Gracias Madre

María,
Gracias por ser como eres:
pobre,
sencilla,
entregada,
misericordiosa.

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.Gracias por tu fe,
por tu oración,
por tu silencio,
por tu alegría,
por tu fortaleza,
por tu esperanza,
por tu amor sin fronteras.

Eres tan pequeña
que Dios te ha hecho la más grande:
Señora.

Eres tan grande
que te sientes la más pequeña:
Sierva de Dios y de los hombres.

Eres Hija de Dios,
Esposa de Dios,
Madre de Dios,
Madre de la Iglesia…

Mi alma glorifica al Señor,
mi corazón le canta agradecido.

María,
Señora y Madre:
que mis pensamientos y deseos,
mis silencios y mis palabras,
mis proyectos y mis acciones
se conviertan hoy, mañana y siempre
en transparencia de tu vida.
Amén