En la memoria personal y conyugal de cada matrimonio, hay muchas fechas memorables. Poder recordarlas y celebrarlas es un acicate para el presente. Son hitos en la vida, cuya conmemoración invita a celebrar y revisar el presente. Esta es una de dimensiones positivas y gozosas de poder vivir los aniversarios de boda. A la altura del presente recontempla el pasado. T se convierte en un recuerdo gozoso. Y peligroso para las rutinas de los años. Hoy presentamos también la muestra parcial de cómo una esposa relee un año de su vida.
Querido Fernando, al celebrar el 48 aniversario de nuestra boda, quiero compartir contigo sobre esta pregunta: ¿Qué he aprendido de ti, de mí, durante este tiempo a tu lado?
Celebrar este aniversario ha supuesto para mí caer en la cuenta del regalo que Dios ha puesto a mi lado y que me hace sentir emocionada.
Veo en ti una persona paciente en donde apoyarme, con la que puedo dialogar y a la que puedo confiar mis alegrías y penas, que me impulsa a crecer, que me anima a vencer dificultades, que, una y otra vez, me perdona y me acoge en mis limitaciones.
¿Cómo me has ayudado a crecer? Confiando en mí, a pesar de mis limitaciones, como cuando te empeñas en que haga una transferencia o que pida una cita médica por internet. Animándome a conducir el nuevo coche a pesar de mis dudas y miedos.
¿Cuándo me has enseñado a perdonar? Cuando no me guardas rencor antes mis desplantes, mis subidas de tono o mis meteduras de pata.
Estos comportamientos tuyos me han ayudado a mirar a los que me rodean con otros ojos. Me han enseñado a ser más flexible, a ser más responsable en mis compromisos, a no rendirme ante la primera dificultad que se me presenta.
Todo esto vivido me lleva a pensar: ¿Cómo habría sido mi vida durante este año si no hubiera estado a tu lado?
Al experimentar todo tu amor he tratado de demostrarte el mío y he tratado de sorprenderte en el día a día. Te he ofrecido mi espontaneidad, mi alegría, mi capacidad de gozar con las pequeñas cosas. Te he compartido mi ternura y mis ganas de seguir creciendo juntos hacia nuestro sueño de pareja y de familia.
Todo esto que he vivido en este año es un gran motivo para celebrar que estamos juntos. Doy gracias a Dios por su regalo y a ti por ser como eres, por favor, no cambies.
Te quiero.
Adela.