“La cosa comenzó en Galilea”
Hoy celebramos la fiesta de san Andrés, hermano de Simón Pedro, motivo para acercarnos, al atardecer, al Lago de Galilea, cuando los pescadores se disponen a faenar, a la hora de la brisa, como cuando el Creador bajó al jardín y llamó a Adán: “¿Dónde estás?”
Tengo fresca la visión del horizonte del mar de Galilea, pues acabo de regresar de la tierra de Jesús, y la fuerza del viento, que esta vez nos impidió hacer la travesía. Aún percibo la humedad cálida, abrazo hecho experiencia del paso del Señor por la vida de cada discípulo.
Hoy, en este Adviento, resuena al igual que entonces, la voz del Maestro que llama: “Sígueme”. “Vente conmigo”, ocasión propicia para responder como aquellos pescadores.
Es tiempo de andadura, de dejar los aparejos para ascender ligeros, libres, a celebrar la fiesta restauradora de nuestra humanidad.
¡Atrévete a seguir al Nazareno! Te aseguro que no quedarás defraudado. Él nos recomendó: “Volved a Galilea, allí me veréis”.