Ir hablando con Dios

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.

Creer en Dios Padre es sentirle en el fondo de nuestro corazón,
donde habita de manera misteriosa, pero palpable, notable, audible;
donde nos quiere acompañar por toda nuestra vida y todas nuestras cosas,
para meterse en todos los rincones de nuestra realidad
y para que nosotros también aprendamos ya
a sentirnos junto a Él en nuestra andadura.
¿No hay personas que van por la calle con un audífono en el oído, oyendo la música de su reproductor?
¿Quién nos impide ir por la vida oyendo la música de Dios,
la radio de Dios, sus palabas, sus sugerencias, sus órdenes, sus consuelos?
¿No vamos tantas veces hablando con amigos por la calle? 
¿Quién nos impide, cuando vamos solos, ir hablando con Dios, nuestro mejor amigo? ¿No comentamos la tele con los de casa,
sin por eso dejar de ver el partido, el concurso?
¿Quién nos impide comentar con Dios el espectáculo del mundo,
mientras vamos por la vida?

(A INIESTA, Espíritu y misión).