Jornada de oración por la Iglesia en China

21 de mayo de 2008

 Viernes, 16 may (RV).- El próximo 24 de mayo se celebrará la Jornada de oración por la Iglesia en China. Para esta ocasión Su Santidad el Papa ha escrito y compuesto una oración a la Virgen que ha sido publicada hoy en el Osservatore Romano en chino y que está traducida también a otras leguas, entre ellas el español.

 Ya en la carta a los obispos, presbíteros, personas consagradas y fieles laicos de la Iglesia católica en la república popular de China del 27 de mayo del año pasado, Su Santidad avanzaba que el 24 de mayo, fecha que está dedicada a la memoria litúrgica de la beata Virgen María, Ayuda de los cristianos -la cual es venerada con mucha devoción en el santuario mariano de Sheshan en Shanghai-, podría convertirse en el futuro en una ocasión para que todos los católicos del mundo se unieran en oración con la Iglesia que está en China”.

El Papa exhortaba a celebrar la jornada renovando la comunión de fe en Jesús Nuestro Señor rogando para que la unidad entre los chinos fuera cada vez más profunda y visible. Les ofrecemos algunos pasajes de la oración de Benedicto XVI a Nuestra Señora de Sheshan:
 
(JPG)

Virgen Santísima, Madre del Verbo Encarnado y Madre nuestra,
venerada con el título de “Auxilio de los cristianos” en el Santuario de Sheshan,
hoy venimos ante ti para implorar tu protección.
Mira al Pueblo de Dios y guíalo con solicitud maternal
por los caminos de la verdad y el amor, para que sea siempre
fermento de convivencia armónica entre todos los ciudadanos.

Con el dócil “sí” pronunciado en Nazaret tú aceptaste que
el Hijo eterno de Dios se encarnara en tu seno virginal
iniciando así en la historia la obra de la Redención,
en la que cooperaste después con solícita dedicación,
Desde entonces llegaste a ser, de manera nueva, Madre
de todos los que acogen a tu Hijo Jesús en la fe

Señora nuestra de Sheshan, alienta el compromiso de quienes en China,
en medio de las fatigas cotidianas, siguen creyendo, esperando y amando,
para que nunca teman hablar de Jesús al mundo y del mundo a Jesús.
Ayuda a los católicos a ser siempre testigos creíbles de este amor,
manteniéndose unidos a la roca de Pedro sobre la que está edificada la Iglesia.
Madre de China y de Asia, ruega por nosotros ahora y siempre. Amén.