HAPPENING. ¡Bebámonos la vida!

(JPG) Una flor natural, un buen vino -y el mejor vino, el que Jesús guarda para el final, el de la Eucaristía-, el agua viva -y la del Bautismo, donde se cuela el Espíritu de Vida-, símbolos de vida y de Vida, atisbos del Evangelio hecho Vida de nuestras vidas.

Y el agua torrencial que mata, una flor artificial, un refresco que se disipa como sus burbujas… y que representa todo un mundo que se vende a sí mismo como vida.

Y la fuerza de la palabra hecha poesía y canto frente a la otra palabra hecha eslogan. Y como telón de fondo, experiencias bíblicas, y la insinuación de la Pascua de Jesús. Un acontecimiento (happening) para ser vivido, anuncio del Evangelio más allá de toda conceptualización, en las profundidades de cada persona donde aletea el Espíritu de Dios. ¡Bebámonos la Vida!

A cada participante, antes de empezar, se le pone una flor: dibujada, de papel o de cualquier material adecuado. En la sala está expuesto algún anuncio de Coca-Cola con el slogan: «Coca-Cola, la chispa de la vida». A la vez se oye una grabación de la canción de Coca-Cola. Mientras, se reparte entre los participantes esta bebida para tomar.

«COMO LATAS DE CERVEZA VACÍAS…»

Entra en la sala una persona convenientemente disfrazada representando la Muerte. Todos se sientan en círculo. Antes de empezar el diálogo, habría que poner una música adecuada para «crear ambiente», dejando atrás el ajetreo.

PERSONA 1: Tú ¿quién eres?

MUERTE: La Muerte

TODOS: ¿La Muerte?

PERSONA 1: ¿Y qué haces aquí?

MUERTE: Esto, mirad

Se proyectan unas ocho o nueve diapositivas en que aparezcan situaciones de muerte: guerras, torturas, aborto, hambre, pena de muerte, campo de concentración, asesinatos, droga… con un fondo de música.

PERSONA 2: ¡Pero eso no ocurre aquí! Aquí no hay muertos.

TODOS: ¡Aquí no hay muertos!

MUERTE: ¿Pero es que estáis vivos? Donde yo estoy… no hay vida.

PERSONA 2: Tú te has confundido: estamos vivos.

TODOS: Estamos vivos.

MUERTE: ¿Estáis vivos? (Dirigiéndose al recitador) Háblame de tu vida!

RECITADOR 1: (Se podría poner música de fondo. Ha de leerse muy despacio).
«No cojas la cuchara con la mano izquierda. No pongas los codos en la mesa. Dobla bien la servilleta. Eso, para empezar.
Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece. ¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes? Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero. Eso, para seguir.
¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos? La cultura es un adorno y el negocio es el negocio. Si sigues con esa chica, te cerraremos las puertas. Eso, para vivir.
No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto. No bebas. No fumes, No tosas. No respires. ¡Ay sí, no respirar! Dar el no a todos los nos.
Y descansar: Morir. Biografía de Gabriel Celaya)

MUERTE: ¿Y eso es estar vivo? TODOS: ¿Es esto vivir? (Breve silenció)

MUERTE: (dirigiéndose al recitador 2): ¡Cuéntame tu vida!

RECITADOR 2: (se podría poner música de fondo. Leer muy despacio)
«Como latas de cervezas vacías y colillas
de cigarros apagados, han sido mis días.
Como figuras que pasan por una pantalla de televisión
y desaparecen, así ha pasado mi vida.
Como los automóviles que pasaban rápidos por las carreteras
con risas de muchachos y música de radios.
Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos y las canciones de las radios que pasaron de moda.
Y no ha quedado nada de aquellos días, nada, más que latas vacías y colillas apagadas, risas en fotos marchitas, boletos rotos,
Y el aserrín con que al amanecer barrieron los bares.
(«Como latas de cerveza vacías» de Ernesto Cardenal)

MUERTE: ¿Y a eso le llamáis vivir?

TODOS: ¿Es esto vivir?

Se escucha la canción grabada «Me vuelvo loco» del disco «Rock and Roll» de Tequila. Es conveniente que se tenga la letra a mano. .

«No puedo soportar estar así todos los días
Es siempre la misma rutina ya no aguanto más
Mañana, tarde y noche, se pasan las horas
tirado en la cama mirando la vida pasar.

Hablando por teléfono, marcando un número tras otro,
buscando un amigo para poder charlar
pongo la radio y sale Bob Dylan cantando
estoy desesperado, mi mente comienza a girar.

Estribillo: Y es que tengo algo dentro de mi cabeza
me vuelvo loco y quiero salir a cantar ¡A cantar!
oooooouuuuu oooouuuuu….

No quiero ir al cine, no quiero poner la tele
no quiero leer más revistas ni quiero fumar
yo solo soy muy poco en estas cuatro paredes
estoy desesperado, mi mente empieza a girar.

No puedo soportar estar así todos los días
Es siempre la misma rutina ya no aguanto más
Mañana, tarde y noche, se pasan las horas
tirado en la cama mirando la vida pasar. (Se repite el estribillo)

MUERTE: ¿Es esto vivir?

TODOS: ¿Es esto vivir?

MUERTE: Si a esto le llamáis vivir, no me he confundido: estoy donde tengo que estar.

UN ARCA SOBRE LAS AGUAS

Se oye una grabación de lluvia, agua, viento, truenos… el diluvio.

PERSONA 3: ¡Está lloviendo! ¿Qué hacemos? TODOS: ¿Qué hacemos?

MUERTE: Es un nuevo diluvio… todo quedará inundado…

PERSONA 4: ¡Nos vamos a ahogar!

TODOS: ¿Nos vamos a ahogar?

MUERTE: ¿Por qué gritáis? Vuestras vidas ya estaban ahogadas, sin sentido…

PERSONA 5: ¡No, no queremos ahogarnos!

TODOS: ¡No queremos ahogarnos!

PERSONA 6: ¡Queremos un arca que nos salve!

TODOS: ¡No queremos ahogarnos!

MUERTE: ¿Queréis un arca? La tendréis. Pero con unas condiciones…

La muerte forma grupos de no más de diez personas. Cada grupo forma un arca: -tomarse tiempo para «crear ambiente»-.
– Cada grupo va a intentar «vivir» ¡a experiencia de que está embarcado en un arca en medio de las aguas. Se ha desencadenado un gran diluvio y la pequeña arca ¡sólo resiste el peso de una persona!
– Estamos en el arca sin nada, no nos podemos salir del grupo. Nos ahogaríamos; en las aguas tan picadas es imposible nadar.
– El grupo no permitirá que nadie se tire a las aguas para que otro se pueda salvar: se salvará aquel que el grupo «sienta» que su vida está más llena de sentido.
– Para ello cada uno va diciendo qué razones dan sentido a su vida, los demás pueden preguntar, pero nunca criticar o discutir.

Anotaciones para el animador.
– el grupo empezará a formar una pina. Si alguien se queda un poco fuera, insinuará que algún arca tiene una brecha por la cual está entrando agua.
– el animador nunca puede acercarse a los grupos (no puede andar sobre las aguas) ni ayudarles a resolver sus problemas.
– el animador cortará la actividad cuando vea que todos han dado razón del sentido de su vida y antes de que elijan a nadie para que se salve. Dirá: «el arca no resiste más, se acabó el tiempo. Os ahogaréis todos»
– al final quitarle importancia a la actividad si es que el grupo eligió a alguien para sobrevivir antes de que la actividad fuera cortada).

MUERTE: El arca no resiste más, se acabó el tiempo. Os ahogaréis todos.

RECITADORA 3: (Posible música de fondo. Leer muy despacio)

«Como nadando, abandonada
al agua gruesa del mar.
0 mejor que si nadara: flotante
en ondas firmes, en ondas fuertes,
en la inmensa ola azul
que se juntara
con otra inmensa ola azul. Hasta los cielos.
Así, en tu manos.
Igual que en el mar, en la mano tuya:
abierta, infinita mano ilimitada,
que sostiene mi cuerpo sin tensión…
Tú, el mar. El mar, Tú.
La ola, tu mano; la mano, tu ola.
Abandonándome, ciega
y sorda y vuestra. Con fe.
¡no hay peligro de ahogarse,
ni de morir sin alegría de que la muerte
no sea bellísima liberación
hacia Ti!
El misterio de la confianza
reside en nadar, en flotar, en abandonarse
plenamente a Ti,
sola y eternamente a Ti.
Al mar».
(Dios y mar, de Carmen Conde)

«¡BEBÁMONOS LA VIDA!»

Pablo con un gran recipiente de agua -preparado de antemano- va llamando a cada uno de los parti­cipantes y ahoga su cabeza en el agua durante bre­ves segundos (es Pablo quien ahoga y saca la cabe­za del participante, no cada uno por si mismo) (An­tes, la muerte ahoga la cabeza de Pablo pero no se la saca la muerte, sino «Alguien» invisible: aparen­temente él mismo).
Mientras, la muerte ha desaparecido (se quita el disfraz que la representa, puede arrojar el disfraz al agua).
Alguien va quitando a los «bautizados» la flor artifi­cial y le entrega una natural. (La ex-muerte puede ir quitándola y Pablo mismo o uno de los ya bautiza­dos, ir entregándola).

PABLO (cuando bautiza a todos): «¿No os habéis dado cuenta que los que fuimos sumergidos por el bautismo en Cristo Jesús, fuimos sumergidos con El para participar de su muerte? Pues al ser bauti­zados, fuimos sepultados junto con Cristo para compartir su muer­te, afín de que, al igual que Cristo, quien fue resucitado de entre los muertos por el Padre, también nosotros caminemos en una vida nueva» (Rom 6,3s)

Puede adaptarse el texto, dividiéndolo en tres partes, de forma que «todos» repitan una frase o mo­do de responsorio.

TODOS: Hemos sido sepultados con Cristo para resucitar con Él.

Se contempla algún simbolismo que represente la vida por medio de una flor (con una adecuada mú­sica de fondo se entabla un diálogo y, si el grupo es capaz, un rato de oración compartida a propósito). Después se escucha la canción Siento ganas de vivir del disco Luna de Víctor Manuel:

«Sé muy bien que voy a tientas
nunca voy a ser perfecto
que de cuando en cuando
mala gente nos golpea
y aún así siento ganas de vivir.

Sé muy bien que siempre queda
por abrir alguna puerta
que me entrego buenamente
cuando quiero sin reservas
porque así
siento ganas de vivir.

Estribillo: Contra el miedo y rutina; bebámonos la vida
contra el llanto y las heridas: bebámonos la vida
nuestra historia no está escrita; bebámonos la vida
y debemos escribirla; bebámonos la vida

A contragolpes vamos caminando
a contragolpes vamos descubriendo
que en la vida no hay camino
que más fuerte es el destino
que vivir es un gran desafío.

Sé muy bien que nadie intenta
ayudar al que está cerca
desconfiamos si nos tienden
una mano que está abierta
y aún así
siento ganas de vivir.
No hay lugar para tristezas
no hay razón que me convenza
siempre quedan esperanzas
agarrándose a mis piernas
porque así
siento ganas de vivir. (Se repite el estribillo).

Para terminar se celebra una fiesta con vino (recal­car la contraposición con la fiesta de la Coca-Cola del principio, la supuesta «chispa de la vida» o bien se celebra la Eucaristía, participando todos del cáliz. Mientras se vuelve a escuchar Bebámonos la vida.
Además en la fiesta se puede hacer algún canto de acción de gracias a la vida -que se sepa o ensaye el grupo-. Aconsejamos «Gracias a la vida» de Violeta Parra.