudas
– Leprosos
– Despeñar

Todo esto extrapolado a la vida actual y en concreto a la mía, veo que no ha cambiado tanto.
Intento con todas mis fuerzas trasladar lo mejor que creo a mi familia y soy aceptada……. pocas veces y las restantes salgo mal parada.
Unos se curan poniendo en práctica mis enseñanzas y otros ni me creen, ni lo intentan.
La fe que quiero transmitir, por ejemplo, está a la baja.
Jesús desde luego nos pone en claro que no todos reciben sus curaciones. Sólo unos pocos son elegidos.
Siempre habrá por mucho que nos empeñemos en eliminarlos, descartados en la vida como las viudas pobres, los leprosos……en nuestra sociedad, representados por los sintecho, drogodependientes, sometidos a explotación sexual, etc. Y Dios lo permite y no los cura a todos ni los saca de la pobreza.
Existen sin más, la imperfección y el sufrimiento.
Igual que en cada casa por mucho que los padres se esfuercen, habrá de todo.

ÉL:

Vanidad, orgullo, soberbia, ……., cuánto nos sobra para ser felices, incluso para mantener la felicidad gratuita de ser “amigos de Jesús”.
Cuando siento que tengo razón y “el otro no me la reconoce”, me reboto, a veces desmesuradamente, me considero con derecho a patalear. Error.
Qué parecida situación con la Palabra de este domingo, los judíos se sentían Pueblo elegido, es correcto, pero solo ellos no, Jesús nos trae la Buena Noticia a

TODOS.
Pues nos empeñamos, me empeño, una y otra vez, en que YO soy el elegido y el otro no. Error.
Suerte de disponer de ese comodín que no falla, el Espíritu Santo, siempre ahí, recordándote al segundo que no, que estoy equivocado yo y que me tengo que bajar de mi pódium.
Gracias Señor por tu Santa paciencia conmigo y por darle paciencia a los que me rodean para aguantar mis errores.

DESDE EL CONTINENTE DIGITAL
(hombre, casado, 3 hijas, pertenece a comunidad y movimiento seglar)

El evangelio de hoy empieza como las series de la tele o de internet, haciendo un mini resumen del capítulo anterior. Estamos en la misma escena del domingo pasado. Jesús la lía, después de leer el texto de Isaías, porque le dice en la cara a los que están en la sinagoga que la salvación va más allá del pueblo escogido. Debió de escocerles mucho, porque desembocó el que creo que fue el primer intento de matarlo.

En Facebook, que ahora es ∞Meta, con ese inquietante símbolo de infinito en su logo, sigo a un obispo español muy activo en las redes. Estuvo algunos años en una diócesis norteafricana y eso le ha hecho tener una visión muy cercana del drama de la migración. No es un obispo “políticamente correcto”, y suele publicar comentarios muy libres. Con la libertad que da seguir los pasos del Maestro sin servidumbres ni ataduras. Tienen muchos seguidores, sí, pero también un montón de detractores. También, yo diría que sobre todo, cristianos (no dudo que de buena voluntad) a los que les escuece enormemente esa opción radical por los pobres. En este caso, además, extranjeros. El refrán o proverbio que Lucas pone en labios de Jesús de que nadie es profeta en su tierra sigue plenamente vigente…

TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?

(hombre, casado, pertenece a movimiento cristiano)

Señor Jesús, con lo de uno, con lo de siempre, con lo nuestro de siempre, con lo sabido y repetido en las patrias intelectuales, emocionales, religiosas, espirituales no nos basta.
Siempre ha sido así.
Pero en estos tiempos de crisis polimórfica más, mucho más.
Señor Jesús, nos da miedo ir contracorriente, romper con nuestras referencias, abrirnos a la
novedad que surge desde lo mejor y lo más auténtico de nosotros…
novedad que tiene tu nombre,
novedad que siembra tu estela de santidad,
novedad que inspira las semillas de vida nueva que hay en el corazón de todo ser humano.

Señor Jesús, sabemos que lo del reino nos rompe los palos del sombrajo,
nos desquicia,
nos reta a la audacia de la libertad de los hijos de Dios…
y pone nuestro corazón
nuestra sensibilidad,
nuestro horizonte
en otro sitio,
en otro nivel,
en otra dinámica
de lucidez,
de alternativa,
de cuidado de verdad de la vida
que nos encontramos
y se nos regala.

Señor Jesús,
tu voz,
tu palabra,
tu presencia…
nos llama,
nos consuela,
nos provoca.

¡Qué difícil es decir de verdad de la buena
que nos basta,
que sacia nuestra sed,
que alimenta nuestras raíces!

¡Qué difícil es vivir de la fe,
para la fe,
con fe…!

Sólo a la intemperie…
cuando no podemos regresar a lo que controlábamos,
cuando te cansas de lo lento del camino espiritual,
cuando casi caemos en la tentación de instalarnos en el tedio,
cuando olemos el fracaso…
la fe se vuelve fe de verdad.

A ti te pasó.

Le ha pasado a la larga,
variada,
profunda
legión de creyentes de toda la historia de la salvación.
Que cuando nos pase a nosotros,
que cuando nos confrontemos con la verdad de la vida,
que cuando seamos humanos demasiado humanos
tú estés ahí…
y te recibamos para que nos mires
como miraste a la adúltera,
al ciego,
a Pedro.

CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?

(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)

ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?

(hombre, 3 hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

Este pasaje del evangelio, en primer lugar me llena de confianza, nosotros también hemos sido ungidos con el Espíritu, podemos decir como Jesús, que la Escritura se ha cumplido. Repasemos nuestra historia personal de salvación y descubriremos momentos o misterios gozosos en los cuales nos hemos sentido llenos del Espíritu. También, y para mí personalmente, ha sido en los momentos más dolorosos de mi vida, mis misterios dolorosos (muerte de familiares cercanos, enfermedades, pruebas físicas o psíquicas, crisis matrimoniales o de fe…) en el momento en que he puesto mi confianza en el Señor y me he abandonado a su misericordia, es cuando más he sentido la fuerza del Espíritu sobre mí. Es ahí donde me he sentido mirado y amado por Dios con más intensidad.

En segundo lugar, el Espíritu no me ha ungido para estar tan ricamente en el sillón de mi casa y creerme un superhombre, no, para eso ya tenemos un ego suficientemente grande. Él nos impele a anunciar el evangelio a los pobres, no sólo a aquellos que no tienen dinero sino a tanto pobre de consuelo, de compañía, de escucha, de perdón… Anunciar a los cautivos la libertad es hablar abiertamente de dónde y cómo hemos plantado los pilares de nuestra vida, cuales son nuestros valores que nos hacen resistir frente a viento y marea, que llena de sentido nuestro existir. Hay gente que es prisionera de sus angustias, de sus complejos, de sus miedos… ¿Quién mejor que nosotros, seglares cristianos, inmersos en el mundo laboral, en la familia y en la cotidianidad, para dar luz a los sinsabores de la vida? Somos nosotros, cada uno en su puesto de trabajo, con su grupo de vecinos, con los compañeros de clase, en el equipo de fútbol… los que debemos suscitar esa expectación, como suscitaba Jesús, porque con nuestro ejemplo de vida esperarán con interés nuestro punto de vista, nuestra verdad iluminada por el Espíritu, aunque creamos que a nadie le importa, no es así, el mundo nos mira de reojo, esperan ver algo distinto, algo que se sostenga ante tanta frivolidad y consumismo, el mundo está hastiado, cansado de vivir en la mentira, la tristeza y la desesperación.


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