Evangellio Seglar para el Domingo del Bautismo del Señor

11 de enero de 2025

PRIMER PASO: LECTIO

¿Qué dice el texto?

Lectura del santo evangelio según Lucas 3, 15-16. 21-22

Jesús fue bautizado. Mientras oraba, el cielo se abrió.

En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene quien es más poderoso que yo, y yo no merezco desatar la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. »

En un bautismo general, Jesús también fue bautizado. Y, mientras oraba, el cielo se abrió, el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el amado».

NOTAS BÍBLICAS

Ya en Adviento se nos presentó la figura de Juan, a quien Lucas evita llamar «el Bautista». En su relato, Jesús es bautizado -no dice por quién- tras el encarcelamiento de Juan (versículo 20, que no se lee hoy).

Lucas insiste en que Juan no es el Mesías y en distinguir el bautismo de conversión de Juan y el del Mesías, cuyo bautismo infundirá el Espíritu Santo (versículos 15-16).

Llama la atención que Jesús se someta a un bautismo de conversión y de perdón (ver verso 3).

Lo más importante ocurre tras el bautismo de Jesús, cuando se pone a orar: se manifiesta el Espíritu Santo y el Padre, quien declara que Jesús es su Hijo (versículos 21-22).

Lucas no precisa si alguien ve la paloma u oye la voz de Dios, que habla a Jesús, no a la gente como en Mateo. Representa al Espíritu en forma de paloma es algo extraño en la Biblia, aunque nosotros nos hayamos acostumbrado, y no es seguro su significado. La frase que pronuncia Dios no es igual en todos los códices: en vez de Tú eres mi Hijo amado, el predilecto, escogida por la traducción litúrgica, hay otra influenciada por el Salmo 2, 7 «Tú eres mi Hijo, hoy he engendrado».

SEGUNDO PASO: MEDITATIO

¿Qué nos dice el texto?

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

DESDE LA FAMILIA
(Mujer, casada, madre de 4 hijos, trabaja online, pertenece a comunidad cristiana y Movimiento Seglar)

Otro ejemplo más de humildad, tanto de Juan el Bautista como de Jesús. Juan decía que no era digno de desatar la correa de las sandalias de Jesús y Jesús no necesitaba ningún bautismo especial, ni siquiera un bautismo en absoluto, pero nos demostró el poder del perdón de este sacramento. Dios nos limpia y nos da la gran oportunidad de entrar en su gran familia.

Qué dos actitudes, valores tan importantes, humildad y perdón. No se puede pedir perdón si humildad. Y entre medio, tenemos la oración, tanto, primero, para asumir nuestros errores y poder pedir perdón como, después, para poder agradecer esa generosidad de Dios y ese amor que nos da. Somos sus hijos amados.

En estos tiempos, las familias nos reunimos para celebrar el nacimiento de Dios, para compartir esa alegría con los demás, pero ¿cuántas familias conocemos rotas o desavenidas? ¿En qué momento hemos dejado de perdonar o de pedir perdón? y la raíz de esa desavenencia es la falta de humildad de unos u otros, creer que la culpa es del otro y no saber ver desde el otro lado.

Oremos fuertemente, con humildad y pidámosle a nuestro Padre, que nos ama infinitamente, ser ejemplos de paz en nuestras familias y en nuestro entorno, saber perdonar y pedir perdón.

DESDE EL TRABAJO POR LA PAZ

(Hombre, casado, 3 hijos, pertenece a comunidad cristiana y Movimiento Seglar)

“En un bautismo general, Jesús también fue bautizado”.

Quizá nos lo hemos imaginado muchas veces. En la misma fila de los pecadores. Y no. No estaba juzgando, ni señalando, ni condenando, ni a los de la fila ni a los que no estaban en la fila y quizá debieran haber estado. En silencio, como uno más.

Nuestro afán por la justicia y la paz debe hacernos rechazar el mal. Sin duda. Pero ¿Cuántas veces caemos en el juicio del prójimo y lo que es peor en su condena? ¿Cuántas nos atrevemos a tirar la piedra olvidándonos de que tenemos pecado? Hoy día vivimos la “cultura de la cancelación” en redes sociales, una forma moderna y aséptica de lapidación.

Nuestras excusas son de una notable sutileza. A veces conseguimos refinar aún más la actitud del fariseo de la parábola, el que decía “gracias porque no soy como ese publicano” (Lc 18, 10-14). Nosotros llegamos a decir, “Soy un pecador, pero no como esos…“ Y “esos” suelen ser; ateos, indiferentes, progres o carcas dependiendo de nuestra posición ideológica, personas en situación irregular según la moral católica, etc. ¡Qué bien nos sentimos estando “en situación regular”! Aunque muchas veces sea “regular” en el otro sentido, no mala, pero tampoco buena; nada más que “regular”.

El propio Jesús fue claro al decir que si teníamos que corregir a nuestro hermano, se lo dijésemos directamente a él o ella. Pero nada de juzgar ni condenar.

Se atribuye a S. John Henry Newman la frase de que “la buena conciencia es la obra maestra del diablo” por una sencilla razón, nos inhabilita para la conversión. Conversión que sí es el camino para construir la paz y la justicia.

¿Conocéis algún santo o santa que se excuse o minimice su condición de pecador? Yo no.

Los santos que conozco viven en una inmensa alegría. Porque la alegría no procede de minimizar hipócritamente nuestro pecado, sino de disfrutar que Jesús está en la fila con nosotros, sin juzgarnos y sin condenarnos.

TERCER PASO: ORATIO

¿Qué nos hace decir el texto?

(Hombre, 3 hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)

INCANSABLEMENTE.

(… El Espíritu de Dios bajaba…)

Te damos gracias,
Dios de la vida, del tiempo, de la materia y de la historia,
Dios de los hombres,
Dios de nuestras vidas.

Incansablemente,
con el aliento de tu Espíritu,
brota por doquier la vida.

Incansablemente,
con el aliento de tu Espíritu,
los seres humanos vivimos
la riqueza de nuestra biografía,
a veces tan humana,
tan demasiado humana…

Incansablemente,
con el aliento de tu Espíritu,
la humanidad avanza,
misteriosamente,
sin pausa…
hacia la plenitud.

Te damos gracias, Padre,
porque tu hijo,
el Amado,
el Predilecto,
el Hijo del Hombre,
se sumergió en aquellos tiempos
en el Jordán
y fue como uno de tantos
y así se solidarizó con toda la humanidad
necesitada de salvación
y compartió
con aquellas gentes
la esperanza del Reino
y así inició la reconciliación definitiva
de todos los seres humanos.

Te damos gracias, Padre,
porque en Jesucristo vive
todo deseo auténtico
de amar y ser amado,
todo anhelo de compartir y repartir
los dones que tenemos
y producimos,
toda la esperanza
que hay en cualquier lucha por la libertad
y la dignidad del ser humano.

Dios Padre,
sabemos que a lo largo
de la historia de la humanidad
han aparecido personas
santas,
sabias,
justas
y admirables
que han defendido la justicia
y han mostrado la verdad.

¡Queremos ser
como ellas!
Haz de nosotros,
aún más,
con humildad y con sencillez,
personas sinceras y entregadas,
personas valientes y humildes,
personas sensibles y santas,
como María.

Que el banquete de amor de tu hijo,
la Eucaristía,
nos fortalezca
en nuestra fe:
¡Sabemos que la muerte
no es soberana!
¡Sabemos que la autenticidad humana
no es una patraña!

¡Sabemos que la palabra justicia
está llena de contenido
y de tarea!

Que el aliento de tu Espíritu
nos enraíce aún más
en la vocación a la que hemos sido llamados,
en la vocación que nos encomiendas,
en la vocación donde desplegamos
nuestra inteligencia y nuestra sensibilidad.

Despeja, Padre,
los miedos,
las rutinas,
las justificaciones
que nos impiden
ver con los ojos de la fe,
oír la voz de tu Hijo,
palpar las heridas de este mundo.

Padre, envía tu Espíritu sobre nosotros
para que no se diluya
la roca donde se asienta
nuestra identidad
de hijos amados
y servidores tuyos…
Dios Padre,
manda tu luz desde el cielo
a lo cotidiano
de nuestras vidas,
en nuestros trabajos,
en nuestras calles,
en nuestras familias
para cumplir y hacer cumplir
tu voluntad
de amor y vida
para todos los seres humanos.

Amén

CUARTO PASO: CONTEMPLATIO

¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)

Fano-20250112

ÚLTIMO PASO: ACTIO

¿A qué nos lleva el texto?
(Hombre, 3 hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)

Es en este domingo donde acaba el tiempo de Navidad, con el pasaje del Bautismo del Señor. Vamos a destacar dos cosas:

La figura de Juan el Bautista:

Es un hombre que no intenta usurpar un pueso que no le corresponde ni tiene pretensiones de imponerse como el Mesias a pesar de que sus seguidores quisieran encumbrarlo a ello. Sabe perfectamente cual es su función, en su caso, preparar la llegada del Mesías. Reconocer que no somos los mejores y aceptar en cada momento cual es nuestra misión, requiere de una auténtica humildad, como hacía el Bautista, él reconoce que no es nadie en comparación con Jesús, se siente siervo y esclavo de Él, afirmando que no es digno de desatarle las sandalias. Es una figura bíblica a tener muy en cuenta en nuestra misión como evangelizadores, catequistas, monitores…lo verdaderamente importante es Jesús, nosotros podemos ayudar a que los demás se encuentren con el señor, pero para nada sentirnos los protagonistas y merecedores del aplauso y la fama.

Los cielos se abrieron: empieza una nueva etapa:

Tras la inmersión en el rio Jordán de Jesús, haciendo previamente la cola en solidaridad a los demás, viene lo verdaderamente importante. Se abre el cielo, aquel que, por culpa del alejamiento del hombre con Dios, estaba cerrado, ahora se abre y Dios-Padre presenta a su Hijo: éste es mi Hijo amado y me complazco en Él. A continuación el Espíritu cubre al Hijo en oración. Dios se manifiesta en su totalidad, la Trinidad está presente. La apertura de los cielos es una novedosa forma de relación del Padre con el hombre que antes no se había dado. El padre abre las puertas de par en par y tanto es su Amor por nosotros que hace que su Hijo se encarne, viva como uno de nosotros, nos comunique la buena noticia de que Dios nos ama inmensamente y, para que los que no crean que su Amor llega a ser tan grande, hay una misión encomendada a su Hijo, que padezca y muera en la cruz para redimirnos del pecado, ¿Qué muestra mayor de amor se le puede pedir a alguien?

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