PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?
Lectura del santo evangelio según Marcos 9, 38-43. 45. 47-48
El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Si tu mano te hace caer, córtatela
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros." Jesús respondió: "No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Y, además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos la infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga."
NOTAS BÍBLICAS
(por equipo coordinador, con asesoramiento de un biblista)
El grupo de los Doce Apóstoles pretende hacerse con la exclusiva del nombre de Jesús, cosa que él impide. Frente a la ineficacia de los Doce para expulsar a un demonio, narrada en este mismo capítulo, Marcos muestra el éxito de ese desconocido usando el nombre de Jesús.
Frente a las discusiones de los Doce en el domingo anterior sobre quién es más grande en importancia, Jesús advierte sobre la fe de los más pequeños , los más insignificantes en importancia, que nadie debe dañar.
Jesús hace ver que para entrar en el Reino hay que mirar a la meta correcta (ojo), elegir el buen camino (pie) y realizar las acciones convenientes (mano). Anteriormente Jesús ha ido ya curando a ciegos (ojos), paralíticos (pies) y a personas sin movilidad en las manos.
El infierno del que habla (gehenna) era el quemadero de basura de Jerusalén.
SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LA ACCIÓN MISIONERA (Preparando el octubre Misionero)
(mujer, casada, trabaja, 2 hijas, responsable de ONG-D, pertenece a comunidad y movimiento seglar)
En el Evangelio de este domingo Jesús ataca duramente nuestros juicios hacia los demás. Es triste pensar en tantas ocasiones, dentro mismo de la Iglesia, en las que hablamos de "nosotros" y de "ellos", de "los otros", de "los de dentro" y "los de fuera". Me pregunto cuántas veces he herido el corazón de Cristo tratando a otros hermanos como extraños, juzgándolos y no acogiéndolos en mi corazón, con corazón de madre… con corazón misionero.
A lo largo de mi vida de fe, de mi vida comunitaria, de mi vida inserta en mi parroquia y en mi diócesis, y de mi servicio misionero; me he sentido profundamente llamada el ecumenismo: a la unión de todos los carismas, confesiones y religiones. El ser testigo de la transmisión de la fe en otros países y realidades, me ha hecho descubrir cómo Dios se acerca, y se ha acercado a lo largo de la historia, de formas diferentes atendiendo a la idiosincracia de cada pueblo y persona. Dios se quiere hacer el encontradizo con sus hijos y se vale para ello de los medios más inescrutables; a veces de la tempestad, a veces del susurro en el viento.
¿Quién soy yo para juzgar sus caminos? ¿Quién soy yo para juzgar a mi hermano?
DESDE LA FAMILIA “En el año Familia Amoris Laetitia”
(mujer, casada, cuatro hijos, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)
Jesús nos pide que seamos absolutamente Suyos y que no impidamos a los demás acercarse a Cristo, ya sea buscándolo, ya sea escandalizados.
Ser de Cristo, vivir en Cristo, llevar a Cristo a los demás, desapegarme de todo lo que me aleje de Cristo, ser fiel a Cristo: el Amor Eterno, el mismísimo Dios. Y esto implica recorrer el camino que recorrió Cristo (no va a ser el discípulo más que el maestro) y amar la cruz, ofrecer el sufrimiento, amar hasta que duela, en mi hogar, en mi familia, en mi comunidad, dónde Él me ha pensado. Para salvarnos en racimos.
Todo lo que me aleje de Cristo me lleva al infierno, al sufrimiento y la muerte eterna, a no tener el gozo de adorar a Dios por toda la eternidad.
Es tan radical que no permite tibiezas. "O Conmigo o contra Mi".
¡Contigo, aunque me caiga 100 veces por el camino mi Señor!
TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?
(hombre, casado, trabaja, pertenece a movimiento cristiano)
Señor Jesús, surgen en nosotros, compulsivamente,
pretensiones de dominio que sometan a los demás,
pretensiones de sentirnos superiores, mejores, por encima de los demás
pretensiones de posesión casi insaciable,
voraz,
lindando lo patológico.
¡Lo que haríamos si nos tocara la lotería!
Señor Jesús, somos humanos,
demasiado humanos,
aferrados a nuestros pequeños idolillos
de prestigio,
de autosuficiencia,
de control…
control incluso de tu espíritu de vida y salvación,
control de tu nombre y su eficacia,
control de tu presencia salvadora en la realidad,
en lo mejor de los seres humanos,
en los mejores hombres y mujeres
que generan,
cuidan
y amplifican
la vida humana.
Señor Jesús, Tú eres, en vivo y en directo para la humanidad
la generosidad en el cuidado de la vida,
la paciencia frente a las necedades de los que nos decimos creyentes,
la concentración en lo esencial que orienta, sana y libera,
la sabiduría que humaniza sea cual sea la situación de la persona,
la perseverancia en la confianza en las capacidades de los seres humanos que nos acercamos a ti,
la sabiduría accesible de Dios para todos los hombres,
sea cual sea su condición,
su situación,
su biografía,
su deterioro.
Señor Jesús,
que prevalezca en mi la generosidad y el servicio,
que mantenga la disciplina y las buenas maneras,
que sacrifique mis mezquindades por el bien de otros,
que pueda ofrecer destellos de tu luz,
que ponga mis capacidades y bienes al servicio de los demás,
que mantenga la paciencia en esta especie de árbol de los monos que son nuestras ciudades y trabajos,
que sepa sobrellevar con misericordia los inconvenientes de la convivencia,
que busque la belleza de la verdad, del bien, de la justicia en mi vida cotidiana,
que mantenga la amabilidad en todo momento,
y especialmente en los momentos de impertinencias o de daño realmente evitable.
Que vea a todos realmente como lo que son, mis hermanos y hermanas.
Que vivía en todo la paz de corazón.
Que viva siempre el hoy de tu presencia, el hoy de Dios en mi transcurrir cotidiano
en estos tiempos extraños en la sociedad, en la Iglesia, en todas las biografías de los que me rodean.
CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)
ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?
(hombre, 3 hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
El evangelio de este domingo es de esos que dice uno: Señor, ¿cómo podré entrar en tu Reino…?
Pero es de agradecer que el Señor diga las cosas claritas, sin paños calientes, muy aplicables a nuestra vida:
El que no está contra nosotros está a favor nuestro: ¿cuántas veces nos creemos en nuestras parroquias, en la catequesis, en las ONG`s en que trabajamos…los poseedores de la verdad y no ponemos en guardia cuando alguien hace algo de otra manera, pero con el mismo fin? Deberíamos ser inclusivos y no al contrario, sobre todo con los nuevos que se acercan por primera vez o dan el paso de ofrecerse a la Iglesia. ¿Qué importa nuestra veteranía, acaso no dijo el Señor que premiaría igual a los jornaleros de última hora?
La rueda de molino para los que escandalicen a los más pequeños: nuestra manga, se va haciendo cada vez más ancha, para nosotros, claro, no para los demás. Nos convertimos en lo que podríamos llamar, el sacristán malo, aquel que está todo el día cerca de las cosas de Dios, pero sin embargo le pierde el respeto a lo sagrado. ¡Cuánto cuidado debemos tener con nuestros actos y con lo que decimos…! ¡Podemos hacer tantísimo daño a la Iglesia…! No somos conscientes de que estamos en el punto de mira de mucha gente, a veces injustamente, porque nos juzgan con un rasero muy rígido, pero es lo que hay, la sociedad laical acecha a los cristianos en sus errores aunque, como ellos, somos humanos y nos equivoquemos, para ellos, desgraciadamente, no tenemos derecho. Nuestro ejemplo como cristianos debe ser impecable, porque un desliz, una broma mal dada, un comentario desafortunado…uff, por desgracia puede echar para atrás a gente que se acerca a la Iglesia y qué decir de los niños que nos ven como ejemplo en casa, en la escuela, en la catequesis…
Si tu mano te hace caer…: Somos conscientes de nuestras limitaciones, ¿por qué entonces no intentamos poner remedio?
Si sabemos que si vamos a un centro comercial, lo más probable es que compremos cosas superfluas, pues tratemos de ir lo menos posible. Si sabemos que dejando de ir a misa, a los encuentros de la comunidad, de hacer oración… nuestra fe se resiente, pues hagamos el esfuerzo de ser constantes. Si sabemos que nos cambia el humor por estar muy cansados, ¿por qué nos da por apurar tanto en el trabajo, por quererlo hacer todo el mismo día? ¿por qué no respetamos las horas de descanso y trasnochamos, o nos quedamos embobados viendo tonterías en la tele? ¡Encima, con lo cara que está la luz…!
Pidamos al Espíritu Santo que nos haga ver nuestras debilidades, que seamos honestos con nosotros mismos al descubrirlos y que intentemos poner remedio con celeridad.
Si quieres recibir el Evangelio Seglar cada semana, pincha aquí